Si hacemos un breve ejercicio de memoria recordaremos aquella lejana tarde cuando Andrés Manuel López Obrador se fue del PRD. Lo hizo a la manera de Amado Nervo: vida nada te debo, vida estamos en paz.
Obviamente no le dijo “vida” al amarillo porque sabía dónde estaba su futuro: en la organización fulgurante, veloz y contundente de un partido político bajo la denominación de movimiento, lo cual le va bien a su condición hiperquinética e incurable. Pero si dejó las cosas en tablas. Ni les debo ni me deben.
Son embargo todos sabemos leer detrás de las palabras y leer entre las líneas de un discurso. Andrés Manuel sabía cómo si ´partida iba a escindir al PRD y cómo se iba a quedar en el puro cascarón. Entonces comenzó la guerra. Y esa batalla ha tenido ahora un nuevo episodio.
Un caballero de poca relevancia en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, donde casi todo tiene poca importancia, ha torpedeado a López Obrador a través de la figura impresentable del delegado en Tláhuac, Rigoberto Salgado quien bajo las siglas de Morena, como antes del PRD, ha construido una delegación mafiosa entre narcomenudistas y mototaxistas, entre otras cosas asociadas con algunos grupos radicales de la política del extremo.
Ivan Texta se llama el voluntario perredista cuya voz sirvió para pedir, como si eso resolviera algo más allá del desprestigio, la renuncia de Salgado. Esas cosas nada resuelven. El caso de Marcelo Ebrard, en el linchamiento de Tláhuac, es prueba de cómo la separación administrativa de un cargo, sin otra consecuencia, permite el avance de las cosas.
Fox removió a Ebrard y Andrés Manuel lo catapultó hasta la siguiente jefatura de gobierno, Nadie impidió el crecimiento de la estructura mafiosa en esa zona de la ciudad de México cuya horrible realidad apenas alcanzamos ahora a vislumbrar.
Pero los crímenes cometidos por los mafiosos, más allá de la muerte del “Ojos”, no han recibido ni recibirán castigo. Ni los secuestros, ni los homicidios o los cobros de piso: Nada.
Por eso el “show” de la asamblea de pedir en su tribuna la renuncia de Salgado no es nada sino una más de las escaramuzas entre el PRD y Morena. Y va ganando Morena.
Y en este sentido vale la pena comentar dos fotografías publicadas en Crónica ayer: en una de ellas Claudia Sheimbaum (La Delfina de Tlalpan), aspirante a la bendición papal para lazarse con la candidatura a jefa de Gobierno, en contra de Ricardo Monreal y Martí Batres, corta un listón inaugural, sonriente y feliz, con Rigoberto Salgado. La obra es lo de menos.
Y en la otra fotografía, el mismo Salgado con Andrés Manuel, quien le alza el brazo en inequívoca señal de victoria. Es gráfica de la campaña en la cual AMLO les pide a los habitantes de Tláhuac votar por “Rigo”, quien gobernaría con honestidad, rectitud y bla, bla, bla… como poco después haría con Eva Cadena.
¿Le falla el detector de pícaros a Don Andrés o nomás se hace como el Tío Lolo?
PRI
Como si fuera un eco de lo escrito aquí hace un par de días, en torno del resentimiento de muchos priistas por el desdeñoso ninguneo hacia las bases tradicionales por parte de la actual dirigencia, proclive a les designaciones “por unidad”, el presidente del CEN, Enrique Ochoa fue interrogado sobre el tema y respondió de esta manera:
–Presidente, preguntarle: el día de hoy pide Ivonne Ortega a la Secretaria General que intervenga, porque considera que no se está escuchando a todas las voces priistas, porque sólo de 10 mil delegados se están escuchando a tres mil. ¿Qué opina al respecto?
— Bueno, todas las voces serán escuchadas en la Asamblea Nacional, como han sido ya escuchadas en las asambleas municipales, en las asambleas estatales, en las asambleas sectoriales y distritales. Han sido más de tres mil 60 asambleas que se han llevado a cabo, con la participación de más de 365 mil militantes del partido.
“El reto hacia adelante es establecer en las mesas plenarias que tiene la Asamblea los días 9 y 10 de agosto en distintas sedes en el territorio nacional, las propuestas concretas de solución y poder conectar con la ciudadanía ofreciéndole la soluciones a las múltiples áreas de oportunidad que tiene nuestro país”.
“Por esa razón, que todas las voces sean escuchadas, en un partido político donde cabemos todos.
“Ciertamente, seguiré escuchando los distintos planteamientos de todas las voces del priismo y a todas las voces les daremos la oportunidad de ser escuchadas en la Asamblea Nacional, en las distintas mesas de participación”.
Bueno…