delito

Fin de semana con Rafael Cardona

De pronto, cuando ya es quizá demasiado tarde y en derredor nuestro advertimos la pudrición generalizada, nos damos cuenta de cómo hemos hecho todo al revés, de cómo la estructura del sistema de “justicia” fomenta el delito en lugar de reprimirlo.

Vemos con horror el absurdo de una división y una subdivisión entre delitos del orden común y el federal; la gravedad y la levedad, la punición y la tolerancia y todavía es peor darse cuenta de la increíble pasividad de las autoridades complicadas todas en defender sus áreas de competencia (¿incompetencia?) en un juego infinito de espejos enfrentados donde la realidad se refleja parcial y distorsionada.

Los militares contra los delincuentes, a veces se llevan entre las espuelas a las autoridades cuya complicidad deja de ser una sospecha para convertirse (o ser convertida) en una evidencia; la autoridad federal en sentido contrario a la autoridad local. Las procuradurías, una contra la otra.

Pero eso es en lo institucional. En las calles la carrera se inicia con los delitos “menores”, se continúa con un Ministerio Público, omiso y corrompido, sigue con infracciones mayores y termina en la delincuencia organizada cuyos centros de operación encubierta en muchos casos son los reclusorios, paradójicamente el lugar más seguro donde delinquir sin temor de caer preso.

Y para colmo, frente a la gravedad del problema, el Estado responde con una guerra cuya finalidad es acabar con las cabezas de las organizaciones llamadas “cárteles”, mientras poco se logra frente a los pequeños delitos de cada día cuya comisión cotidiana es una siembra de huevos de serpiente por todo el país.

Al menos esa es la sensación general cuando se conocen los análisis relacionados con el más cruel de todos los delitos; el secuestro.

Datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad Pública nos dicen lo siguiente: en la actualidad están presos 7 mil quinientos catorce secuestradores. Ninguno de ellos cometió el delito solo una sola vez. Ninguno de ellos se hizo secuestrador de la noche a la mañana. Todos comenzaron cometiendo otros delitos. Faltas pequeñas.

Si se les hubiera castigado justamente en el primer asalto callejero, si se les hubiera “monitoreado” desde la primera incursión en el campo del delito seguramente no habrían cometido la segunda ni la tercera. No habrían llegado al asalto a una familia dentro de la casa, no podrían robar un trailer lleno de mercancía ni mucho menos cometer su primer homicidio.

Como dijo Werner Herzog, los enanos también comienzan desde pequeños.

En este país el 94 por ciento de los delitos son patrimoniales. Es decir, robos. Asaltos en la vía pública, a los transeúntes, en el transporte público, en las casas y las calles. El asaltante, el ratero, el ladrón es el novicio en el ministerio del delito cuyo obispado viene a ser el secuestrador. Todo el delito es progresivo.

Por eso la más eficaz fórmula de prevenir el crimen fue iniciada en Estados Unidos mediante la tesis de la “ventana rota”. Quien rompe un vidrio puede después romper otra cosa. Por eso no se le debe tolerar la primera infracción. Esa es la más punible de todas, como en el caso del alcohólico: debe evitar el primer trago. Así se evita todo lo demás.

Pero si ya hemos hablado de esta teoría de la vidriera rota recordemos un poco cual es su origen:

“… La estrategia se basa en una idea llamada la «Teoría de la Ventana Rota» expresada por primera vez por el politólogo James Q. Wilson y el criminólogo George Kelling en un artículo para “The Atlantic Monthly” en 1982.

“La teoría sostiene que si alguien rompe una ventana en un edificio y no se la repara rápidamente, otros se verán alentados a romper más ventanas. Eventualmente, el vidrio roto crea una sensación de desorden que atrae a los criminales, quienes prosperan en condiciones de abandono y apatía por parte del público.

