López Obrador inauguró en diciembre pasado una obra inconclusa con solos dos rutas en servicio de siete en total; la misma tónica se vivieron al inaugurar el AIFA y la Refinería Olmeca
Se cumple un mes del inicio de operaciones de la inconclusa obra del Tren Maya y la realidad en su servicio aflora, con retrasos, fallas y sin pasajeros, lo que es reflejo de la operatividad del gobierno populista de Andrés Manuel López Obrador, que ordenó la construcción de varias obras y en su inauguración ninguna estaba terminada, tales son los casos del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), en el Estado de México; la Refinería Olmeca o Dos Bocas, en Tabasco y el Tren Maya, que de siete rutas solo dos están operando, pero a medias.
El Tren Maya inaugurado el 15 de diciembre de 2023 con bombo y platillos fue presentado como la obra magna de la 4T, augurando que el servicio ya tendría carros completos por los 15 días que le restaban al año que recién culminó, pero al iniciar el 2024 la realidad afloró, pues en su primera quincena del año hay una baja visita de turistas extranjeros, las fallas en el servicio son cotidianas en sus dos únicas rutas de operación, además de los constantes retrasos, por lo que los responsables de esta empresa confían en que pronto llegarán los turistas que empiezan a brillare por su ausencia.
López Obrador dio el banderazo de inicio de operaciones el tramo de Campeche a Cancún el pasado 15 de diciembre, pero el ferrocarril suspendió el servicio del 28 al 31 de diciembre para el arranque de la ruta de Cancún a Palenque.
SOLO 401 EXTRANJEROS
El Tren Maya vendió 15.579 boletos en sus primeras tres semanas de operación, de los que solo 401, el 2,57 %, fueron para turistas internacionales, según el último reporte del general Óscar David Lozano, director general de Tren Maya, empresa que es administrada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena.
Prestadores de servicios turísticos en el Caribe mexicano ya buscan opciones para atraer a los turistas que viajen en el Tren Maya, y es que la obra al estar inconclusa no ofrece los atractivos que buscan los viajeros.
En un recorrido por la estación de Valladolid, en Yucatán, se observa que, aunque no viaja a su máxima capacidad y la velocidad del tren es baja, el flujo de pasajeros es constante y se ha convertido en una atracción para gente local y turistas curiosos.
Noé Rodríguez Cervera, presidente de la Asociación de Hoteles y Hostales de Valladolid, señaló que desde marzo pasado conversaron con la empresa del Tren Maya y el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur) para que los prestadores de servicios turísticos de la región se promocionen en las estaciones y paraderos del Tren Maya.
“Tenemos la intención con la parte del Tren Maya y Fonatur de promover nuestra asociación, pero de manera especial nuestro destino turístico que se llama Valladolid», subrayó el empresario.
TURISMO LOCAL
La estación del Tren Maya, señaló, es una nueva oportunidad para hacer más turismo que genere beneficios económicos para Valladolid.
«Que la gente que llegue, como hemos visto, conozca, sepa qué es Valladolid y pueda no solamente disfrutar de sus atractivos naturales, gastronómicos, arquitectónicos y muchas experiencias que se podían ofrecer, sino que se queden a dormir y que hagan más de una noche”, agregó.
El Tren Maya es la gran apuesta del populista López Obrador para acelerar la economía del sureste mexicano con más de 1.500 kilómetros de vía férrea para transporte de carga, turistas y pasajeros locales en los cinco estados de la región: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán.
Pero la obra enfrenta retrasos en la construcción de los tramos aún pendientes y que el mandatario prometió inaugurar a finales de febrero próximo.
Hasta el momento están en operación cuatro trenes con capacidad para 221 personas.
La mayor parte de los boletos se venden directo en taquillas porque el portal en línea presenta fallas.