–¿Podríamos pronunciar predicciones pandémicas? Para principiar, pánico, pues. 

Parálisis para proyectar paliativos. Penicilina poco potente para parar peste pavorosa. Pozo profundo parece proyectarse, pervivir. 

Perdemos pala, pico; patrones proponen plan, proyecto pastoso, pero ponen pies por peteneras, proyectados por palaciego proyectil. 

–Podéis partir para Palenque. 

–Paren, por piedad. 

Pendencias por pares producen pasquines peleoneros. Pero Peje presidente piensa profundamente. 

¿Participar?

Pacatos privilegiados. Puro perejil. Piden prebendas, préstamos plásticos; piastras perpetuas, pálidos pronunciamientos pueden paralizar polisémicos parlamentos. Perversos por plenitud. 

–¿Pierdes patrimonio? Pues pierdan platales por persona propia, por propio peculio. 

Pasaremos por prados pedregosos, pocos perecerán. Parvadas pervivirán. Perro, parvovirus, pata parada por pared palaciega. Pregones persisten. Prédica para plebeyos; popurrí populista. Playa pringada por prestamistas poco prestigiados.

Perecemos por pulmones paralizados. Palabrería para proporcionar pequeños préstamos. Pirámides picudas podrían poner puntas planas. 

Planicie primaveral para pandemia pedimos. 

Plano, planito por piedad, pensamos para plena población. Plantamos posibilidades.

Pandemia pone pastura para penco, para pelícano. Puede perjudicar Paraguay, Pachuca, Pastejé, Pernambuco, Perú, París. Pica pisos por pastes plastificados. Pasteur pone pasado para perseguir perjudiciales proteínas perniciosas. Putin pone Petersburgo.

Pasarías pordiosero por Plateros, Popotla, Pantitlán, pero por pronto periodo puedes perdonar poco parné, poquita paca, plato podrido, plata perdida. 

Pueblo perfecto, pueblo poderoso, potente, pensativo, profundo, preciso. Presume puño.

–¿Podrán potencias perversas plantar plataformas pantanosas? 

¿Podrá PEMEX producir petróleo, potenciar petroquímica para poquedumbre populosa? 

Pues podría, podría… pero perforan pozos para producir poquitas papayas. Pierden precio pero perseveran proyecto. 

Patrimonios plenos parecen perderse por plaga planetaria. Pierden portugueses, pluguen potosinos. Piensan poco por Pantaco,  poquísimo.

Pentágono pone prisa, plazo perentorio  para proveedores, para piezas pequeñas. Pijas, pinzas…

–Pero paramos, patrón…

–Pues póngase participativo, ¡platanero! 

Perfeccione procedimientos poblanos. Pegue platinos, proporcione plasma, pague plañideras, pásese pisco por pescuezo, pida Potrero, practique poligamia, pero produzca, produzca porque podemos paralizar personas pero prohibido parar procedimientos productivos. 

Pesca pescador, pero produce pargo, provee pulpo.

Piratas poco purificados. 

Podríamos pedir productos perecederos por planicies politécnicas Pordioseros porfiados ponen portafolios pornográficos para presumir pálidas prisiones. Papini pide parchís; Paganini, polifonía. 

Penélope pierde puntadas para peplo persistente. Pretendientes poco persuasivos, pasan por parvadas. 

Ponce practica péndulo, Ponciano pone par. Pelé perforaba porterías. Picador pone puya. ¿Percibes? Pegaron petardo.

Pronto pasamontañas para prevenir polvo ponzoñoso. Pastillas prodigiosas pueden poner providenciales pactos. Pero pocos proponen plebiscito. ¡Pulpos pecadores! 

Pasan portaviones por Punta Peñasco, primates purpurados, pontífices para Portales, prevarican primados, pasean pretina. Prevención prematura parla poco. 

Precisión pido. 

¿Puede, preparar “Petit Prince”, Petrarca, Pushkin, Pío, Paganini, Proudhon, Pito Pérez?

Platón pedía parejura perfecta, pareja. Pandemia pone pretexto preventivo. Príamo primero (¿príapo?), príncipe principal, primicia primaveral, ponente profesional para práctica policlínica. Programación parabólica.

Pensamos pictóricos propósitos, pero producimos pinturas poco profesionales. 

¿Pintores? Pablo Picasso, Pisarro, Piombo. ¿Piernas perfectas? Pavlova puede parecer.

Púlpito presuroso propone podridas percepciones. 

¿Podrías pedir pulque? Ponle pitahaya, ponle perejil, pásalo por pulidas punciones,  paga precio para proveedores pero primero purga palangana. Por pasamanos, pasa presuroso paño purificado.

Para pasado mañana pondremos panorama pulverizado. Piden puntilla, ¡pamplinas!, perjuró Pantaleón. Pirujas pintarrajeadas, perdidas poco presentables para poco perdurables, proporcionan pecaminoso placer para prosperar. ¿Progresan? ¡Paparruchas, pamplinas!

