+ El INM solo cuenta con un psicólogo clínico para atender a miles de migrantes que duermen en México; + El gobierno incumple convenios internacionales para prestar apoyos en la materia; + 7 de cada 10 mujeres migrantes requieren ayuda psicológica; el número crece con las caravanas y campamentos, señalan ONG
El gobierno mexicano sólo cuenta con un psicólogo clínico para atender a cientos, sino es que miles de migrantes que cruzan por nuestro país cargados de problemas emocionales, productos de la pobreza y violencia que viven en sus lugares de origen.
Su atención psicológica fue a la baja en un 36 por ciento en 2022 en comparación con 2019.
El argumento de las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) es que no hay presupuesto para la atención psiquíca de estas personas, pese a que tratados internacionales lo obligan a prestar esté tipo de ayuda.
En información obtenida vía transparencia el director de Recursos Financieros del INM, José Alberto Tejeda Sarabia (Oficio: INM/ DGA/ CAR/ DRF/1193/ 2022), afirma que por ser el INM un Órgano Administrativo Desconcentrado de la Secretaría de Gobernación de su Presupuesto “no se ejerce ninguna partida en específico para la atención psíquica” de los migrantes.
El INM contaba hasta el 7 de octubre del año pasado con 127 “puestos activos” en las áreas de psicología, psiquiatría, pedagogía y psicopedagogía. Solo uno, ubicado en Zacatecas cuenta con conocimientos en psicología clínica.
15 de ellos son pasantes de licenciatura y 2 con grado de maestría. El área de conocimiento de estos últimos es: psicología jurídica y criminológica y psicopedagogía y desarrollo humano.
La mayoría son psicólogos generales que pueden ser aptos para dar algún tipo de diagnóstico clínico, aunque no necesariamente. Entre los 127 hay especialistas en el área social, educativa, organizacional e industrial, orientación escolar. Pero ningún psicoterapeuta.
Las entidades que cuentan con el mayor número de estos profesionales son: Ciudad de México, 15; Chihuahua, 10; Chiapas, 9; Quintana Roo, 6; Tabasco, 6. Tamaulipas solo cuenta con uno y su área de conocimiento es pedagogía y psicopedagogía.
Sin embargo no todos los 127 “puestos activos” están encargados de atender a la población migrante con evaluaciones psicoterapéuticas. La mayoría de ellos, según el listado entregado por el INM ocupan diversos puestos burocráticos. A muchos de ellos se les define como agentes federales de migración o de custodia, entre otros muchos.
De ahí la disminución en la atención psicológica a los migrantes.
En 2019 fueron atendidos psicologicamente 3 mil 463 hombres y mujeres migrantes; en tanto que para 2022 los especialistas con que cuenta el INM atendieron a 2 mil 234 personas con algún tipo de trastorno emocional. Es evidente la reducción.
Las mujeres son las princIpales víctImas porque en el camino son objeto de violaciones, abusos y discriminación laboral, entre otros.
Sin embargo los registros que tiene el INM no muestran la realidad completa y dejan un espacio de dudas.
Por ejemplo, en el estado de Baja California Norte (BCN), donde se concentra el mayor número de migrantes en ciudades como Tijuana y Mexicali simplemente no hay atención psicológica para ellos.
El INM entregó un registro de 2019 a 2022 con el encabezado “Atención psicológica, psiquiatra o en salud mental” en las 32 entidades federativas. BCN simplemente no registra atenciones en la materia.
Los registros de la frontera sur donde la ciudad de Tapachula, Chiapas, mantiene el mayor flujo migratorio, igual son mínimos. Solo los años de 2020 y 2021 cuentan con atención a migrantes: 43 y 129, respectivamente.
Secretaría de Salud, omisa en el tema
No obstante la directora de Estaciones Migratorias del INM (Oficio: INM/ DGCVM/ DEM/ 0165/ 2022) señala “todas las personas extranjeras que son presentadas y alojadas en estaciones migratorias y/o estancias provisionales del INM reciben asistencia médica y psicológica gratuita, ya sea por parte del propio Instituto o por otras instituciones de salud a nivel local, estatal o federal”.
