Marcelo Ebrard inventó un puesto para Andrés Manuel López Beltrán, hijo del Presidente de México, lo que constituye un guiño directo a la dinestía familiar que ocupa actualmente Placio Nacional. Ebrard propuso una «Secretaría de la 4T» para tal fin y con tal destinatario.

Andrés Manuel López Beltrán es un operador político de su padre desde los tiempos de la campaña 2012; hoy domina el panorama interno de Morena en la Ciudad de México a través de Sebastián Ramírez, su subordinado y a quien impuso primero como vocero de Claudia Sheinbaum y después como líder del partido en la capital del país. En la práctica, Andrés hijo es un metafuncionario con poder sobre el partido e ingerencia en el gobierno local.

José Ramón López Beltrán, otro hijo de AMLO y conocido por sus escándalos de Junior, colabora estrechamente con su hermano Andrés cuando es necesario. En contra de lo que muchos suponen, José Ramón si participa y contribuye en estos proyectos políticos familiares.

A los tres hijos del presidente se les conoce popularmente como los trivagos.

El apodo de trivagos hace referencia al poco apego a una vida laboral normal de estos personajes desde que eran jóvenes (llegaron a tener puestos en el gobierno de la ciudad sin asistir a trabjar).

A la fecha, ambos manejan hilos internos de Morena y acercamientos con empresarios que son beneficiarios de constratos guberanemetales.

Marcelo Ebrard, al proponer un puesto partidista para el más activos de los hijos del Presidente, hace evidente el poder de estos herederos del tabasqueño y, finalmente, les guiña un ojo para atraerlos hacia su campaña por la candidatura presidencial.