A través de un video, la Fiscalía del Estado advierte a jóvenes y menores de edad para no dejarse enganchar, ya que una vez reclutados son obligados a cometer delitos para los Cárteles

El crimen organizado le sigue ganando la batalla al Gobierno Federal que con sus pobres programas sociales prometió arrancar de las garras del narco a los jóvenes de menores de edad, ya que actividades como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida no han logrado objetivos reales para impulsar un futuro que encamine a estos sectores sociales a definir algún oficio o carrera profesional, ya que los adolescentes suelen buscar ofertas de trabajo bien pagadas y sin esfuerzo, dado que los pagos de la Federación en sus programas sociales han registrado atrasos o incumplimiento en éstos.

Frente a este panorama, en Sonora, la fiscalía del estado hizo un llamado a los jóvenes de la entidad a no dejarse engañar por falsas ofertas de empleo en otros estados, muchas veces divulgadas en redes sociales, y que acaban siendo un medio para engancharlos y reclutarlos por grupos del crimen organizado. A través de un video y un comunicado divulgado el viernes por la noche, las autoridades sonorenses lanzaron un llamado de alerta en el que advierten que los cárteles captan a los jóvenes, incluidos menores de edad, “al ofrecerles un trabajo en supuestos campos agrícolas, o diversos empleos con prestaciones laborales atractivas”, generalmente en otros estados, pero luego descubren que “dichas invitaciones son engañosas con el fin de obligarlos a participar en grupos delictivos”.

De acuerdo con información de la agencia Associated Press, los cárteles de la droga en México han recurrido en el pasado a la fuerza y al engaño para reclutar a jóvenes, muchas veces menores, a los que utilizan como sicarios a sueldo, según han constatado las autoridades de diversos estados de México.

Además, la expansión de los negocios ligados al crimen organizado hace a veces complicado saber quién está detrás de una oferta de empleo.

JALISCO Y GUERRERO

El año pasado, por ejemplo, ocho jóvenes trabajadores fueron asesinados en Guadalajara, presumiblemente después de que intentaran dejar su trabajo en un Call center operado por un grupo criminal que realizaba estafas inmobiliarias.

Por otra parte, en el puerto de Acapulco, donde apenas han comenzado a llegar los turistas tras la devastación provocada por el huracán “Otis” en octubre, la violencia vuelve a estar instalada, pese a que la ciudad mantiene un fuerte despliegue de militares.

La fiscalía de Guerrero anunció el viernes por la noche el despliegue de 60 agentes para investigar “hechos delictivos” registrados en la playa.

La fiscalía no ofreció detalles sobre los crímenes, pero, según medios locales, al menos tres personas fueron asesinadas a tiros en las playas en los días previos, una de ellas presuntamente por individuos que llegaron y escaparon a bordo de una lancha.

En enero, la principal cámara empresarial de Acapulco denunció que las amenazas y los ataques de las bandas habían provocado que cerca del 90% del transporte local se viera obligado a paralizar temporalmente sus servicios.