Por Guillermina Gómora
Basta ya de la manipulación política de los maestros en Guerrero y Oaxaca. Actúan como una mafia y han tomado el control del poder ante la ineptitud de los gobernadores de ambas entidades. Resulta inconcebible que el futuro educativo de México esté en manos de un grupo de personas que sólo busca conservar sus privilegios, alias logros sindicales sin importarles el nivel académico de ellos y de sus alumnos. Negociar la ley sólo genera impunidad, Ángel Heladio Aguirre y Gabino Cué, lo saben, la ingobernabilidad en sus estados es evidente y representa un alto costo económico y político.
El jaloneo tiene más de un mes, luego de que fue aprobada la Reforma Educativa por el Congreso de la Unión. Urgen acciones firmes que acaben con sus abusos y chantajes que mantienen como rehén a la educación. La inconformidad inició en Guerrero, siguió en Oaxaca y se fortalece en Michoacán. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) impulsa una contrarreforma educativa y como estrategia de presión ha realizado marchas, plantones, paros y bloqueos en las principales ciudades y vías de comunicación de estos estados. El próximo jueves tocará turno al complicado D.F, marcharán del Zócalo a la Secretaría de Gobernación.
La pregunta inmediata es: ¿hasta cuándo les van permitir tantos atropellos y agresiones en contra de millones de ciudadanos? ¿Acaso no existe una autoridad que vele por los intereses de los mexicanos afectados, capaz de meterlos al orden, con la simple aplicación de la ley? ¿Por qué se le permite a esta minoría de supuestos maestros fastidiar la existencia a sus alumnos, a los comerciantes, paseantes y miles de damnificados que se retuercen de coraje por la indefensión en la que viven? ¿A nadie le preocupa el ejemplo qué ofrecen estas pandillas, a los niños y jóvenes que están bajo su cargo, de que todo se arregla por la vía de la presión e impunidad? Sin duda, preocupante el futuro del país de persistir estas ilegales conductas.
Por ejemplo, en Oaxaca, los 74 mil maestros integrantes de la Sección 22, afiliada al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tienen paralizadas 14 mil escuelas distribuidas en 570 municipios de la entidad, 418 de ellos regidos bajo el sistema de usos y costumbres. El impacto negativo de este movimiento es aterrador e irreversible en un estado exportador de migrantes y con un elevado índice de analfabetismo, pues 17 de los 56 grupos étnicos que hay en el país, se ubican en la entidad. Sin embargo, eso no les importa, a estos apóstoles de la educación que tienen garantizados el pago de sus salarios, aunque no trabajen y sus 90 días de aguinaldo, claro, su lucha magisterial de los últimos 32 años les ha permitido ganar estas prebendas, que se financian con nuestros impuestos.
La anarquía en Oaxaca, también afecta a los 400 mil artesanos que viven del turismo, actividad que representa para el estado el 16.2 de su producto interno bruto y que no ha podido recuperar sus niveles desde los funestos hechos de 2006, protagonizados por la Appo y los maestros. Al respecto, los empresarios agrupados en la Coparmex revelan que cuando estas manifestaciones se extienden, como ha ocurrido últimamente con los grupos que bloquean las entradas de la ciudad y varias avenidas, las pérdidas se han contabilizado hasta en 300 millones de pesos, pues la economía de la capital representa el 60 por ciento del total del estado.
En Guerrero, la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA), confirmó que los bloqueos de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) durante la temporada vacacional de Semana Santa provocaron pérdidas económicas por un monto de 30 millones de pesos. Los docentes y sus secuaces interrumpieron el paso en la Autopista del Sol, el pasado 22 de marzo por casi nueve horas, así fue como doblegaron al gobierno de Ángel Aguirre que terminó por enviar una contrarreforma educativa al Congreso local y que hoy será discutida bajo el sitio magisterial de los cetegistas al inmueble. De aprobarse se violaría la Constitución y los acuerdos del Pacto por México. De cancelarse, seguirán las acciones de inestabilidad social.
Por ello, es de vital importancia frenar el desafío magisterial lanzado a la Federación a través de estas iniciativas estatales que buscan evitar la obligatoriedad de la evaluación y sus consecuencias que tendrán que ver con la calidad de la educación que ofrece el profesor. La rebeldía que hoy manifiestan y ejercen poco tiene que ver con el ámbito académico, lo que realmente pelean son el control de sus cotos de poder, vía la venta y herencia de plazas, el manejo de los millonarios recursos que destinan los gobiernos federal y estatal, la no rendición de cuentas de su nivel profesional y de los dineros e incluso los cargos políticos que negocian con los partidos de izquierda y los gobiernos.
En el Congreso ya suenan voces en contra de esta minoría que busca imponer su capricho al interés nacional. El diputado del PAN, Fernando Rodríguez Doval, reveló que su bancada en San Lázaro analiza, junto con otras fracciones parlamentarias, la presentación de una acción de inconstitucionalidad contra los congresos que pretendan proteger a los profesores de los efectos de la reforma educativa. Se dice, incluso, que los priistas encabezados por Manlio Fabio Beltrones, apoyarían la moción para sancionar a quien se haga cómplice de quienes se niegan a mejorar sus capacidades, aptitudes y habilidades, a través de la evaluación magisterial. Basta ya de cacicazgos y manipulaciones que sólo sirven a intereses personales y de grupo. Llegó la hora de reconocer a los verdaderos maestros comprometidos con el país y no confundir magisterio con activismo social.
Vericuentos
SCT – Senadores
Prevenir en lugar de corregir, dicen los que saben. Así que para evitar el teléfono descompuesto Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los senadores del PRI, acude con sus muchachos al edificio de Xola a un encuentro con el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruíz Esparza, para ampliar la información sobre la minuta en la ley de telecomunicaciones.
gomora@cronica.com.mx
Twitter: @guillegomora
Hace falta gobierno y aplicación de la ley. ¿qué gobernante será capaz algún día, de dejar de pagar al (los) maestro (s) que no asistan a dar clases? De otra manera ¿cuándo dejarán de subsidiar a los profesionales de las marchas y el anarquismo? Verdaderamente el pueblo está cansado de que grupúsculos de maestros y estudiantes desquicien el orden público y ninguneen a la autoridad y el estado de derecho. Ej. eso que ocurrió recientemente en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, cuando un grupo de delincuentes (pseudoestudiantes), impusieron su ley (capricho). Ojo, fue avalado por Miguel Mancera. Para mí, vergonzoso.