Con demasiada frecuencia escuchamos las mismas voces; advertencias, diagnósticos, análisis y con recurrencia viene a nosotros las promesas de eternidad prolongada, si así se pudiera decir. Reordenar el país, reforestar, remediar la erosión del suelo, recuperar el agua, racionalizar lo irracional; es decir, lograr en los mexicanos un comportamiento distinto del comportamiento tradicional, histórico, atávico, de los mexicanos.
Y nunca se logra. Y por lo visto, no se logrará. He leído un artículo de Julia Carabias y no se aprecia en su texto ninguna diferencia de sus diagnósticos cuan do era autoridad federal en materia de ecología. Sus poderes entonces eran limitados, pero la realidad era la misma. Han pasado los años y se pueden sacar de la gaveta los mismos tristes diagnósticos. Eso demuestra la incapacidad nacional para corregir y la vocación para insistir en el error. Mala combinación la corruptela crónica con la contumacia irremediable. Veamos:
“Ahora, los anuncios son de reconstrucción. Pero no se debe reconstruir lo que inicialmente está mal construido y ubicado en áreas de riesgo. Es indispensable considerar la información generada mediante el ordenamiento ecológico del territorio y el Atlas Nacional de Riesgos, entre otros instrumentos. Sin embargo, no se hace uso de esta información: la planeación territorial y urbana es prácticamente inexistente; los asentamientos irregulares se toleran y muchas veces incluso se fomentan; numerosas autorizaciones de construcción están en contra de la normatividad vigente y no se fincan responsabilidades”.
En este sentido debemos analizar, así sea superficialmente eso de los “Atlas de riesgo”. ¿Qué son y para qué sirven?
Fundamentalmente son información y no sirven para nada. No por su mala factura o su deficiencia, si la tuvieran. No sirven por la sencilla razón de su desatención. Nadie les hace caso. El pormenorizado recuento de las zonas riesgosas, se parece mucho a la conducta de un policía cuya voz de alerta me sorprendió hace meses.
–No se vaya por allí, jefe, están asaltando mucho en esa calle.
Cuando la policía sólo sirve para decir dónde asaltan, pero no impide los asaltos, es como el “Atlas de riesgo”; cuya capacidad descriptiva resulta letra muerta. Aquí hay suelo minado, aquí hay una ladera de inminente deslizamiento, aquí hay una falla, esto es zona sísmica, etc,.
Y sin embargo la información se desatiende. O –peor– se ignora.
En esas condiciones se deben revisar las palabras presidenciales de hace unos días: el presidente Peña dispone una investigación sobre quién, cómo y con cuáles razones autorizó construir en las zonas húmedas entre Puerto Marqués y Barra Vieja sobre la zona de la Laguna de Tres Palos. Eso estaría muy bien si a tal investigación le siguiera la picota, el derribo y el traslado de quienes ahí viven, lo cual es imposible.
Si es tarea de romanos mover a una pandilla de maestros oaxaqueños del Zócalo, nadie podrá desplazar a los habitantes de la Colosio ni tumbar las casas de GEO o los centros comerciales ahí asentados para la eternidad…o la quiebra. Y si se tratara, cosa también imposible, de castigar a quienes mediante la coima o el arreglo ilegal, pues nos hallaríamos también frente a un muro de piedra. No será Ángel Aguirre quien castigue a cualquiera de los políticos mezclados en dichos asunto: todos son parte de la misma mafia.
Pero de todos modos leamos la intervención presidencial y suspiremos por una respuesta positiva capaz de derrotar nuestro escepticismo:
“…Se trata del área donde se ubican la castigada colonia Colosio y algunos de los más grandes hoteles de este puerto turístico. El gobernador Aguirre Rivero pidió investigar las irregularidades de las concesiones y permisos “irresponsables y hasta criminales, seguramente seguidos por actos de corrupción e influyentísimo”, y se sancione con todo el peso de la ley, ya sea a servidores públicos o empresarios, “que construyeron casas o comercios donde nunca debió haber ocurrido”.
Como vemos Aguirre ha pasado de ser un desastroso político a un pésimo humorista.
********************
Pero no sólo en estas húmedas materias somos absurdos los mexicanos. Nos las gastamos bien cuando se trata de luchar contra el viento de los molinos.
