Dos hechos han convulsionado o al menos perturbado a los militantes del Partido Acción Nacional.
Y frente a uno de ellos (el llamado “Tercer Michoacanazo”; o sea la anulación de las elecciones locales), la “mano amiga” nos ha entregado un dato altamente revelador de la naturaleza de las decisiones presidenciales en cuanto a la lucha contra la delincuencia organizada.
Pero vayamos por partes en cuanto a esos hechos.
El primero, el destape de Ernesto Cordero, por “motu proprio” o inducido por la autoridad presidencial el resultado fue un petardo de padre y señor mío. Y el segundo, la siembra del proyecto nugatorio del proceso electoral en Michoacán con las previsibles consecuencias federales.
En el caso inicial algunos panistas se sintieron humillados por la sugerencia de conocer y más aun reconocer a un candidato “oficial”.
¡Dios mío!, dijeron. Cómo vamos a caer en la fea conducta del dedo magnífico.
Por ejemplo, el delegado del Partido Acción Nacional en el Estado de México, el señor Javier Corral, quien divide su tiempo entre la representación popular, el trabajo partidario y la AMEDI, ha dicho en su página personal:
“…El destape más sonoro fue el de Ernesto Cordero, con el que se formaliza el hecho de que el equipo político más cercano al Presidente Felipe Calderón está de su lado, y ello conduce a la conclusión de que el mismo presidente y su esposa Margarita lo están…
“…El equipo gobernante tiene pues candidato, quedan en el camino personajes de gran valía como Alonso Lujambio y Javier Lozano. La opción es legítima y se vale, que los que gobiernan tengan su preferencia y busquen darle continuidad a su proyecto con cuadros a los que consideran leales o incondicionales.
“Cordero es el ánimo presidencial un hombre confiable, y hay que agregarle dos cualidades que a lo mejor no querrán reconocerle sus adversarios: es un profesional en su conducción de servidor público y un político serio. Por eso es el primer secretario de Hacienda de corte panista. Ni más ni menos que el que rompió la “transversalidad” priista en esa estratégica área del sector público federal. Y lo ha hecho bien, porque es un técnico que maneja bien el tema de la economía y ese será sin duda, el filón más importante de los logros a mostrar al electorado”.
Después de este elegante elogio en el cual se coloca pero no se compromete, deberíamos analizar dos frases más de este caballero: una para confirmar desde dentro la preferencia del presidente Felipe Calderón y su esposa y le adjudica un descarrilamiento automático de las posibilidades de Lujambio y Lozano.
Quizá valga por ser la opinión de un “insider”; un hombre del interior. O quizá por eso mismo sea para dudar. ¿Palabra sabia o mano amiga?
Y en ese mismo sentido de las simples o dobles o triples intenciones de las palabras, es notable una revelación del ex presidente del PAN (ese sí por “dedacísimo”), Germán Martínez, michoacano para más señas, quien explica el origen de las decisiones presidenciales en torno de la seguridad pública.
“… El PAN no debe dudar –dice GMC en un artículo publicado ayer en REFORMA–, Luisa María Calderón no está compitiendo internamente por ser hermana del Presidente. Tiene una biografía anterior y propia, reconocida recientemente hasta por Cuauhtémoc Cárdenas”.
Hasta ahí el lagoteo va muy bien. Pero sigue la mata:
“La «Cocoa», como le dicen, además de conocer cada municipio michoacano, es quien empuja y alienta al Presidente a encabezar esa lucha contra los delincuentes de Michoacán y de todo el país. «Cocoa» tiene el carácter para seguir la batalla de su hermano, y tiene más influencia en el ánimo personal del Presidente que cualquier secretario de Estado”.
Hoy, por fin, sabemos el origen de la decisión presidencial de militarizar la seguridad pública en su estado natal y el resto del país: un empujón de su hermana quien además lo alienta y es una segura seguidora de esa política. Y como no, si es suya.
¿Es este análisis de adhesión del ex presidente panista, un verdadero respaldo a la señora Luis María o se trata de una pequeña venganza por haber sido removido del cargo sin un visible premio de consolación ni en el gabinete ni fuera de él? No lo sabemos todavía, pero la explicación deja muy mal parado al presidente quien nos ha dicho muchas veces otras muchas cosas distintas.
¿Le debemos creer a Germán en la feble voluntad de un presidente quien accede a sacar al Ejército de sus cuarteles nada más por las sugerencias y aliento de su hermana?
LEGITIMIDAD
Muy serios en su auto designado papel los jueces de la República emiten su sentencia bajo el rayo del sol.
Dichoso México, además de un Presidente Legítimo, ya tiene un Poder Judicial legítimo.
De su rectitud justiciera no se han salvado ni los poderes ni las instituciones. Ni la SCJN, ni la Procuraduría, ni el IMSS ni la CNDH ni nadie. Y además emiten sentencias de inhabilitación y servicio comunitario.
Es una verdadera cosa de ópera bufa.