–¡Pásale papá..! Petate promiscuo puja y puja. 

–¡Págame, papito!

Pero puercos proxenetas ponen pómulos pugilísticamente

percudidos, puñetazos, pesario para párpados papujados.

Pensamos con perspicacia progresiva palabrería pandémica. Planicie proyectada, pasmo para próximos pendientes. ¿Pudo Papa prever plenitud? Pues parece pasmoso. 

Pedimos pruebas. Ponen pretextos. 

Pruebas, pruebas; pretextos, pretextos.  Plaga precipita plafón. Pone piedras, pedruscos, propone piélago para palabras pías.

Palabra palaciega, palabra puesta. Piel percudida paso a paso.

Podemos pepenar presupuesto por prácticas pervertidas. 

¡!Patria, patria, pareces piedra por pendiente. 

Pasas para periclitar, pontifican peritos perifrásticos. Pericos, papagayos, parlanchines pelean por periódicos, por plataformas previsoras. 

¡Paseen por perineo! ¡Pelen periostio!, pongan picota para periodistas.

Pero podrían propiciar parajes próvidos, peripatéticos permisos, parteros, paramédicos propietarios: póngales paquete propedéutico, proteja peluqueros, proscriba pitonisas,  pinte petunias, porte pistola; pata postiza, prótesis poblana.

Para pasar pandemia precisamos paciencia. Pero paciente policlínico, pierde potasio. Por poquito, pongan pliegos peligrosos.

–¿Podemos? ¿Poco, poquísimo?

Palabras postradas. Puras pavadas. Prácticamente pasamos perihelio. Pobre planeta perjudicado. Paso, paso, pasos progresivos.

Pero persiste porvenir pesadamente preñado. Pasan posibilidades por pretiles, por positivas premoniciones. ¿Puedes pensar?

Papelería pensativa. 

¿Persistiremos precauciones para próximas primaveras? Pañuelos, protectores, polizontes, policías para prisión práctica. Pues pasaremos postrados la posdata, postiza postrimería, potaje polvoriento, placa perdida, planta precoz, precipicio profundo.

Provean permanganato, proporcionen pañales.

Positivo, piensa positivo pide plastificado profeta. Piden pan; poseen peroné. Pero proveedores predatorios pulmonares piden pagos prodigiosos. Prevarican pesquisidores, ponen párpado pesado. 

–Pase, profesor.

Pedir profesionalismo puede producir pereza. ¿Pulcritud? Peor. Pulgas pisadas, pobres piojos. Probióticos pasados, prueban probeta proclive para procónsul. Prorrateas propinas.

Préstame Proceso, pide pluma. Prospección proscrita, papeluchos perdidizos, papasales prosudos; proselitismo provicero.

Por periodo prolongado proyectaron: persistirá paraíso popular, podremos poseer pollo, pavo, pato, pomada, pompón, pollera, pollino, polvorón,  pasta (pesto), polideportivo, poliéster, poetas polimorfos, porteros perdurables, Peugeot, Pininfarina, psicoterapia.  Perderemos pobreza, partiremos panqué.

Pero pura piña, pura piñata, primo paisano, ¿parecer pretérito? Primero puñaladas; primero perecer. 

Poseemos plan, proyecto, prospectiva. Persistiremos. Perseverantes, pacientes, permanentes, pétreos, puros, purificados, puntillosos. Piensen pasmarotes. Produzcan pasatiempos, pulan pasaporte, pichen ”Pegasus”, pidan pasavante.

Pero piadosamente pidan perdón. Pecados por paquetes portamos. Pero ponemos pares, presumimos pergaminos, pasamos páginas por Pessoa, por Poe, por Paz.

Piensan plebeyos palacios poderosos, pero por pronto pertrecho poseen poco. Pesada pesadilla prevalece. Putrefacta papeleta padece prédica. Publicidad preventiva para pueblo públicamente peripatético, persistente, producía pavor. 

–Precipítela por pozo. Prohibido plantear pavura, profesora. 

–Perfecto, patrón.

Pero pronto –para prenda plúmbea–, pasearán por Petatlán profesionales polidisciplinarios plurinacionales. 

Pasaron por Potomac, para ponernos platito. Pedigüeños, pedinches.

Pedirán y percibirán plata, plata pródiga. ¿Producirán? ¿Podrán presentar planteamientos posibles?

Para personal peluca, para propio provecho, positivamente. Pura pacotilla. Parecen Padre Pro. Peores por periodos pausados. 

Pasamos páginas. Padecemos prolijo peliculón. Permiso pido para partir presuroso.

–Pásele pues. Pero pare prestidigitación palabrera. Ponga punto. 

–Pues paro. 

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Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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