En el pueblo de Cacahuatepec sus habitantes están siendo afectados por enfermedades como diarrea; temen que broten enfermedades como el dengue

Ya transcurrieron 19 días desde que el huracán Otis azotó el puerto de Acapulco y municipios de las costas chica y grande en Guerrero, y aunque el gobierno del populista Andrés Manuel López Obrador ya dio por terminada la emergencia por Desastre, los acapulqueños y habitantes de comunidades rurarles donde l ayuda no ha llegado aún, siguen clamando por auxilio y a donde han llegado las despensas, en su mayoría por ciudadanos voluntarios, el clamor es general, que las despensas que se han entregado “no alcanzan para todos”.

Uno de los casos que ha quedado en evidencia al no haber una organización para la entrega de ayuda es la que ocurre en la comunidad rural de Cacahuatepec, uno de los poblados comunales de la zona Acapulco, donde las autoridades locales controlan las despensas que llegan, primero la entregan a sus familiares en lugar de hacer un reparto equitativo, por lo que muchos de los lugareños ya no alcanzan nada de lo que a cuentagotas ha llegado.

Virginia García, habitante de esta localidad de poco más de 600 habitantes, agradeció la ayuda que ha podido llegar a esta zona, pese a lo complicado que es el acceso ya que han tenido que acceder por aire para entregar los víveres.

ARBITRARIEDAD

Sin embargo, reconoció que los problemas han comenzado porque para el reparto de las despensas existe un Comité que “no se quiere quedar sin nada” y por ello hay familias a las que no se les reparte la ayuda porque no alcanza.

“Me gustaría que los mismos marinos nos las repartieran (las despensas) porque después ya no las quieren repartir o se hace un conflicto entre las mismas familias aquí porque no alcanzan todos”, aseveró.

Virginia es una de las miles de damnificadas por el huracán Otis, que el pasado 25 de octubre impactó Acapulco en categoría 5 y que rompió el récord de intensificación de un ciclón en México, lo que según los propios datos del gobierno de la 4T la cifra de fallecidos es de 48 y de desaparecidos la cifra la mantienen en 53, aunque en la Fiscalía hay cientos de guerrerenses que siguen buscando a sus familiares que no encuentran desde el impacto del ciclón.

MANIPULACIÓN

La mujer señaló que, si bien el huracán causó daños en esta localidad, no fueron tan fuertes como en Acapulco, pero su casa sí se vio afectada ya que se quedó sin el techo de lámina que la protegía.

El sábado elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional acudieron al poblado de Cacahuatepec para entregar 110 despensas de 15 kilogramos cada una con productos de la canasta básica y 200 litros de agua, aproximadamente dos toneladas.

El plan del Gobierno, que ya declaró fin a la Emergencia por Desastre, pero en la realidad los acapulqueños y guerrerenses afectados no lo consideran así, ya que aún no tienen agua, en gran parte tampoco tienen luz (a pesar de que la CFE dice lo contrario) y las despensas no cubren las necesidades para alimentar a las familias de los damnificados. El Gobierno Federal dice que el objetivo es entregar 13.000 despensas diarias en diversos municipios de Acapulco en los próximos tres meses, pero los propios afectados acusan que éstas no alcanzan, ya que a muchos de ellos no les han llegado desde hace 19 días.

En el poblado de Cacahuatepec sus habitantes denuncian que las despensas no alcanzan para todos, por lo que han propuesto que exista una lista para que quienes no reciben una despensa un día, puedan recibirla al otro y así sucesivamente.

Virginia contó que, a casi tres semanas del paso de Otis, es la segunda vez que recibe la despensa, por lo que mientras no llegaba la ayuda se alimentaron con tortilla de maíz, ya que las familias de aquí tienen producción de este cereal, aunque se vio afectado también por el huracán.

“Ahorita el maíz no nos hace falta, pero pues los demás enseres sí, dijo”.

FALTA COMIDA

Reconoció que tras haberse quedado varios días sin luz ni agua, ya les han sido restablecidos estos servicios, pero la preocupación es la comida “lo que se escaseó son los productos de la canasta básica, aquí no hay y si hay están muy caros”.

Elisa Santiago, otra de las damnificadas de este lugar, abundó que la situación se ha complicado pues la única tienda que existía en este poblado, al día siguiente del paso de Otis se quedó sin productos.

ENFERMEDADES

“Quienes tenían su dinerito compraron todo”, mientras que las grandes tiendas en Acapulco fueron saquedas y no pudieron acudir a comprar víveres, narró.

“Ya no hubo qué comer en una semana. Nos regalaron frijoles. En mi casa se cayó toda mi cocina, todo perdí ahí, mi estufa, ya de ahí me hacía de comer con mi vecina”.

Aunado a ello, dijo, ahora la población se está viendo afectada por enfermedades como diarrea y temen que ante la situación enfermedades como el dengue broten entre los habitantes. Este sábado, la Secretaría de Salud federal anunció el despliegue de 10 brigadas en diversos puntos de Guerrero para disminuir o evitar la proliferación del mosquito transmisor del dengue, zika y chikungunya.