El Partido Revolucionario Institucional se encamina a su asamblea con una decisión ya tomada en cuanto la fórmula para decidir su asunto principal:
¿Quién va a ser el candidato?
O al menos, ¿de dónde debe provenir quien sea el candidato?
La muy comentada XVII Asamblea le dio al PRI los célebres candados y como todos sabemos quien inventó los candados también inventó la llave para abrirlos o la sierra para cortarlos. Por eso fracasaron –en otro campo–, los cinturones de castidad. Debieron ser acompañados de bozales y sin llave posible. En fin.
Pero en terrenos muy alejados de esa clase de fidelidad obligada, el PRI debe preguntarse ahora varias cosas. La primera es si tiene o no una ideología.
Yo no se la he visto. Hace tiempo, se lo encargaron a Manuel Ángel Núñez Soto, hubo una comisión, para revisar o crear una ideología para el PRI.
Y pasaba por las calles una camioneta tricolor con esta grabación y la remolona voz de una señora medio gangosa… se compran lavadoras, colchones, refrigeradores, ideologías…
Los candados fueron, esencialmente un arreglo rebelde para cerrarles el paso a los “tecnócratas” y dejar el partido en manos de los nacionalistas revolucionarios, quienes como todos sabemos, no son ni lo, uno ni lo otro. Un pleito simplón entre los “neoliberales” y los “revolucionarios” cuyo origen algunos quisieron ver en la designación de Miguel de la Madrid (un semipolítico), confrontado contra Javier García Paniagua (un político-político).
“(24 horas).- Enrique Ochoa Reza, presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) declaró que no van retrasados en la designación de su candidato presidencial y que las reglas para su definición se podrían modificar durante la Asamblea Nacional, que celebrarán en una semana.
“En entrevista con Joaquín López Dóriga, el líder priista detalló: “Primero vamos a presentar a la ciudadanía nuestras propuestas, nuestras ideas, las razones por las cuales vamos a pedirles su confianza y su voto.”
“Ochoa Reza aclaró que van a definir cómo competirán en la elección presidencial “atendiendo a los calendarios de ley, después de la Asamblea Nacional” y agregó que además se establecerán las normas para asignar “las 18 mil 500 candidaturas.”
“Ochoa Reza fue cuestionado sobre la apertura de los llamados “candados” para militantes como que un candidato a un cargo de elección popular debe ser militante o que se requieren 10 años de militancia.
“Por un lado en los estatutos se establecen requisitos para aquellos militantes del partido que quieran ser candidatas o candidatos en la competencia electoral.”
“En el caso de la candidatura presidencial, el priista respondió que los estatutos “abren esa posibilidad para las distintas responsabilidades de elección, pero no para la Presidencia, aunque admitió que “es posible” cambiar el requisito de 10 años de militancia para la candidatura presidencial”.
Pero esto tiene un antecedente:
En enero del 2013 se instalaron mesas temáticas para darle al PRI un contexto normativo (la norma después de la realidad) cuya amplitud le permitiera estar de acuerdo con los pronunciamientos derivados de las reformas de Enrique Peña. Es decir, el Partido se acomodaba a las nuevas formas pero estas no provenían del bagaje ideológico del PRI; cual es absolutamente inexistente.
Las reformas se hicieron para encuadrar las otras reformas.
Un poco como hizo Groucho Marx, “Si mis principios no le gustan, tengo otros…”
Pero el problema es interno.
Hoy el PRI está más preocupado por eso llamado “la militancia” y menos ocupado en aquello conocido como “la ciudadanía”, entendida esta no como la condición de ciudadano, sino como el conjunto de ellos.
Los ciudadanos le han volteado la espalda al PRI.
Ha perdido millones de votos durante las más recientes elecciones y aun el desencanto es en parte producto de una bien trabajada campaña de desprestigio contra el gobierno de Peña cuyos aciertos no existen y sus errores se amplifican hasta la estratósfera, sin una buena política de comunicación pública es innegable su riesgo de abandonar Los Pinos.
Así pues los candados se van a abrir. Y eso le dará oportunidad a cualquiera, pero no cualquier cualquiera.
Cualquiera dentro del grupo de favorecidos.
En este pequeño ensayo de rebelión en la granja, al estilo de George Orwell, todos son iguales pero hay unos más iguales a otros.
SOCAVÓN
Muy complejo será explicar cómo fue posible hacer una obra de tan mala calidad, cuando ya se habían pagado 115 millones de pesos a empresas cuya finalidad era precisamente supervisarla.
Desarrollo Integral y Productividad Empresarial, Desarrollo de Ingeniería Civil y Tecnología e Ingeniería S.A., deberían ser obligadas, por lo menos, a devolver el dinero injustamente cobrado.
Este problema crece cada día, sin un solo motivo de optimismo por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y en medio de un peligro: si ese tramo del drenaje se colapsó, ¿por qué no suponer un grave riesgo igual en los demás tramos por debajo del camino?