Investigación de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de EU, revela que una familia local con ayuda de amigos y parientes compraron armas de alto calibre y después las enviaron a California donde las recogían los capos
Racine, en el estado Wisconsin, es mejor conocida por sus fábricas, su agricultura y una extravagante celebración de graduación televisada. Pero en 2018, la expansión suburbana de Racine en el borde del lago Míchigan se convirtió en una fuente de armas de alto calibre para uno de los principales grupos del crimen organizado de México, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), alegan investigadores federales de tráfico de armas de Estados Unidos.
DE acuerdo con la agencia Reuters, el cártel aprovechó las permisivas reglas de control de armamento a nivel federal y estatal para comprar algunas de las armas más poderosas disponibles para los civiles estadounidenses, según dos exagentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos y otras dos fuentes, todos con conocimiento de la investigación.
Miembros de una familia local, que trabajaban con un primo en México, reclutaron a amigos y parientes que compraron armas a su nombre en Racine y las transportaron a California y al sur a través de la frontera, según una acusación del Tribunal del Distrito Este de Wisconsin revelada en febrero.
CLIENTES
Entre sus clientes se encontraba un escuadrón de sicarios que dependía del líder del CJNG, Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”, según Chris Demlein, uno de los exagentes de la ATF.
El caso Racine reveló “la red de tráfico de armas de fuego del CJNG más prolífica jamás descubierta”, dijo Demlein, quien hasta 2021 se desempeñó como agente especial de la ATF y supervisó un proyecto de tráfico de armas de varias agencias que coordinó docenas de investigaciones.
Los traficantes en Racine y las células conectadas en otros dos lugares compraron más de 600 mil dólares en armas de fuego de estilo militar de alta gama en menos de un año, alegan documentos internos de la ATF revisados por Reuters.
Parecía una compra compulsiva sin precedentes, dijo Tim Sloan, el otro exinvestigador de la ATF. Sloan fue el primero en rastrear un arma del CJNG hasta Racine.
TRÁFICO DE ARMAS
Este relato de la red de tráfico de armas del CJNG se basa en una revisión de documentos policiales estadounidenses y mexicanos y en entrevistas con dos personas que presuntamente habían adquirido armas para el cártel, así como con ocho funcionarios actuales y anteriores de Estados Unidos y México.
Racine fue sólo la punta del iceberg. La ciudad era una parte clave de una red de armas de fuego del CJNG que compró cientos de armas de más de una docena de estados estadounidenses, especializándose en rifles semiautomáticos calibre .50 y fusiles de asalto FN Scar, diseñados para las fuerzas especiales de Estados Unidos, alegan informes internos de la ATF obtenidos por Reuters. La ATF denominó el caso de Wisconsin “Grin y Barrett”, en honor a Barrett, un fabricante de armas con sede en Tennessee cuyas poderosas armas de fuego calibre .50 se encontraban entre las traficadas por la red.