Por: Guillermina Gómora Ordóñez
Aún resuena aquella advertencia de Alejandro Martí, padre del menor Fernando, quien fue secuestrado y asesinado, “Si no pueden, renuncien, pero no sigamos usando las oficinas de gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada porque eso también es corrupción”. Era entonces, también, la primera vez que un integrante de la sociedad hablaba en una reunión de este tipo. Vivíamos ya en un México secuestrado por la impunidad y la corrupción.
Cómo no recordar aquellas marchas por Reforma hacia el Zócalo, con la gente vestida de blanco para protestar por la violencia creciente y exigir justicia. Se buscaba desde entonces recuperar la confianza en nuestras instituciones, en el Estado mexicano y en nuestro país. La indolencia y la irresponsabilidad de años atrás pasaban la factura. La colusión entre autoridades y criminales había destrozado el tejido social.
Así, llegó el turno de los ciudadanos que alzaron la voz para sentar las bases de una nueva etapa en el país, en donde se repudie y se combata la corrupción, en donde no seamos parte de ella y contribuyamos a una mejor impartición y procuración de justicia. María Elena Morera, lanza hoy la voz de alerta y denuncia que poco o nada se hizo para cumplir con los 76 compromisos suscritos hace cuatro años, por representantes de todos los niveles de gobierno.
Al dar a conocer la evaluación del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, la presidenta de Causa Común, cuestionó la actitud, la indolencia y el incumplimiento de las autoridades ante el severo problema que afecta a millones de mexicanos, citando como ejemplo la creación de las Unidades Antisecuestro, para lo cual se había puesto una meta de seis meses. Sin embargo, Morera, advierte que en este 2012 existe un incumplimiento en la integración de las Unidades Estatales para el Combate al Secuestro, a pesar de los más de 453 millones de pesos que se han invertido. Tan sólo en el último año más del mil 300 personas fueron plagiadas y sólo ocho de 32 estados han cumplido con la integración de éstas y tienen más del 70 por ciento de avance. Del resto nadie sabe qué pasó y a dónde fueron a parar los recursos. Gobernadores y Federación se acusan respectivamente evadiendo la responsabilidad.
María Elena Morera, reconoce que Felipe Calderón, hizo un gran esfuerzo, pero falló la coordinación entre el Gobierno Federal, el estatal y el municipal. Vacíos que son aprovechados por los grupos criminales, quienes se dieron cuenta que no hay control por parte de las autoridades. Pues mientras en otros países se castigan los delitos de manera severa de acuerdo a su clasificación, aquí en México se tratan a todos por igual y los únicos que salen perdiendo son los ciudadanos.
Mexicanos damnificados que no están dispuestos a bajar la cabeza y a quedarse callados. El gran logro de esta terrible circunstancia, dice Morera, es la sociedad civil que se ha organizado, que es más analítica y exigente. Agrupada en diversas organizaciones se ha dedicado al apoyo de las víctimas y sus familias. Al tiempo que investiga y le da seguimiento a las acciones gubernamentales en materia de seguridad y combate al crimen organizado a través de los organismos encargados de la transparencia.
Señala que en diversas ocasiones bajo el pretexto de la confidencialidad se ocultan datos. Sin embargo ante la persistencia ciudadana se entrega la información y nos enteramos de que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda identificó en 2011 un total de 49 mil 501 operaciones inusuales y sólo denunció ante el Ministerio Público 351. Así como de la reducción de 295 mil millones de pesos al programa de rescate de espacios públicos. Por lo que seguirán en el combate a la opacidad, sobre todo en los estados, donde los gobernadores son los peor calificados en el ejercicio y transparencia de los dineros públicos.
