–Como siempre, la doble moral de éstos…

Acto seguido el notable priísta tira sobre una silla del desayuno el periódico del día. Una plana completa del Partido Acción Nacional en cuyo texto incendiario se condena al Partido Revolucionario Institucional por una ley cuyo texto los diputados azules también aprobaron en la célebre tarde de la presidencia en el balcón.

“Miente el PRI cuando dice que al promover el voto libre secreto y directo afectamos las libertades de los sindicatos; de acuerdo a la resolución 360 de la Organización Internacional del Trabajo, la imposición por la vía legislativa del voto directo secreto y universal para elegir a los dirigentes sindicales no plantea problemas de conformidad con los principios de libertad sindical:

“Miente el PRI cuando dice que la iniciativa de Reforma Laboral enviada por el presidente Calderón no contemplaba la propuesta del voto libre, directo y secreto. En la propuesta enviada por el Ejecutivo Federal se establece claro el ejercicio del voto libre y secreto.

“El PAN defendió la democracia, la libertad y la transparencia sindical; sin embargo el PRI, PVEM y PANAL, decidieron seguir solapando la corrupción. Una vez más los intereses de estos partidos políticos le quedan a deber a millones de mexicanos un entorno laboral más transparente y justo.

“En acción Nacional seguiremos trabajando –advierten—para conseguir esos cambios que son necesarios para el desarrollo de México, insistiremos hasta con seguir que los sindicatos que aun viven en la opacidad estén obligados a rendirle (s) cuentas a sus agremiados.”

Esta airada denuncia, este clamor por la moralidad sindical, tan tarde y tan enjundioso, parece ser una respuesta mediática –dicen–, nada más al desplegado (también) del Partido Revolucionario Institucional del lunes anterior.

En una plana entera los diputados del PRI se dirigen a la Opinión Pública y ante ella se preguntan:

“¿Por qué el PRI aprobó en la Cámara de Diputados la Reforma Laboral?”

Y en el inciso cuarto explican lo relacionado con la “transparencia sindical” y la rendición de cuentas:

“ …(Porque) Garantiza el derecho de las minorías a la información sobre el manejo de recursos; establece periodos definidos para rendir cuentas a los agremiados y define responsabilidades por omisión.

Si el PAN se alía con el PRD en pos de esa cuestión tan llamativa y fácil de venderle al gran público, el resultado será previsible: el PRI los dejará solos; la minuta se regresará con adiciones y chipotes a la Cámara de Diputados y la última obra legislativa de Felipe Calderón se irá a la basura en espera de mejores tiempos. Será preferentemente desechada.

En esas condiciones el Pan pretendía desde el martes una audacia mayor: aprobarlo todo en “super fast track” y devolver a la Cámara de origen el documento sin una sola enmienda. Ni una coma. NI un punto. Pero con la otra mano insistía en golpear al PRI.

FINAS PERSONAS

Como es de esperarse hoy las tribus más violentas irrumpirán en torno del Senado de la República, estrangularan la circulación, pondrán en peligro a los viandantes y si tienen huevos a la mano se los tirarán a quienes por ahí circulen, especialmente si se trata de periodistas ajenos a su dogma y contento.

Por lo pronto el PRD y las izquierdas han dado cuenta de hasta donde llega su imaginación: han inaugurado la protesta (literalmente) mierdera.

Sacar de la maleta una bolsa llena de caca y embarrársela en la cara al prójimo uniformado o no, es algo más allá de todo límite para manifestar cualquier cosa, en especial la protesta política.

Excepto si se usa una muestra de la calidad ideológica o la materia del ánimo.

“Un joven se acercó a las vallas, abrió su mochila y sacó una bolsa de plástico con excremento, la rompió, extendió la mano y la embarró en la cara de un oficial. Los jaloneos subieron de intensidad. Los granaderos ignoraron las órdenes de sus jefes y comenzaron a tirar patadas y a lanzar gas pimienta contra los manifestantes”, dicen las crónicas de la prensa.

Hemos pasado del respeto a los derechos humanos para inaugurar los derechos excrementicios.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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