Cuando el Presidente Enrique Peña en el Palacio Nacional, en diciembre del año pasado, anunció la reforma Educativa durante su mensaje de apertura del periodo constitucional de su mandato, los aplausos hacían estremecer al viejo edificio. Bueno, hasta la maestra Elba, asistentes a la ceremonia, estaba aparentemente complacida. Hoy ya no parece estarlo tanto, a pesar de sus amparos.
La idea central de la reforma era devolverle al Estado la conducción del proceso educativo. Si se le debía devolver al Estado resulta obvio entonces preguntar quién la tenía en sus manos entonces. Y todos decían, el Sindicato.
La fuerza del sindicato de la educación no sólo consiste en el manejo del dinero. Primero, el de las cuotas; después el de las negociaciones con el “patrón”; o sea el gobierno. Desde hace varias semanas, en ese sentido, escribí en esta columna el motivo de la “insurgencia” magisterial contra la reforma, al menos por parte de los apóstoles oaxaqueños. La información reciente lo comprueba. Yo dije, 600 millones de pesos de botín anual. Pero todo esto se arrastra desde hace muchos años.
Una investigación de Alberto Serdán Rosales publicada en «Nexos», explica algunas de las «conquistas» (prebendas irreversibles) del sindicalismo magisterial oaxaqueño, verdadero amo de la vida pública de Oaxaca. Tras la lectura de estos documentos, se entiende el triste papel de Gabino Cué y la razón de tan desmesurada capacidad de protesta de la CNTE.
“…La CNTE consiguió tener para el disfrute de futuras generaciones el control de la justicia penal, de las plazas docentes, de los nombramientos de la IEEPO y un acceso ilimitado a recursos.
“La justicia. En efecto, la Minuta (firmada desde tiempos de Heladio Ramírez) estableció que el gobierno crearía una “Agencia del Ministerio Público Especial” con la función de “investigación y persecución de ilícitos que tengan como ofendidos y víctimas a trabajadores de la educación”.
“En el Acuerdo Tercero, se establece que en “la integración de la agencia ministerial, se contará con la coadyuvancia, en averiguación previa y procedimientos penales, de tres abogados designados por la Sección XXII del SNTE, cuyos honorarios serán cubiertos por el gobierno del Estado”.
“Para cerrar la pinza, en el Acuerdo Cuarto el gobierno se compromete a entregar a la representación sindical la información del estado que guarde toda averiguación previa y procedimiento penal relacionado con el magisterio. Si bien al inicio esto tenía el propósito de avanzar en las investigaciones de los crímenes en contra de maestros, con el paso del tiempo se convirtió en una eficiente máquina de impunidad.
“Las plazas. Otra joya de la corona es el control de las plazas y de la dependencia encargada de regir los destinos de la educación. Para tal efecto, a los reglamentos vigentes desde los años 40 que dieron poder al SNTE “charro”, en la Minuta se sumó el Acuerdo Décimo en el que “el gobierno del estado, por conducto del IEEPO y conforme a la legislación aplicable otorgará un banco de plazas como patrimonio de la Sección XXII del SNTE” .
“A su vez, los acuerdos Decimoprimero y Decimosegundo instituyen que “se respetará el procedimiento ya instituido en la selección y nombramiento de funcionarios de los distintos niveles educativos” de la estructura orgánica de la dependencia al tiempo de que “la selección y nombramiento futuro de funcionarios del IEEPO como resultado de las propuestas de la representación seccional, serán respetadas en la forma y términos acordados con antelación”. Como consecuencia de este acuerdo, acorde con fuentes gubernamentales el 98 por ciento de los actuales funcionarios de la IEEPO fueron nombrados en su momento por el sindicato…
******************
El coordinador de los diputados del PRI en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones, reconoció en la alternancia de los últimos años en México, la prueba de una democracia más madura en la cual, sin embargo no se logrado un correspondiente crecimiento económico sostenido, para reducir la desigualdad social, la cantidad de pobres y el abatimiento del hambre. Hoy, con las reformas propuestas, se abre la posibilidad de lograrlo si todos los partidos se comprometen y hacen posible el cambio nacional. De lo contrario, todo seguirá como siempre: únicamente en el discurso.
Por cierto en la Cámara de Diputados se tiene proyectado realizar mesas redondas para analizar la la propuesta de Reforma Fiscal enviada por el Ejecutivo. Beltrones ve en este ejercicio la posibilidad de lograr acuerdos en torno de un nuevo orden hacendario, “para crecer, para disminuir la desigualdad para que paguen los que más tienen”.