Con la celeridad de los políticos profesionales, quienes siempre hallan segundas manos para responder en lugar suyo, Humberto Mayans envió a un colaborador o amigo de su confianza (notable su inmediato envío de documentos personales del aspirante a la candidatura tabasqueña), quien me dice:

“Don Rafael Cardona, sin ánimo de polemizar le envío la renuncia que por escrito mandó Humberto Mayans, en su momento, a la dirigencia del PRD.

«Está hasta publicado en un diario de Tabasco, llamado “Presente” de ese año, que también le envío. Usted disculpará el atrevimiento de hacer esta precisión. Atentamente, Santiago Cárdenas.”

Don Santiago me envía una carta cuyo texto reproduzco a continuación:

“Villahermosa, Tabasco, 7 de noviembre de 2006. C. Leonel Cota Montaño, Presidente Nacional del Partido de la Revolución Democrática.

“Por medio de la presente solicito a usted que partir de esta fecha me sea otorgada la cancelación de mi registro como militante activo del Partido de la revolución Democrática.

“Debo señalar que desde el año 2002, en que ingresé como militante activo a esta organización política, cumplí siempre con responsabilidad y solidaridad, las encomiendas que se me asignaron por los órganos de dirección del partido, entre otros, como delegado general en los estados de Yucatán y Chiapas.

“Agradezco a los ex dirigentes Amalia García, Rosario Robles, Leonel Godoy y a los distinguidos militantes, Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Jesús Ortega, Carlos Navarrete, Martí Batres, Guadalupe Acosta, Auldárico Hernández y Darvin González Ballina las atenciones que tuvieron para conmigo.

“Asimismo mi reconocimiento a los militantes del Partido de la Revolución Democrática, en Tabasco por su solidaridad. Tabasco es Primero. Humberto D. Mayans Canabal”.

Esa carta hace evidente una renuncia, pero también sin ánimo polémico le digo a mi atento y comedido lector, el señor Cárdenas, el contenido de esta otra:

Se trata de una solicitud formulada el siete de enero de este año a la Unidad de Acceso a la Información Pública del Partido de la Revolución Democrática, en la cual la señora Concepción Sánchez Luna solicita (folio 02033711) una copia de la baja de Humberto Mayans Canabal como miembros militante “O su equivalente estatutario en caso de que lo haya solicitado”.

Esa solicitud encontró la siguiente respuesta:

“Nos permitimos informar que con los datos aportados del nombre del caso se consultó el padrón de afiliados, no encontrándose solicitud alguna de baja del mismo realizada por el C. Humberto Domingo Mayans Canabal”.

El documento en mi poder dice muchas cosas más, pero como Don Santiago Cárdenas no tiene ánimo de polemizar y yo tampoco, pues ahí le dejo el asunto.

Si el maestro Mayans (a quien conozco y estimo, por otra parte) presentó la renuncia ya comentada y reproducida aquí, alguien en la burocracia del perredé la hizo perdidiza o simplemente no le hicieron caso.

Pero eso ya no es asunto mío. Y a decir verdad, el otro tampoco. Si es candidato o no, me tiene absolutamente sin cuidado.

Yo, por desgracia, ni tabasqueño soy.

ECOS

Se pone de moda el amor.

Si en el momento de su reconciliación con Televisa Andrés Manuel anunció la construcción de la República Amorosa (y obviamente Democrática), se multiplican las alusiones a los buenos sentimientos.

En la reunión cuyo resultado fue una larga fumada a la pipa de la paz, se insistió ahora en lo amoroso y lo pacífico.

Solamente faltó cambiar el logotipo del PRD por aquel distinto de la época “hippie” (un círculo partido por la mitad con dos diagonales en la parte de abajo, como una pata de gallo), diseñado, por Gerald Holtom (por cierto durante lo peor de la Guerra Fría en 1958) como un símbolo contra el armamentismo nuclear.

Y como suele ocurrir con las ideas emocionalmente intensas, como el amor, la fraternidad (no la camaradería política propia de partidos y cofradías), la empatía honda, la verdadera solidaridad humana, casi nunca las encuentro ni en los discursos, ni en las iglesias, mucho menos en los lemas de campaña.

No me vaya nadie a decía ahora algo así como mi mano está tendida o el odio no ha nacido en mí. Por favor.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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