La discusión sobre la constitucionalidad o falta de ella en torno a la ampliación del periodo presidencial de Arturo Zaldívar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en el Consejo de la Judicatura Federal, ha terminado.

No ha sido un tribunal supremo quien así lo ha determinado. Tampoco el Congreso cuya cámara alta atropelló a los ojos de muchos el orden legal del país o la Cámara de Diputados cuyo debate en torno del transitorio perverso (de antemano desnivelado) ni siquiera comienza todavía.

No ha sido necesario. Apenas unas cuantas palabras del señor presidente han bastado para acabar con el tema. Lo demás, es mero asunto de trámite en las actuales dependencias legislativas y judiciales del Poder Ejecutivo.

La caprichuda, innecesaria, absurda e ilegal ampliación del periodo de Arturo “El mudo” Zaldívar no es constitucional.

–¿Por qué

–Porque lo digo yo. ¿Algo más?

Este fue el diálogo “mañanero” de ayer:

Interviene Dalia Escobar:

“Preguntarle, primero, sobre el tema de la ampliación del periodo de Arturo Záldivar como ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ya ayer algunos diputados de Morena –sabemos que está en la cancha de la Cámara de Diputados– se manifestaron por rechazar esta ampliación porque lo consideran anticonstitucional. Preguntarle si usted también consideraría que es anticonstitucional esta decisión que tomaron en el Senado de la República”.

“–Yo entiendo que no, que es constitucional, que no es inconstitucional, pero eso lo van a decidir en la Cámara de Diputados.

“Mi opinión ya la externé, es que el ministro presidente de la Corte es un hombre íntegro, honesto (no se habla de su honestidad ni de su integridad, lo cual está en veremos, se discute su temporalidad fuera del límite constitucional), y que ayudaría mucho en la renovación del Poder Judicial, porque urge la reforma al Poder Judicial.

 Entonces, si ya se están por aprobar leyes para combatir la corrupción en el Poder Judicial, para combatir el nepotismo en el Poder Judicial, si ya se aprobaron esas leyes y si para llevarlas a la práctica se requiere que el actual presidente continúe dos años más, porque es garantía (¿?) de que esos cambios se van a llevar a la práctica, que se van a realizar, yo estoy de acuerdo.

 “Es fundamental la reforma en el Poder Judicial. No puede haber jueces ni magistrados ni ministros que están nada más al servicio de grupos de intereses creados, que están al servicio de los potentados, no al servicio del pueblo (sic) .

“Entonces, se requiere una reforma en el Poder Judicial y si no es contrario a la letra y al espíritu de la Constitución y si así lo decide la Cámara de Diputados yo estoy totalmente de acuerdo, porque no se nos va a volver a presentar una oportunidad así.

“Si no se amplía el periodo, quien llegue va a ser más de lo mismo, va a significar más de lo mismo, más de lo anterior, más de lo que significaba el antiguo régimen. Entonces, no olvidemos que estamos aquí para transformar, no venimos (vinimos, señor) a que las cosas continúen igual…”

Así pues en el país de las maravillas las cosas se deciden cuando se discuten, pero no es necesario debatir sobre ellas porque la sabiduría absoluta del presidente, todo lo resuelve en un instante. 

Y más:

 “Han hecho los conservadores un escándalo, una bulla con este asunto, porque saben de lo que se trata. 

–¿De qué se trata? (Dalia).

–Se trata de que los jueces sigan estando al servicio de las mafias del poder económico y del poder político, eso es de lo que se trata, hablando en plata. 

–Entonces, con lo que plantea se habría buscado empatar el periodo del ministro presidente con la administración de usted, de ahí el cuestionamiento de la división de poderes que se está debatiendo…

“…Se rasgan las vestiduras diciendo que se afecta el marco legal. Se les olvida de que en el Congreso en el periodo neoliberal hicieron reformas contrarias al interés popular; es más, todas las llamadas reformas estructurales se aprobaron porque repartían sobornos.

“¿Qué no fue en la Cámara de Diputados donde se aprobó la reelección?  (resic) , ¿y qué dijeron los abogados constitucionalistas cuando eso?, ¿qué dijeron los académicos? Nada”.

Tan magniolocua vehemencia conmueve a los auditorios incautos o sin experiencia, pero en términos jurídicos carece de argumentos, carece de sustancia. Es puro bla, bla, bla, purísima oratoria pueblerina.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

Deja una respuesta