Para controlar y solucionar el problema de adicciones por alcohol, drogas u otras y sus consecuencias como accidentes vehiculares, detenciones por conducir en estado etílico y arresto, no es suficiente con encarcelar al responsable, sino ayudarlos a controlar sus problemas o enfermedad. Desde la máxima tribuna política de la Ciudad de México, el diputado del Partido Acción Nacional, Sergio Eguren Cornejo, presentó un punto de acuerdo para reformar y adicionar diversos artículos de las leyes de Cultura Cívica y Salud, con la intención de que quienes violen éstas, no sólo sean sancionados, sino en su beneficio los obliguen a recibir información, orientación y en caso extremo atención especializada para inhibirlos en el consumo.
En el punto de acuerdo, el panista exhorta a la Secretaría de Salud del DF actuar en conjunto con los jueces cívicos para ofrecer orientación sobre alternativas de tratamiento a conductores arrestados por detectarles altos índices de alcohol o drogas, ante la posibilidad de que esto se traduzca en adicción.
Para sustentar su propuesta al pleno, Eguren Cornejo mencionó que desde la implementación del alcoholímetro en 2003, se han realizado 101 jornadas de revisión a conductores, se entrevistaron a 134 mil 584 examinados, aplicando 13 mil 986 pruebas, con resultado de 2 mil 307 personas remitidas al Juez Cívico.
Estas acciones sostuvo demuestran el riesgo que representa beber alcohol sin control. Estudios realizados demuestran un aumento considerable en el número de consumidores de bebidas etílicas, en particular entre los jóvenes que manejan.
Esto obliga, insistió el diputado blanquiazul, a que la Secretaría de Salud del GDF, que plena, dirige, controla y valúa los servicios de medicina legal y preventiva, colabore en apoyo a los juzgados con la intención de impartir pláticas sobre adicciones a quienes violen el reglamento de tránsito, el alcoholímetro o provoquen un accidente, sean detenidos y no sólo permanezcan pasivos en las galeras.
Como labor social deben ser orientados sobre las graves consecuencias de sus actos y en caso de que la ingesta etílica o droga sea alarmante conducirlos a tratamientos de recuperación. Esta es la verdadera labor que deben hacer las autoridades capitalinas, no nada más aplicar multas y arrestos inconmutables.