No es necesario ser especialista en asuntos de Educación Superior paras saber cómo hierve, silencioso, el magma debajo de las praderas de Zacatenco y en las capas casi superficiales del Casco de Santo Tomás.
Tampoco hace falta mucha ciencia para conocer la marca de la camisa de fuerza cuyas costuras sujetan al Director General del Instituto Politécnico Nacional, el maestro Enrique Fernández, cuya capacidad ha sido ampliamente reconocida (basta revisara el texto de ayer de Rafael García Garza en estas páginas) pero cuyo margen de acción actual, en una institución cercada por las imposiciones de un ni siquiera realizado Congreso Nacional, es muy limitada.
Hoy en el IPN se mueven las fuerzas por cuyo concurso fue desbarrancada la directora Xóchitl Bustamante, con el pretexto de rechazar un reglamento interno. A partir de eso los activistas depusieron a una veintena de directores y se hicieron de un control autógeno y endógeno, como nunca antes habían tenido. Y ahora, al parecer, se enciende nuevamente la mecha con otro pretexto, éste aun más nimio: la adscripción administrativa del Instituto a la Subsecretaría de Educación Superior.
Quienes agitan a la comunidad con ese pretexto, hacen como si ignoraran la realidad: el IPN no es otra cosa (desde su fundación; no ahora) sino una escuela de las miles bajo la órbita de la Secretaría de Educación Pública. No tiene la autonomía de la UNAM, ni la ha querido a pesar de las muchas propuestas por parte del gobierno para lograrla, con todas sus ventajas y desventajas.
Quienes hoy defienden al IPN (o hacen como si lo defendieran sin saber cuál sería la verdadera amenaza en contra de su existencia) jamás hicieron nada por emprender el camino autónomo ofrecido, entre otros, por Vicente Fox. Los proyectos se archivaron en el cajón de la comodidad.
Pero esa es parte de la complejidad de una institución tan peculiar como el IPN cuyo proyecto original, en verdad, no se corresponde mucho con las actuales circunstancias.
Hoy los “politos” salen de nuevo a las calles de la ciudad, como hace apenas un año y medio.
Y no importa tanto analizar la justeza de sus inconformidades ni de sus peticiones, casi todas son discursivas y rimbombantes. sino advertir las repercusiones políticas para un gobierno rodeado de inconformidad por todas partes.
Por ejemplo, en la página electrónica “Izquierda Diario México” , …impulsada por elMovimiento de Trabajadores Socialistas (MTS) –signifique cuanto ellos quieran significar–, se explica parte del movimiento actual del IPN. Ya del gobierno dependerá si lo dejan crecer hasta el punto de una amenaza o no.
Dice el citado sitio web en algunos de los puntos para comprender la movilización actual:
“…Hace unos días, el Diario Oficial de la Federación, anunció la integración del IPN a la Subsecretaría de Educación Superior (SES) que depende de la Secretaría de Educación Pública (sic), actualmente encabezada por Aurelio Nuño.
“…El anuncio despertó la bronca estudiantil y ha sido recibido con enorme desconfianza por parte de los estudiantes politécnicos. Aurelio Nuño, actual Secretario de educación pública, formó parte de la organización empresarial “Mexicanos Primero”, orquestadora de la actual Reforma Educativa y que cuenta entre sus miembros a “distinguidos conocedores de la educación” en México como el dueño de Televisa, Emilio Azcárraga y de TVAzteca, Salinas Pliego (sic).
“…La decisión del presidente EPN de poner a Nuño al frente de la Secretaría de Educación en México, fue “llevar hasta el final” la Reforma Educativa basada en el recorte de derechos laborales a los maestros y en degradar hasta el máximo la formación de cientos de miles de niños y jóvenes (sic-plus).
“…Con sana (re sic) desconfianza, los estudiantes politécnicos se han comenzado a organizar y a tomar las calles contra esta medida, con asambleas de 300 a 400 estudiantes en por lo menos 26 escuelas y estallido de paros estudiantiles en 7 dependencias por ahora.
“…Dos movilizaciones espontáneas (ultra sic) se registraron en la Ciudad de México de entre 15 mil y 20 mil estudiantes cada una el 14 de abril. Y el 15 de abril, hasta el cierre de estas líneas, 3000 mil estudiantes rodeaban la Rectoría de la Universidad Autónoma Metropolitana (donde se encontraba el secretario Nuño en una sesión académica) …”
–Mientras tanto Aurelio Nuño pierde el tiempo en sucesivos desafíos a López Obrador para debatir la Reforma Educativa.
O sea, no entiende que no entiende los signos del tsunami por llegar.