Ambos estados gobernados por Morena, con alarmas encendidas por presencia del narco; En lo que va del gobierno del populista Andrés Manuel López Obrador, 65 presidentes municipales han sido asesinados
La tranquilidad de los ciudadanos y el buen gobierno que deberían aplicar presidentes municipales en Guerrero y Michoacán, ha sido arrebatada por grupos del crimen organizado que tienen bajo amenazas y sometidos a actuar bajo condiciones, sin que las autoridades de la Federación o las estatales hagan algo. Las advertencias criminales han cobrado en la administración del populista presidente Andrés Manuel López Obrador, la vida de 65 alcaldes a los que no se les brindó la protección suficiente, pues se cree que basta con la fallida estrategia de “Abrazos, no balazos”.
Las amenazas a presidentes municipales por parte de grupos criminales volvieron a los reflectores de la prensa nacional y al menos llamó la atención del gobierno de la 4T, a raíz del secuestro de la alcaldesa del municipio michoacano de Cotija, Yolanda Sánchez Figueroa, durante una visita que realizó al municipio de Zapopan, en Jalisco, el pasado 23 de septiembre y liberada dos días después.
Derivado de este suceso, salieron nuevamente a la luz casos de ediles que han recibido amenazas por parte de grupos del crimen organizado, principalmente en los estados de Guerrero y Michoacán, ambos gobernados por el partido guinda con la gobernadora Evelyn Salgado y Alfredo Ramírez Bedolla, respectivamente.
En Guerrero nueve alcaldes tuvieron recientemente una reunión para la gobernadora para exigirle mayor protección, ya que para las reuniones a las que ellas los convoca es difícil salir, ya que al estar en zonas de tierra caliente, con alta presencia de organizaciones criminales, se exponen a ser secuestrados, por lo que piden que se refuerce la seguridad en sus municipios y en las carreteras que conectan con éstos.
Los presidentes municipales que alzaron la voz al denunciar que han recibido amenazas son los gobernantes de Apaxtla de Castrejón, Teloloapan; Ixcateopan, Arcelia; Cutzamala Tlapehuala; Ciudad Altamirano; Ajuchitlán del Progreso; San Miguel Totolapan y Tlalchapa.
FOCOS ROJOS
En Michoacán la situación tiene el mismo nivel de gravedad, pues en esta entidad gobernada por Alfredo Ramírez Bedolla son 11 los alcaldes que han exhibido amenazas contra ellos y represalia contra sus familias.
Carlos Torres Piña, secretario de Gobierno de Michoacán, reconoció que en Michoacán hay 11 alcaldes amenazados “tanto el año pasado como en el transcurso de éste, por lo que cuentan con protección privada” y de los que no identificó para no poner en riesgo su integridad personal.
De acuerdo con un reporte de la organización crisisgroup.org, entre 2004 y 2018, 178 alcaldes, exalcaldes y presidentes municipales han sido asesinados, y en los cinco años de gobierno de López obrador, desde el 1 de diciembre a la fecha 65 alcaldes han sido privados de la vida, lo que representa una tercera parte de los casos.
VÍCTIMAS
El estudio refiere que durante el proceso electoral para comicios estatales y municipales de octubre de 2020 a abril de 2021, un total de 24 candidatos, 17 funcionarios locales y 3 alcaldes en ejercicio fueron asesinados, muchos de ellos contaban con amenazas, luego de que de acuerdo con información de las autoridades federales, en 2020 se tenían reportados 531 municipios con presencia de grupos del crimen organizado.
Las autoridades refieren que grupos criminales han ampliado sus actividades infiltrándose en los gobiernos locales y poniendo su mirada en los municipios más pequeños que, aunque a menudo son más pobres, siguen teniendo recursos financieros para extraer y empresas que son blanco de asaltos y extorsiones, delitos que la propia autoridad ha permitido crecer al no haber una estrategia real para combatir a la delincuencia y proteger a la ciudadanía.
En Chiapas la situación por amenazas de grupos criminales ya encendió las alarmas, ante la incapacidad del gobernador Rutilio Escandón para hacer cumplir la ley, ya que se la pasa hablando maravillas del populista López Obrador, mientras los chiapanecos viven intranquilos por la inseguridad.
Los municipios considerados por las autoridades federales como un verdadero foco rojo son Frontera Comalapa, Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera y Motozintla, donde carteles de la droga como el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se disputan el territorio al ser frontera con Guatemala.
Hasta el momento la ayuda enviada sigue sin dar frutos, ya que la ciudadanía teme a los narcos como a elementos del Ejército y Guardia Nacional, pues consideran que muchos de ellos están coludidos con el crimen organizado.