“La teoría se basa en un experimento llevado a cabo 26 años atrás por el psicólogo de la Universidad Stanford, Philip G. Zimbardo. Este tomó dos automóviles idénticos, colocó uno en una calle de un barrio de clase media en Palo Alto y el otro en el duro Bronx. El auto del Bronx, que no tenía las placas y estaba estacionado y con las ventanas bajadas, fue desvalijado en menos de un día. El automóvil en Palo Alto permaneció intocado durante una semana, hasta que Zimbardo hizo añicos el parabrisas. En el término de pocas horas, también fue desguazado”.

Eso nos enseña algo: es más sencillo corregir las cosas al principio. Una vez complicadas y extendidas, cuando ya han recorrido un camino para cuyo tránsito es necesaria la corrupción, todo es más difícil por no decir, imposible.

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Los resultados en las elecciones del cinco de julio nos han llevado a muchos escenarios analíticos. Uno de ellos, quizá el más chocante es el “automatismo”. Según esto el futuro ya esta escrito y parte de él es la ruina del panismo en la elección del 2012. No es tan sencillo.

Pero hay otra corriente igualmente superficial y en sentido contrario: el PRI se va a derrumbar y con él Enrique Peña Nieto quien sustenta su fuerza en la simple apariencia mediática.

Quienes sostienen esto, omiten los verdaderos méritos del gobernador del estado de México, cuya capacidad ejecutiva se comprueba con el cumplimento de más de 400 de los compromisos adquiridos en la campaña electoral (fórmula de presentación ante el electorado asumida ya hasta por organizaciones no gubernamentales como el SOS de Alejandro Martí) y cuya gama va desde los hospitales y las carreteras hasta las aulas, escuelas, universidades y tecnológicos. Es decir, obras perdurables ajenas a la esfera mediática.

Y los resultados electorales en el estado de México, son muestra de la potencia política de alguien a quien han querido subestimar con el fácil recurso de su presencia en televisión. Eso nada determina. Por ejemplo, nadie supera en los medios al presidente Calderón y cuando Germán Martínez lo promovió como un activo electoral, el PAN se vino abajo.

Revisemos estos datos: Actualmente el congreso del Estado de México está conformado por 75 diputados. En 2006 el PRI ganó 19 distritos locales de los 45 existentes en el Estado. En 2009 ganó 40 diputaciones locales de mayoría relativa. Por eso no tiene diputados de representación proporcional, pero sus 40 de mayoría le permiten dominar la Cámara local.

En cuanto a las diputaciones federales, el Estado de México tiene 40 distritos. En 2006 el PRI ganó 7 distritos. En el 2009, triunfó en 38. Sumado a los diputados plurinominales el estado de México tendrá la mayor parte en la representación del PRI en el Congreso.

Pero en la política territorial las cosas son sorprendentes: En la elección de 2006 el PRI tenía 54 de 125 municipios. En la elección de 2009 subió a 97.

Lo más importante fue recuperar 20 ayuntamientos de alta importancia, como la capital, Toluca (PAN), y el “corredor azul”: Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán; además de los dominados durante años por el PRD como Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chalco, Valle de Chalco, Texcoco y Metepec (PT).

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Las organizaciones internacionales se crean siempre a partir de los cambios mundiales en la estructura del poder o la economía. Lo mismo la Organización de las Naciones Unidas o el Banco Mundial.

A cada transformación militar o económica –como la actual con su rostro de honda crisis–, surge una forma de asociación supranacional, no importa si se trata (como en su tiempo) del Pacto de Varsovia o la Organización de Tratado del Atlántico del Norte.

Por eso ahora es importante para México –sobre todo cuando vemos las cifras del derrumbe de doce por ciento en el PIB, suficientes para salir corriendo–, observar con detalle los movimientos de un nuevo grupo internacional, el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) sobre cuya primera reunión el Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales tiene un análisis muy interesante.

De acuerdo la mencionada organización, los países del BRIC disputarán el poder político y económico del siglo XXI. El planteamiento del futuro será la multipolaridad (intereses combinados de muchos países) como factor de equilibrio ante las tendencias unipolares (hegemonía) o en el mejor de los casos bipolares (equilibrio entre dos) tomando como actores a los Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea (UE).

