Las modificaciones a la ley del Amparo, con todo su componente de exageración crítica por parte de quienes en esta garantía hallaron protección justa pero también escudo ventajoso para prolongar hasta el infinito situaciones de hecho, a menudo contrarias al espíritu legal, han obligado a la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la TV a desplazarse hacia una postura al menos ambigua.
Obviamente las modificaciones, como todo cuanto en este país ocurre durante un periodo presidencial determinado, le serán adjudicadas, en su totalidad o parcialmente, al presidente Enrique Peña. Y ante esa circunstancia la Cámara ha ofrecido una prudente declaración:
“Durante la sesión del Consejo Directivo de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión celebrada esta tarde, los consejeros acordaron, a propuesta del presidente Tristán Canales Najjar, analizar con serenidad y profundidad la Ley de Amparo, aprobada el día de hoy en lo general y en lo particular por legisladores de todos los partidos representados en la Cámara de Diputados.
“Tristán Canales Najjar, presidente de la CIRT, aseguró que la Cámara seguirá haciendo una defensa proactiva de sus legítimos intereses, “pero lo haremos por los cauces indicados, sin confrontarnos con la autoridad”. Es decir, señaló, fortaleciendo el diálogo y asumiendo una colaboración respetuosa con las instituciones del Estado”.
Tan cautelosa actitud (la defensa proactiva de sus legítimos intereses sin confrontación mayor), contrasta con la exultante adhesión hacia Enrique Peña expresada, también por el presidente de la CIRT, Tristán Canales, quien dijo hace apenas unos meses:
“Hace exactamente un año, todavía como precandidato del PRI a la Presidencia de la República, usted compartió con nosotros su compromiso de trabajar por un Estado eficaz, que responda a los anhelos de los mexicanos y respete sus derechos.
“Por eso, es especialmente significativo este encuentro. Porque nuestra Industria ve en Usted, no sólo al político de innegables resultados, sino también al ser humano sensible cuyo compromiso superior es construir un mejor futuro para nuestros hijos.
“Una vida dedicada al servicio público; pero sobre todo sus resultados que han beneficiado y mejorado la calidad de vida de muchos mexicanos, nos dan la certeza de que en los años por venir, el gobierno de Enrique Peña Nieto será un gobierno de bienestar y de progreso para nuestra Nación.
“Y en el propósito de construir una Democracia de Resultados -como usted ha comprometido-, sepa Señor Presidente Enrique Peña que de manera permanente, incondicionalmente, su Presidencia contará con el apoyo de los industriales de la radio y la televisión. México enfrenta urgentes problemas cuya solución demanda la acción decidida y responsable de todos los agentes económicos y de todos los actores políticos”.
Obviamente lo primero no anula lo segundo, pero por cautela es muy conveniente para un político (y Canales lo es de la cabeza a los zapatos) suprimir de su discurso las palabras absolutas. ¿Apoyo permanente e incondicional?
Como dijo un cínico, depende de las condiciones…
CASSEZ
Recibo este correo escrito en “franpañol”:
Estimado Rafael Cardona,
“A pesar de que nos compartimos en totalidad su punto de vista sobre el estatus jurídico de Florence Cassez (delincuente-inocente), ya que nosotros defendemos que fue liberada después de que todas las pruebas en su contra fueron declaradas ilegales, al igual que opinamos que es totalmente inocente de los hechos de los que se la acusaron, le queremos felicitar por su artículo dedicado al aclarecer (sic) el papel que desempeñaron Isabel Miranda de Wallace, Alejandro Martí y María Elena Morera.
“Estos activistas vinculados con la administración anterior calderonista impidieron en su momento el traslado de Florence a una prisión francesa, por lo que la defensa de Florence Cassez tuvo que alcanzar otros niveles.
“Después de la negación del traslado, no tuvimos otra opción para lograr la liberación de Florence que el camino más largo y más difícil de la queja ante la Suprema Corte de Justicia para invalidar todo el proceso y comprobar que se había condenado a una persona cuya culpabilidad nunca había sido comprobada”.
El correo dice más y ofrece información complementaria cuya delicada naturaleza me obliga a mantenerla bajo reserva, pero aceptaré la oferta de la “Association Florence Cassez por la Défense desde Droits Humaines” en cuanto al acopio de ciertas revelaciones. No importa si para hacerlo debo viajar a Francia.
Al fin y al cabo, una bomba noticiosa del tamaño sugerido por su mensaje, bien vale, como París, una misa.
AGUASCALIENTES
El grupo de mujeres policías –minifaldas, medias negras; lentes oscuros– (“Copmates”, les llamaríamos) nos recuerda inevitablemente el escudo de esa entidad: la boca roja, la cadena rota, el desgajamiento de Zacatecas. ¿Irá por ahí la historia actual?