Se afirma que la Secretaría de Salud “es una autoridad auxiliar en materia migratoria”. Pero esta dependencia federal se declaró incompetente en el tema y remitió al solicitante de información al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) e INM. El primero escribió en su respuesta que no estaba en sus funciones responder a ese tipo de información.
Al inicio de su gestión el gobierno federal puso en marcha el denominado Plan Integral de Atención a la Salud de la Población Migrante, donde prometía prestar “atención integral a la salud de la población migrante”. Dicho Plan surgió “en cumplimiento de los principios humanitarios básicos establecidos por la legislación mexicana, la ONU y los acuerdos internacionales en la materia”.
Esa atención tendría incidencia en refugios temporales y módulos de atención para migrantes, además de Unidades de Salud. En estos espacios habría primeros auxilios psicológicos, consejería breve, contención individual y grupal e intervención de crisis.
En las promesas de dicho Plan se señala “el Consejo Nacional de Salud Mental ofrecerá capacitación a los servicios de atención médica de estaciones migratorias con énfasis en el manejo de los trastornos relacionados con el estrés”.
No obstante, la Secretaría de Salud no quiso dar o no cuenta con la información que se le solicitó.
Mujeres requieren apoyo mental: ONG
Los migrantes que salen o huyen de sus países de origen presionados por la falta de empleo o perseguidos por la violencia en sus comunidades de origen lo hacen en condiciones emocionales graves, según reflejan los reportes del INM.
A ello se suma la incertidumbre y violencia que viven durante su recorrido: robos con violencia o sin ella, secuestros, desapariciones, extorsiones, violencia sexual e incluso la muerte.
En otra tabla entregada al solicitante de información, bajo el título “Padecimientos más frecuentes en atención psicológica, psiquiatra o en salud mental” se revela que en 20 entidades del país, algunas de ellas con albergues repletos de migrantes y expuestos a la violencia como serían los casos de Tamaulipas y Chihuahua, no hay registro alguno.
En Tabasco los padecimientos psíquicos encontrados en migrantes parecieran no tener fin: trastorno psicótico, trastorno depresivo, síndrome de abstinencia por abuso de sustancias, trastorno de ansiedad, esquizofrenia, manía, trastorno mental y del comportamiento, discapacidad intelectual, catatonia.
Algo similar sucede con los registros que el INM tiene de Baja California Sur de 2019 a 2021. Para 2022 no hay registro alguno.
Especialistas en atender flujos migratorios desde la sociedad civil acusan que lo anterior es un claro ejemplo de la falta de compromiso del Estado mexicano.
Consultado al respecto el director de la Casa del Migrante de Saltillo, Alberto Xicotencatl Carrasco, reveló que “7 de cada 10 mujeres migrantes necesitarían en estos momentos asistencia psicológica o incluso asistencia psiquiátrica”.
A este albergue, localizado en el estado de Coahuila, donde los registros del INM simplemente están en ceros han llegado mujeres que “tienen claros indicios de pasar por algún tipo de trastorno post-traumático y depresiones agudas o crónicas”.
Mujeres suicidas
Dentro de los flujos migratorios que año con año observa todo México hay miles de personas que caminan con algún tipo de trastorno psíquico. Laura, de 29 años, es una de ellas. Salió el año pasado de San Pedro Sula, Honduras y fue detenida en Coahuila por personal del INM.
“Fue un evento traumático durante el viaje y a su detención desarrolló varios síntomas y al final fue diagnosticada con trastorno disociativo”, informa por teléfono la Coordinadora de Atención Psicosocial de la Casa del Migrante de Saltillo, Marisol Esparza Cerecero.
Previo había tenido alucinaciones “e incluso una vez intento tirarse del segundo piso en el albergue”.
Para Esparza no hay vuelta de hoja, los gobiernos están ausentes. Y las mujeres migrantes a la deriva. Señala que “el tener un trabajo redundaría en mejoras en la salud mental de mujeres y hombres migrantes”.
En ese mismo albergue y también en 2022 una adolescente intento suicidarse. Ella venía de Honduras cargando una pesada valija: abandono de su familia, muerte del padre y ruptura amorosa.
Y casos similares hay muchos, miles. Pero en el INM, solo existe un psicologo clínico.