Sin duda, el potencial de las naciones del BRIC es enorme: sus cuatro integrantes representan 41.6 por ciento de la población mundial, 22 por ciento de la superficie del planeta y 27 por ciento del PIB global: China es el quinto del mundo, seguido por Brasil (10), Rusia (11), y la India (12). Suman 15 por ciento de la economía del planeta y reúnen 40 por ciento de los recursos naturales. Eso sin contra con sus inmensas reservas monetarias.

Según Goldman Sachs estos cuatro países pueden convertirse en las economías dominantes hacia el año 2050, con un PIB combinado de casi 35 billones de dólares. En escala, serían las más grandes potencias en la escena global.

También conforme a Goldman Sachs, México tiene todo para integrarse al grupo BRIC (se transformaría en BRICM), pero para conseguirlo debe desarrollar aun más su estructura productiva. No obstante es lógico considerar la existencia de tiempo e interés del sector público y empresarial mexicanos para trabajar rumbo a ese objetivo.

La cumbre del BRIC en Ekaterimburgo hace unas semanas, adquiere mayor relevancia en las circunstancias latinoamericanas actuales, ante una política sumamente ambigua del gobierno estadunidense presidido por Barack Obama.

Los analistas y expertos latinoamericanos en toda la región, frente a la política exterior de Washington, advierten cambios de forma, pero no de fondo como quedó claro en la V Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago, el abril pasado.

De acuerdo con esa experiencia Estados Unidos dentro de su esquema de predominio hegemónico condiciona las preferencias económicas y comerciales, a la aceptación de políticas por parte de los países beneficiarios de su “generosidad” geopolítica.

Por consiguiente, América Latina debe reorientar sus prioridades hacia un futuro cada vez más cercano.

Los analistas del prestigioso e influyente diario financiero alemán Handelsblatt, reconocido como uno de los más serios y certeros del mundo en estos campos, consideran a los integrantes del BRIC como la parte más importante y dinámica de la economía mundial y les otorga la responsabilidad de colocar las bases de la recuperación futura del sistema financiero internacional y la fundación de un nuevo orden global.

Alexander Rar, experto del Consejo de Política Exterior de Alemania, en la actual coyuntura internacional, cuando es evidente el desplazamiento global de los centros de poder, considera un grave error minimizar o desestimar el papel presente y sobre todo futuro del BRIC.

A su vez, en vísperas de la dicha cumbre, el presidente brasileño Lula da Silva publicó en el diario español El País (16 de junio de 2009) un importante artículo, donde afirma (sobre la reunión):

“…no es sólo la primera cumbre de BRIC. Representa un hito importante en la relación de nuestros países con un mundo que está experimentando cambios profundos. Sellaremos el compromiso de ayudar a ofrecer respuestas nuevas para viejos problemas y un liderazgo audaz frente a la inercia y la indecisión”.

“…vivimos en medio de paradigmas rotos e instituciones multilaterales en declive. La actual crisis económica no hace sino aumentar un sentimiento creciente de complejidad e impotencia ante el cambio climático y el peligro de escasez mundial de alimentos y energía. Es evidente que la sociedad moderna debe revisar un sistema que desperdicia de manera brutal los limitados recursos naturales de la Tierra y, al mismo tiempo, condena a miles de millones de personas a la pobreza y la desesperación”.

Si se mantienen las actuales tasas de crecimiento, los países del BRIC –y más aún si México se integra al grupo–, superarían en 2050 a las economías de las actuales potencias.

Mientras Estados Unidos insiste en invertir tiempo y recursos en riesgosos juegos geopolíticos en el oriente de oriente de Rusia el gobierno del presidente Medviédev crea y consolida nuevas realidades económicas y políticas en el centro de Eurasia y una plataforma global de proyección a partir del BRIC.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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