Por orden del gobernador Gregg Abbott las enormes esferas se extenderán sobre la superficie del río y las mallas que las conectarán se extenderán 305 metros en la zona central del afluente, con anclas sobre su lecho para evitar cruces bajo el agua

El gobernador republicano de Texas, Greg Abbot, no cesa en sus medidas antiinmigrantes y tal como ya lo hizo en junio pasado, ahora ordenó la colocación de más boyas flotantes gigantes dentro del Río Bravo en la zona de Eagles Pass, otra zona concurrida por personas que cruzan desde México hacia Estados Unidos, con lo que busca frenar que centroamericanos y gentes de otras naciones del mundo crucen a su territorio, sin importar que esta medida pueda provocar el ahogamientos de quienes desafían este obstáculo.

Desde el viernes decenas de trabajadores comenzaron a bajar las enormes boyas de color naranja de varios camiones que las transportaron y que fueron estacionados cerca de un parque de la ciudad y cerca de la frontera con México, en tanto que otro grupo se encarga de colocarlas en el Río Bravo, exactamente en la división territorial de EU con México.

Colocar las enormes boyas llevaría hasta dos semanas, señalo a agencias de noticias, entre ellas Associated Press, el teniente Chris Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, encargado de supervisar el proyecto.

Las enormes boyas flotantes se ubicarán en la superficie del río y las mallas con las que están conectadas se extenderán 305 metros en la zona central del afluente, con anclas sobre su lecho para evitar cruces bajo el agua.

Eagle Pass forma parte de un sector vigilado por la Patrulla Fronteriza donde se ha registrado el segundo número más elevado de cruces de migrantes este año fiscal, con unos 270 mil, aunque esa cifra es menor que la de esta misma época del 2022.

Las medidas discriminatorios del gobernador de Texas para impedir que entren por territorio texanos los migrantes ha incluido hasta ahora, además de la colocación de las boyas gigantes, la instalación de alambre con púas a lo largo de kilómetros en puntos estratégicos y de mayor tránsito migrante sobre el río, la instalación de puestos de control estatales adicionales a los retenes federales para inspeccionar el tránsito comercial que ingresa, la orden de elementos de la Guardia Nacional para arrestar y deportar a migrantes y la disposición de autobuses para trasladar desde Texas a estados demócratas a migrantes detenidos en territorio texano.

Activistas defensores de los derechos de los migrantes en ambos lados de la frontera calificaron la medida del gobernador texano de criminal y discriminatoria, ya que la colocación de estas enormes esferas flotantes podría causar accidentes graves de quienes intentan cruzar el Río Bravo o incluso quitarles la vida por ahogamiento.

Asimismo, grupos de ambientalistas se pronunciaron en contra de la colocación de estas enormes esferas flotantes, ya que afectará el ecosistema de la fauna en ambos lados del río.