No hay plazo que no se cumpla y llegó el 7 de julio. Las incógnitas electorales se despejaron y ahora por fin más de uno ve la luz al final del túnel. Los recursos públicos comenzarán a fluir, los programas sociales se reactivarán, luego de que se embargaron para evitar la tentación de utilizarlos como carnada para los votantes y el país retomará su ritmo. Todo bajo el paraguas del Pacto por México.
La parálisis registrada en el primer semestre del año y documentada por el sector empresarial y la Secretaría de Hacienda daba cuenta que durante el primer cuatrimestre del año el gasto fue 7.1 por ciento menor respecto al registrado en el mismo periodo de 2012. Sin embargo, el titular de Hacienda, Luis Videgaray, advertía ayer que la sequía se acabó al informar que, al cerrar el sexto mes, el gobierno no registra subejercicios, pues han utilizado el 99 por ciento del gasto programado, que representan 437 mil millones de pesos.
Ojalá que así sea, dicen los dueños del capital, como Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien alertó sobre el riesgo de mantener el subejercicio del gasto federal y estatal, al advertir que se perderían cerca de un millón de fuentes laborales durante el presente año si no liberaban los recursos, pues muchas empresas se encontraban ya en niveles de supervivencia por falta de liquidez, la presión inflacionaria, impuestos y otros factores como la inseguridad, donde alrededor de un millón 389,000 empresas han sido víctimas de delito en los últimos años.
Así las cosas, en el ámbito económico, el exhorto del presidente Enrique Peña Nieto, de superar las diferencias, al precisar que: “Corresponde ahora a todos los candidatos y partidos políticos acatar la decisión ciudadana expresada en las urnas”, es interpretado como una llamada de atención y un gesto de autoridad a los que alistan sus baterías para generar líos o sacar raja en el Pacto. Peña fue claro y dijo: “México espera, que en los contendientes y sus seguidores, prevalezcan la civilidad y el reconocimiento a los resultados”. ¿Escucharon, Gustavo Madero y Jesús Zambrano?
Esperemos que sí, y entiendan que los mexicanos demandan acciones concretas en materia económica, empleo, seguridad y buen gobierno. Más allá de los discursos y planes personales de grupos, candidatos y partidos. Los ciudadanos están hartos de los amagos lanzados por los presidentes del PAN y del PRD sobre su permanencia en el Pacto por México, berrinches que no tienen cabida en este marco y suenan más a provocaciones y ánimo de buscar sus 5 minutos de fama ante sus correligionarios y enemigos. Amenazas y críticas sueltan a diestra y siniestra, pero ninguno presenta proyectos para superar la crisis que enfrentamos. ¿Hasta cuándo entenderán que el modelo paternalista ya no funciona?
Por ello, el jefe del Ejecutivo, un día después de las elecciones, intervino para reiterar el compromiso de impulsar el crecimiento, al manifestar que “el Estado es un actor económico esencial, al ser el principal consumidor e inversionista de la nación. Por ejemplo, las contrataciones públicas en nuestro país representan un importante porcentaje del Producto Interno Bruto. Ello se traduce en impactos muy relevantes para el desempeño de la economía en su conjunto. Tan sólo a las adquisiciones, arrendamientos y servicios, el gobierno de la república dedicará, en 2013, 365 mil 129 millones de pesos; es decir, más de mil millones de pesos diarios. En este sentido, y ante efectos económicos internacionales, es prioritario ejercer con eficacia el presupuesto público durante la segunda mitad del año”.
Resulta lamentable que los partidos políticos y sus dirigentes traten al electorado como menores de edad; los ciudadanos han demostrado más de una vez en las urnas su madurez. ¿Acaso ya olvidaron la alternancia en la presidencia? La entrega de despensas u otros incentivos ya no se refleja a la hora de emitir el voto, en la soledad de la mampara. Hoy se ejerce el derecho para evaluar y calificar a los gobiernos. De ahí la importancia de generar proyectos productivos e instrumentarlos. Los mexicanos demandan empleos, seguridad y bienestar, no quieren más blablablá.
El segundo semestre del año está en marcha; en puerta, el periodo extraordinario de sesiones del Congreso y el ordinario que arranca en septiembre, con reforma y leyes secundarias por aprobar. Veremos si esta nueva conformación política, registrada el pasado domingo, ayuda para que las negociaciones entre los legisladores y gobierno federal no se empantanen y hagan efectivo el tan sobado discurso de campaña de que su lucha es por México y el bienestar de su pueblo. Que se acabe la parálisis, claman miles de mexicanos víctimas de la inseguridad y el desempleo.
Vericuentos
Luces y sombras
Como decíamos en esto de las elecciones, las matemáticas se imponen y mientras, en Durango, el gobernador Jorge Herrera Caldera está de festejo doble, pues celebra el 450 aniversario de haberse fundado la ciudad y el triunfo en los 17 distritos y en 32 de 39 municipios. En el norte del país el candidato del PRI en Baja California, Fernando Castro Trenti, pide que se cambie la técnica para contar los votos: «Ahora debemos cambiar la más avanzada lap top por un ábaco, tenemos que hacer todo manualito, a la antigüita». Ni hablar, los números son fríos y en esta rueda de la fortuna a veces se está arriba y otras abajo.
Premio a la impunidad
Con el ojo cuadrado se quedaron miles de afectados por el premio que otorgó la Secretaría de Gobernación a los integrantes del SME que durante 38 días bloquearon la calle de Bucareli. Primero sus mesas de negociación, y como resultado: mil 300 jubilados, activos en el movimiento, recibirán una pensión retroactiva al 10 de octubre de 2009, más que los electricistas que aceptaron las liquidaciones en tiempo y forma. Vaya que es negocio eso de bloquear y jorobar al vecino, al peatón y al que se deje como el gobierno. Sólo falta que a Martín Esparza le ofrezcan disculpas por la desaparición de la compañía de Luz y Fuerza. ¡El colmo!
