Guillermina Gómora Ordóñez

Desoladora, por decir lo menos, fue la definición de Bernardo Benítez, padre de uno de los jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca, el pasado 11 de enero, al responder a la pregunta, ¿En qué se ha convertido Veracruz?: “En una fosa clandestina, desgraciadamente, para nosotros”.

El hombre, que encontró a su hijo Bernardo Benítez Arroniz, en una fosa clandestina en un rancho de Tlalixcoyan, junto a más de cien cuerpos calcinados, sabe de lo habla y exige que destapada la cloaca se acabe con la impunidad que protege a los asesinos de sus hijos.

Categórico, asegura que el problema de las fosas afecta a toda la entidad y lamentablemente se ha vuelto cotidiano por la colusión de las autoridades de los diversos niveles estatales, con el crimen organizado y el narcotráfico.

Las cifras lo confirman, de acuerdo a datos publicados por el semanario Proceso y que fueron entregados por la Fiscalía del Estado de Veracruz, durante el gobierno de Javier Duarte, “el servicio médico forense ha realizado “levantamiento de cuerpos” en 240 lugares distintos”.

La revista precisa: “En materia de inhumaciones clandestinas, la más emblemática ocurrió el 24 de junio del 2014, cuando peritos forenses, elementos del Ejército y Marina-Armada sacaron del rancho “El Diamante”, en Tres Valles, 33 cuerpos sepultados en 12 fosas distintas… Al cierre de 2015 regresaron las ejecuciones a la región de Orizaba y a la capital del estado y sus municipios conurbados, se contabilizaron más de 25 en ambas regiones. Sin embargo, el hecho de violencia más tangible, ocurrió el 19 de enero ya de este año, cuando en un basurero de Emiliano Zapata –conurbado de Xalapa—fueron descubiertos restos humanos de 12 personas”

Los fríos números se imponen ante el escudo que esgrimen las familias de los desaparecidos, como la de Bernardo Benítez, quien confiesa: “la fe era la única que nos mantenía con el ánimo de encontrar a nuestro hijo vivo…esto aún no termina faltan 4 seguiremos en el ministerio público de Tierra Blanca, exigiendo justicia”.

Afectado por el desenlace de los hechos registrados el mes pasado, cuando policías estatales detuvieron y entregaron a: Bernardo Benítez Arroniz (25 años), José Benítez de la O (24 años), Susana Tapia Garibo (16 años), Mario Arturo Orozco Sánchez (27 años) y Alfredo González Díaz (25 años) a un grupo delincuencial, Benítez revela que aún no logra entender el ¿por qué?, de estos terribles sucesos.

Una tragedia que algunas autoridades intentaron desvirtuar como denuncia el dolido padre: “quisieron manchar a nuestros hijos. No pudieron, no se vale que hagan esto a personas honestas en este México que tanto queremos”.

Paradójicamente fortalecido por la pérdida de su hijo, Bernardo Benítez, no se arredra, y convoca a mantener la difusión de éste caso y otros a fin de resolverlos, siempre y cuando, dice, la autoridad ponga de su parte.

Al cuestionamiento de: ¿Confían en las autoridades?, responde: “Debemos creer en alguien, para nuestra desgracia, debemos creer en alguien”.

En efecto, creer en alguien, es la urgente necesidad de millones de mexicanos agobiados por la inseguridad, la corrupción y la impunidad en todas sus formas y expresiones.

Veracruz, Tamaulipas, Michoacán, Jalisco, Guerrero, Morelos, Estado de México, integran un bloque de estados, donde la indolencia y complicidad de sus autoridades con la delincuencia organizada ha destruido el tejido social e impacta a sus habitantes que viven bajo el terror constante.

Quizá la petición de Bernardo Benítez a su gobernador se replique en otros estados: “que Duarte voltee para abajo, que acá los que andamos en la calle somos los que sufrimos mucho, las personas comunes y corrientes, ellos porque traen guaruras quizá no les suceda nada”. ¡Órale!

Vericuentos

El elusivo Moreira

Aunque usted no lo crea, el cuasi doctor, Humberto Moreira, le ganó la batalla a la justicia española que ya le dio carpetazo a la acusación por lavado de dinero. Su gusto por el baile, hace suponer que al son que le toquen baila y Moreira, se declara listo para seguir en la pista de la política mexicana, luego de haber sido exonerado en España. Dice que buscará la alcaldía de Saltillo para modernizar a Coahuila… ¿por qué no lo haría cuando fue gobernador?

Borge vs Joaquín

Los Capuleto y los Montejo de Quintana Roo, se disputan el control de la entidad y en esta lucha abollaron el impecable récord de 11 candidaturas de “unidad”, logradas por el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones. El insurrecto, Carlos Joaquín González, renunció a su priismo de 17 años y enfrentará desde la alianza PAN-PRD al candidato que imponga el gobernador Roberto Borge, claro, si lo dejan, luego de este escándalo. En riesgo también está el municipio de Benito Juárez (Cancún) pues el “niño verde”, Jorge Emilio González, necea con imponer a su amigo, Remberto Estrada, un joven sin experiencia política, haciendo a un lado a la priista Marybel Villegas, a quien ya le coquetea la oposición si su partido le hace el feo.

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Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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