La fallida tecnocracia, cuyas carencias son evidentes en todo cuanto emprende, no tendría razón para comprender la cultura. El gobierno ha cerrado de manera definitiva la representación mexicana en la UNESCO, la cual como todos sabemos es la oficina de las Naciones Unidas para le Educación, la Ciencia y la Cultura
En repetidas ocasiones escuchamos a los políticos (de cualquier partido) cantar emocionada loas a la cultura mexicana. Bueno, hasta sus ojitos entornan cuando miran Teotihuacán, Palenque o los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Hace muchos años un ex embajador mexicano en la Gran Bretaña me decía lleno de anacrónica ingenuidad: el destino de México es convertirse en una potencia cultural; así como otros muchos son potencias económicas o tecnológicas, como si la economía o la ciencia no fueran parte evidente del avance cultural y nosotros estuviéramos condenados a repetir nada más los versos de Amado Nervo o la nostalgia de la muerte de Gorostiza.
Por desgracia los gobiernos de este país a lo largo de muchos años no han conocido la verdadera naturaleza de la cultura. No lo saben, la confunden con la erudición de algunos exquisitos o con la grandeza desaparecida.
Sin embargo, algo se ha avanzado en materia de preservación y divulgación, así no se tenga una idea clara de los motivos para hacerlo.
Pero la fallida tecnocracia, cuyas carencias son evidentes en todo cuanto emprende, no tendría razón para comprender la cultura. Como no tiene dinero para nada (excepto para negocios como la cédula de identidad o los festejos escenográficos del Bicentenario), el gobierno ha cerrado de manera definitiva la representación mexicana en la UNESCO, la cual como todos sabemos es la oficina de las Naciones Unidas para le Educación, la Ciencia y la Cultura.
Un preocupado lector me envía estas reflexiones:
“…México es el país de América con más sitios (clasificados como) Patrimonio de la Humanidad y el sexto en la lista mundial. La SRE pone énfasis en el ahorro económico. ¿Habrán pensado en el enorme gasto moral y cultural que representa la decisión tomada? ¿Quién representará con vehemencia los intereses de México en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura?
“Desde luego fue un error haber designado como representante de México a Homero Aridjis, al que se nombró sólo por las simpatías que mostró por el candidato Calderón; México tiene personalidades suficientes para ocupar el cargo con dignidad…
“…Para colmo, la nueva presidenta de la UNESCO, búlgara, llegó ahí por una maniobra de negociación de Obama que manejó Hilary Clinton, que impidió así la llegada de un árabe a ese puesto (el candidato fuerte era el egipcio). ¿Pensará EU que desaprobamos la decisión porque nuestro candidato era el egipcio…?
“En fin, la decisión, para ahorrar cacahuates, tiene muchas aristas, pero la más importante es nuevamente evidenciar el desprecio que se tiene por la cultura”.
LA IRA DE DIOS
Indignado, preso de la santa ira, me escribe un lector llamado Jesús de Anda después de leer la columna “Con el Jesús en la boca” publicada aquí anteayer.
“Estimado (menos mal; si no…) Cardona:
“Qué lástima que se te vea a leguas el odio a la religión católica; no importa, Dios no se queda con nada, ya lo sabrás (¡huy!). Y por otro lado, ojalá y como defiendes a estos rufianes hubieras defendido a México cuando eras parte del RIP, qué lástima que te falte humildad para juzgar; debes ser perfecto, te felicito, y dime cómo le haces”.
¿Cómo le hago? Pues sustento mis dichos y los mantengo. No le tengo odio a la religión católica ni a ninguna otra, pero la Iglesia católica está violando la ley con el consentimiento del gobierno. Eso ya lo he demostrado.
Lo demás no me interesa. Y sólo opino de las cosas públicas como la ley de todos. La metafísica no es ni de mi conocimiento ni de mi interés. En ese sentido aparece otro espontáneo colaborador, quien opina lo siguiente:
“1.- Las reformas aprobadas mañosamente por el PRD-PT en la ALDF entrarán en vigor 45 días después de su publicación, por lo tanto se está criticando una ley que todavía no se pone en marcha.
“2.- La bronca no es contra el Estado sino contra el PRD, que ha aprobado continuas leyes que van contra los principios morales de la mayoría de la población (cristocéntrica), es decir, 98 por ciento de la población.
“Las iglesias tienen el deber de despertar en las conciencias de sus fieles que no se puede servir a dos amos, es decir, apoyar a legisladores que van por la vía del aborto, eutanasia, divorcios exprés, legalización de la prostitución y drogas, uniones homosexuales y adopción de menores, etcétera. Cuando la Iglesia dice que esto es contrario a la fe, el PRD trata de acallar a las iglesias para evitar que paguen (cobren) el costo político de sus acciones.
“En corto, a la Iglesia le vale que se casen o no los homosexuales. Originalmente, la postura del clero era hacer un simple pronunciamiento, pero no se puede quedar callada ante las adopciones, como tampoco frente al aborto. Por eso el discurso del cardenal se basa en citas bíblicas, para evitar que la gente diga: ‘el cardenal dijo de su ronco pecho’, sino que el cardenal repitió las palabras de Jesús y, en todo caso, las del Papa, quien ha afirmado que ningún católico puede apoyar a partidos políticos cuyos programas vayan en contra de la fe”.