La inmigración ofreció el escenario más fructífero para los reproches mutuos. Trump acusó a Biden de haber convertido el país en un «nido de ratas» al no poner freno a la entrada de «criminales» y provocar que los inmigrantes estén matando a los estadounidenses

El presidente estadounidense, Joe Biden, y su antecesor, Donald Trump, se midieron este jueves en un cara a cara con capacidad de cambiar el rumbo de las presidenciales. Un debate en el que el republicano se mostró más agresivo y en el que al demócrata le costó hilar mensajes y apareció dubitativo y con problemas de voz.

En una de las salas de la cadena CNN en Atlanta, sin público, sin el apoyo de notas previas y de los asesores y sin posibilidad de réplica en caso de no tener asignado el turno de palabra, este encuentro expuso sin distracciones las fortalezas y debilidades de ambos candidatos en un debate sin interrupciones.

Los titubeos en el caso de Biden, que llegó con gripe, y las expresiones de burla por parte de Trump cuando su rival divagó y dejó en más de una ocasión frases sin acabar, marcaron el debate.

«Nunca he escuchado tantas tonterías», dijo el actual inquilino de la Casa Blanca al oír hablar de política exterior, un capítulo en el que Trump se quejó de que la reputación de Estados Unidos bajo el mandato del demócrata haya pasado a ser «horrible».

Asimismo, el republicano atacó con fuerza la política económica de Biden, pero respondió a las preguntas de Dana Bash y Jake Tapper con muchas evasivas e imprecisiones o desinformación en temas como la economía o la inmigración.

Biden admitió que todavía quedan «cosas por hacer» y defendió su gestión tanto económica como migratoria en comparación con la de su antecesor: «La pandemia fue tan mal manejada que mucha gente murió (…) La economía colapsó. No había empleos. La tasa de desempleo aumentó al 15 %, fue terrible. Lo que tuvimos que hacer fue intentar recomponer las cosas nuevamente».

ROUND

Biden y Trump se habían enfrentado por última vez en septiembre y octubre de 2020, en el marco de la campaña de las presidenciales que llevaron al demócrata al poder en 2021.

Pero este no fue un debate más en la historia estadounidense. Era el que más pronto se ha hecho y al que ambos aspirantes llegaban con el nivel más ajustado en las encuestas: según la media elaborada por la web FiveThirtyEight, Trump está en cabeza con el 41,1 % de las intenciones de voto, solo dos décimas más que Biden.

Biden, de 81 años, debía no solo defender su gestión de estos casi cuatro últimos años, sino también evitar dar razones a quienes iban a mirar con lupa cualquier señal de su avanzada edad. «No tiene capacidad para ser presidente. No deberíamos tener un debate. No hay nada que debatir», criticó Trump, de 78.

MIGRACIÓN

La inmigración ofreció el escenario más fructífero para los reproches mutuos. Trump acusó a Biden de haber convertido el país en un «nido de ratas» al no poner freno a la entrada de «criminales» y provocar que los inmigrantes estén matando a los estadounidenses, mientras que el presidente tachó de «ridícula» esa afirmación, que no se sustenta con cifras.

Para Biden, votar por Trump es votar contra la democracia. Para el republicano, en cambio, que Biden siga en el poder acabaría con Estados Unidos: «Si gana, nuestro país no tiene ninguna posibilidad. Probablemente no nos quede ningún país. Así de malo es. Es el peor de la historia. Si me dan otros cuatro años, yo seré el mejor».

Trump negó cualquier responsabilidad por su parte en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, pero Biden le recordó que no tiene las manos limpias ni en ese caso ni en los otros tres procesos penales que afronta: «Tiene la moral de un gato callejero».

No fue un intercambio que sirvió para la exposición de nuevas propuestas, sino un ring con ataques constantes. «Creo que ni él mismo sabe lo que acaba de decir», dijo del presidente el precandidato republicano.

Para Trump, Biden es un presidente «manchurio» «pagado por China», que sin embargo ha provocado que la situación con Pekín sea la peor en la historia: «Nos están matando como país si sigue permitiendo que sigan haciendo lo que nos están haciendo».

NIÑOS

La sorpresa de la noche llegó en boca de Trump: «No nos comportemos como niños», afirmó el republicano en este encuentro, cuyo formato permitió pese a todo una exposición ordenada de argumentos, que los ciudadanos votarán en las urnas el próximo 5 de noviembre. 

Fuentes demócratas citadas por medios estadounidenses hablan ya de «pánico» por la actuación titutabeante del presidente estadounidense, Joe Biden, en el debate de este jueves con el republicano Donald Trump, que pone una gran presión sobre la campaña demócrata antes de la convención del partido.

«La reacción universal es cercana al pánico», «hay un profundo, amplio y muy agresivo pánico», indicaron, respectivamente, los analistas políticos Joy Reid y John King en base a fuentes dentro del Partido Demócrata.

REALIDAD

Fuentes demócratas expresaron similar preocupación por la imagen dada por Biden en el debate y consideraron que sería un error «hacer la vista gorda y negar la realidad».

En opinión de esa fuente, Biden ha proyectado una imagen de falta de preparación, dejando entrever el peso de los años y mostrando dificultades para comunicar a los votantes los avances que ha vivido el país en los últimos años.

El periodista y biógrafo de Biden, Evan Osnos, aseguró en unas declaraciones que se vio a «una persona disminuida», pero recordó que la narrativa de Biden siempre ha sido «si me golpean, me levanto».

El que fuera secretario de Vivienda con Barack Obama y compañero de gabinete de Biden, Julián Castro, aseguró a EFE en la red social X que se vio a un mandatario «no preparado, perdido y sin la fuerza suficiente para pelear de manera efectiva con Trump, que ha mentido constantemente».

La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, intentó quitar importancia a la actuación de Biden, aunque reconoció en una entrevista con CNN que hubo «un comienzo lento, pero un final fuerte».

«La gente puede debatir sobre los estilos a la hora de hablar pero al final lo que cuenta es la sustancia», indicó la vicepresidenta.

La postura oficial de los demócratas la representó Jen O’Malley Dilon, jefa de campaña de Biden, que aseguró que el mandatario presentó una «visión ganadora para el futuro de América, una en la que todos los estadounidenses tiene una oportunidad justa para conseguir el sueño americano».

Biden, que según fuentes de campaña había sufrido una gripe, carraspeó, se mostró casi afónico y si hablar con claridad.

Hubo momentos en los que no finalizó algunas de las frases o no hiló las ideas de manera efectiva, lo que no ayuda a despejar una de las dudas más acuciante para los votantes: si una persona de 81 años puede presentarse para liderar a Estados Unidos cuatro años más.

El debate de hoy se celebró por primera vez en la historia antes de septiembre y antes de las convenciones de los partidos mayoritarios, que deberían oficializar las candidaturas presidencial de Trump y Biden.

Biden debería ser confirmado en la convención demócrata de Chicago en agosto, pero ahora la gran pregunta es si no será reemplazado antes de esa reunión.