Después de recibir la banda presidencial de manos del populista López Obrador, recibió el bastón de mando de los 70 pueblos indígenas y la comunidad afromexicana y presentó sus 100 objetivos de gobierno
La presidenta Claudia Shienbaum Pardo hizo historia este martes al asumir como la primera mujer en el cargo en 200 años de historia de México, y remarcó que dará continuidad a la ruta que ha dejado marcada su predecesor y maestro, el populista Andrés Manuel López Obrador, en una jornada en la que delineó las prioridades de su administración.
«Amigas y amigos, el día de hoy inicia el segundo piso de la cuarta transformación de la vida pública de México», expresó Sheinbaum en un Zócalo de Ciudad de México que estuvo completamente lleno por una marea humana de simpatizantes de la 4T, la mayoría acarreados.
Sheinbaum leyó sus 100 puntos de gobierno, horas después de haber recibido en la Cámara de Diputados la banda presidencial de manos de López Obrador, quien desde este 1 de octubre pasará a la historia como el expresidente que provocó el divisionismo entre los mexicanos y por no cumplir una de las reglas de su movimiento partidista, el de no mentir, toda vez que aprovechó de ésta para desatar la polémica y presentar sus propios datos cuando le incomodaban reclamos o evidencias denunciadas por los verdaderos periodistas.
Sheinbaum prometió que en su gobierno respetará las libertades y negó que ocurra una «militarización» de la seguridad pública y un retorno a la «guerra contra el narco», que, remarcó, inició el expresidente Felipe Calderón (2006-2012).
«Les manifiesto: en nuestro gobierno garantizaremos todas las libertades, la de expresión, de prensa, de reunión, de movilización. La libertad es un principio democrático y nosotros somos demócratas, se respetarán los derechos humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo», aseveró.
Asimismo, planteó impulsar políticas de igualdad de género, reforzar la subida del salario mínimo, reducir la jornada laboral a 40 horas y la apuesta por las energías renovables en el país.
La jornada estuvo marcada por el traspaso de poder del populista López Obrador y por las constantes menciones que hizo la mandataria sobre el exhuésped de Palacio Nacional y dueño de Morena, el partido familiar con el que busca seguir manejando los hilos del gobierno, pero a distancia.
La presidenta se dio su primer baño de pueblo, sin importar que haya abundado el acarreo, luego de la recepción en la que convivió con una veintena de mandatarios, la mayoría latinoamericanos, que acudieron a la ceremonia.
Entre los invitados al acto protocolario estuvieron los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Chile, Gabriel Boric; de Colombia, Gustavo Petro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Honduras, Xioamara Castro, de Dominicana, Luis Abinader; de Guatemala, Bernardo Arévalo; y la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.
Posteriormente, Sheinbaum, recibió el tradicional bastón de mando de los 70 pueblos indígenas y la comunidad afromexicana, donde representantes de los pueblos originarios realizaron una limpia (ritual indígena de purificación) a la Jefa del Ejecutivo.
Una de las representantes de los pueblos originarios, Ernestina Ortiz Peña, señaló a Sheinbaum como la esperanza y voz de los pueblos indígenas.
“Tú eres la voz de las que no tuvimos voz por mucho tiempo, eres la voz de nuestro pueblos, con dignidad eres la voz la esperanza que nosotros teníamos, las mujeres indígenas estamos de fiesta”, enfatizó.
El hecho de ser la primera mujer al frente de México tras 200 años de la república y los 500 años desde la conquista española, fue uno de los elementos más destacados entre sus simpatizantes.
«Estoy feliz, feliz porque muchas veces decimos si llega una llegamos todas, es una inspiración para todas nosotras como mujeres, tenemos la confianza de que haya más programas, más reconocimiento de nuestros derechos, que haya alguien que nos respalde», afirmó, visiblemente emocionada, Magda Morán, uno de las miles de simpatizantes congregadas para escuchar el discurso de Sheinbaum.
Sheinbaum aprovechó para anunciar la agenda de su primer día de trabajo oficial: conferencia matutina a primera hora siguiendo la estela de las conferencias de prensa «mañaneras» de López Obrador y por la tarde viaja a Acapulco para supervisar la situación tras el embate del huracán “John”, que ha dejado una veintena de muertos, miles de damnificados e infraestructura devastada.