Localidades de Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Sinaloa y Yucatán bajo riguroso monitoreo
Sin entrar en alarma pero sí adoptando una vigilancia responsable, la Secretaría de Salud informó este martes que monitorea con prioridad 12 municipios en siete estados del país donde se han detectado 300 casos activos de lepra, enfermedad considerada de alto impacto por la discapacidad que pueden desarrollar las personas afectadas si no reciben el tratamiento de manera oportuna.
A través de un comunicado en el que la dependencia especifica un monitoreo sobre esta enfermedad y que comprende la semana epidemiológica 29, que va del 16 al 22 de julio, revela que hay 12 municipios con especial vigilancia por casos activos de lepra, siendo hasta el 300 los casos en los que ya están con tratamiento apropiado.
La Secretaría de Salud destaca que los municipios sujetos a rigurosa vigilancia son Tuxcacuesco, San Sebastián del Oeste y San Cristóbal de la Barranca en Jalisco; Nocupétaro y Nuevo Urecho en Michoacán; Tlaltizapan en Morelos; Lampazos en Nuevo León; El Espinal, Santiago Niltepec y San Miguel Chimalapa en Oaxaca; Choix en Sinaloa y Tunkas en Yucatán.
La dependencia subrayó que también se han reportado casos de la enfermedad en otros estados del país como Baja California, Coahuila, Colima, Chiapas, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora y Tamaulipas, pero los seis estados citados de manera inicial son los que requieren una mayor atención por tener una mayor parte de casos activos.
Conocida también como la enfermedad de Hansen, la lepra es una infección causada por la bacteria Mycobacterium Leprae, que afecta principalmente la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos.
De acuerdo con especialistas, el periodo de incubación de esta bacteria es de seis meses a 25 años y es detectable al presentarse piel con manchas descoloridas, sin embargo, en los casos más graves limita la movilidad, deforma manos, pies, la punta nasal y los oídos.
Aunque miles de personas le temen a esta enfermedad, debido a su estigmatización y desfiguración, en la actualidad, es tratable y curable; se contagia principalmente a través del contacto cercano y prolongado con una persona infectada que no ha recibido tratamiento.