Al final de este sexenio se confirma que “la vara les quedó muy alta” y nadie renunció, como lo exigiera Alejandro Martí, en 2008 en Palacio Nacional. Les importó poco el respeto a la palabra empeñada con la firma en el acuerdo, se mandó al archivo muerto. Aún cuando Calderón advirtió que “no era una carta de buenas intenciones”. Todo quedó en una vacilada que ha servido para tomarse la foto y hacerse el héroe cuando lo amerita el interés político. El ciudadano de a pie seguirá como rehén del crimen o del narco, no importa el estrato social al que pertenezca, que se cuide como pueda o hasta donde alcance su bolsillo.
Vienen a ahora tiempos de cambio. Luego de la cumbre ciudadana en la que participaron 300 organizaciones y a la que acudieron los aspirantes a la Presidencia de la República con las respuestas a una serie de cuestionamientos planteados, con antelación, en materia de seguridad y combate al crimen organizado. María Elena Morera, confirma que representantes de estas asociaciones civiles, trabajan ya con el equipo de transición de Enrique Peña Nieto, en ocho temas: Seguridad y Justicia con derechos humanos; Educación; Transparencia y Rendición de Cuentas; Telecomunicaciones; Empleo y Desarrollo sustentable; Fortalecimiento a Organizaciones Civiles: Reforma Política y Participación Ciudadana y Equidad y Cohesión Social.
De acuerdo con la presidenta de Causa en Común, al equipo de Peña Nieto, le entregaron un diagnóstico y propuestas de cómo se encuentran las instituciones involucradas con el problema de la seguridad y deberán evaluar las estrategias que no dieron resultado, incluyendo la inclusión del Ejército y la Marina en tareas de seguridad pública. Advierte que la sociedad civil tiene buena memoria y sabrán exigir que se cumplan los compromisos adquiridos en el documento que entregó cuando acudió a la cumbre. Como el de reducir en un 50 por ciento los homicidios y los secuestros.
Considera que no se parte de cero, que no todo lo que se ha realizado es malo, pero que es necesario cambiar la estrategia para reducir la violencia y ponderar la presencia y acciones que actualmente desempeñan los marinos y los soldados en todo el país. Inquietudes que han planteado a Jorge Carlos Ramírez Marín, vicecoordinador de Seguridad y Justicia del equipo de Peña, quien ha declarado que buscarán la recuperación de la paz y la tranquilidad con una estrategia antiviolencia que constará de cuatro ejes: adecuación normativa, homologación de protocolos de actuación; aprovechamiento de la tecnología; y profesionalización del capital humano.
Así que a 31 días del relevo presidencial, la esperanza de que mejoren las condiciones en materia de seguridad se fortalece. Se trata de mirar hacia adelante y que el gobierno tome conciencia de que la sociedad civil no tolerará un fraude más que ponga en riesgo la paz social.
Vericuentos
¿Perdón y olvido?
Al final del sexenio, el presidente Felipe Calderón, disculpa los desplantes del jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, quien le daba la vuelta en los eventos oficiales o se le escondía para no saludarlo. Este martes lo acompañará a la inauguración de la Línea 12 del Metro que corre de Mixcoac a Tláhuac. El banderazo será a las 10:30 horas. Al público se abrirá a las 12:00. Cachetada con guante blanco.
¿Mira quién habla?
Hace una semana, Andrés Manuel López Obrador, acudió al Senado para promover amparos en contra de la reforma laboral y aprovechó la oportunidad para hablar de: transparencia, rendición de cuentas y democracia en los sindicatos. Nada nuevo. Lo relevante es que lo hizo teniendo a su derecha al líder de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, quien lleva 36 años al frente de su sindicato en los cuales ha hecho oídos sordos de las ahora pretendidas demandas del mesías, que también se las gasta en materia de transparencia.
Tianguis a Puebla
La secretaria de Turismo, Gloria Guevara, anunciará hoy la celebración de la segunda edición itinerante del Tianguis Turístico México, que se realizará en Puebla previo a la Semana Santa del 2013. Por cierto, como dice el refrán, “el muerto al hoyo y el rico al boyo”. Sectur espera que más de dos millones de visitantes nacionales y extranjeros recorran los centros turísticos del país y dejen ganancias cercanas a los ocho mil millones de pesos.