Ernestina Godoy trata de tener un periodo más al frente de la Fiscalía capitalina, alega que ha mejorado la atención a denuncias y eso generó críticas agrias de grupos de mujeres que ven como las carpetas por violencia no avanzan. Es el caso de Yess, quien denunció, perdió el caso porque el perito institucional no fue al juicio y ahora la amenazan de muerte

“Pero de que te chingo, te chingo”, reza el mensaje llegado al número celular donde atiende las llamadas laborales, “voy a mandar por ti”, “te voy a dar tus cinco minutos de fama”; eso y llamadas al teléfono fijo de su domicilio. Es Yess Amy, quien denunció la violación y acusó a su suegro de cometerla; el ataque sexual fue probado en peritaje médico, pero el caso se perdió porque el MP capitalino no presentó a juicio a la perito institucional que realizó dicha revisión médica. “No quiso venir, ¿yo que hago?”, fue lo que alegó la MP de Ernestina Godoy en un juicio de violencia contra la mujer.

La MP a cargo se limitó a mandar citatorios al domicilio de la perito, alguien perfectamente localizable en la Facultad de Medicina de la UNAM y que ignoró los llamados; la MP, con autoridad para hacerla llegar mediante fuerza pública, no sólo fue omisa, sino que la propia jueza del caso descubrió la displicencia con la que se estaba “buscando” a la perito e hizo declarar a los policías que habían llevado una notificación a una dirección donde se les indicó que la médico no vivía allí desde hacía meses. Eso era lo único que había hecho la MP de Godoy y el caso se le desmoronó.

Con la causa acusatoria desbaratada, la jueza desechó las acusaciones porque el elemento pericial clave no había sido presentado y validado en el juicio oral. Finalmente liberó al acusado. “Fui valiente al denunciar, pero ya lo soltaron y ahora me van a matar”, sentenció aquel 20 de mayo Yess, habitante de una de las muchas zonas conflictivas de la ciudad. Ahora, 5 meses después, su celular y sus teléfonos fijos no han dejado de recibir llamadas amenazándola de muerte.

Yess presentó la denuncia de violación el día 19 de octubre del año 2020. A casi tres años y aún sin que su apelación se haya resuelto, este 11 de octubre pasado Yess se dirigía a su trabajo y recibió una  llamada; creyendo que podría ser de uno de sus clientes, la contestó, sin embargo, esta era para amenazarla: “¿Cómo quieres aparecer?  ¡Te vamos a dar tus cinco minutos de fama en Televisa!   ¡Te vamos a destazar!”.

La amenaza no sería de una llamada, pues Yess continuó recibiendo más a su celular así como al teléfono fijo. Uno de los mensajes fue el siguiente: “¡Ya está casi listo tu asunto, vamos a darte tus cinco minutos de fama!”

Las amenazas han sido hechas a pocos días de que Yess debe declarar a la Audiencia de otro juicio en el que se ve involucrado tato el suegro: la muerte violenta del marido de Yess. Las llamadas refieren continuamente a detalles de los juicios.

Nerviosa, con las lágrimas contenidas, habla de lo que ya dijo cuando soltaron a su suegro: “De que me matan, me matan, así hacen ellos las cosas; tengo miedo, son amenazas de muerte de que me van a matar y todo por pedir justicia, por querer hacer las cosas bien y que un violador pague”.

Yess se presentó a denunciar las amenazas de muerte esta mañana en las oficinas a cargo de Ernestina Godoy. Mientras esperaba a que el MP la recibiera, los mensajes se acumularon en su celular:  “Yo quiero hablar contigo sobre Lalo (el esposo asesinado), te doy hasta mediodía para que me llames, sino voy por tu a (señala el domicilio)”.

Videos de descuartizamientos y un video de un encapuchado con nuevas amenazas también se acumularon mientras esperaba al MP.

El suegro estuvo preso, por prisión preventiva , y los acusados del asesinato del esposo de Yess también. Las llamadas y envíos de videos proceden de teléfonos con configuraciones propias de las que los reos usan, sin problema alguno para amenazar y extorsionar desde las cárceles a cargo del gobierno de la ciudad.

La MP de Erenetina Godoy que perdió el caso se encontró casualmente con los abogados de Yess recientemente. Sólo atinó a decir: “Qué quieren que haga si la perito (institucional) no quería venir)…”