Por: Guillermina Gómora Ordóñez

El desgarramiento de vestiduras de los senadores panistas, por la defenestración de Ernesto Cordero al frente de la fracción, poco tiene que ver con la defensa de su líder. En el fondo, la batalla que libran es por el control del Partido Acción Nacional (PAN), que reformará sus estatutos, renovará su Consejo Nacional y la dirigencia a partir de agosto próximo. La obsesión por el poder confronta hoy a los blanquiazules y mandan al diablo sus principios humanistas.

La rebelión está en marcha, doctrinarios y neopanistas se disputan el mando. Las prácticas tribales, el dedazo, los acuerdos cupulares, el nepotismo y el compadrazgo que tanto criticaban a sus oponentes del PRD y del PRI, respectivamente, se han convertido en acciones cotidianas entre ellos. El ascenso meteórico de Cordero en el gobierno y en el partido es el mejor ejemplo de lo antes señalado. Los marearon 12 años de gobierno, se pervirtieron sus principios hasta dividirlos y derrotarlos en su estructura interna y minimizarlos como fuerza política.

Así lo confirmó un hombre emblema del panismo, Diego Fernández de Cevallos, ex candidato presidencial, al referirse a la crisis: “es una vergüenza, y creo que los panistas del país, sobre todo los dirigentes, deben tomar conciencia de que esto no puede continuar así y que debe haber responsabilidad, talento, mesura, y mucha generosidad”. En efecto, el Jefe Diego sabe de lo que habla y advirtió en la entrevista con Pedro Ferriz de Con: “Así como en este país no se puede permitir que siga la violencia en las calles (…) tampoco podemos permitir que en el interior de un partido político haya desorden, vulgaridad, acusación violenta y pública, desprestigio de unos contra otros; eso no puede seguir.”

El caos que hoy vive el PAN no es atribuible sólo a Gustavo Madero. Al ascender el panismo al poder en los tres niveles de gobierno, se involucró y contaminó con las nocivas prácticas que tanto cuestionaron a sus oponentes: corrupción, desvío de recursos y el brincadero de puestos, para no salir de la nómina, dejando al margen sus postulados éticos y humanistas. Ahí comenzó su debacle, se corrompió en el poder, como ha dicho Astolfo Vicencio Tovar: “las ratas pintas oportunistas” que llegaron al partido los tienen hoy postrados y enfrentados. ¿Qué Madero es un satélite del PRI? ¿Y Vicente Fox dónde queda?

Como se aprecia, el problema de fondo son las lealtades. Ernesto Cordero siguió y continúa fiel a los preceptos calderonistas en su trabajo como coordinador de los senadores del PAN, marginando el ideario de su líder nacional Gustavo Madero, quien lo designó en el cargo. Y como dice el refrán: “el que a dos amos sirve, con uno queda mal”. Este grave error le costó la defenestración que ahora involucra a otros legisladores que se la quieren jugar y hasta lo han destapado para suceder en diciembre próximo a Gustavo Madero, al frente del PAN. Confirmando así su fidelidad a Felipe Calderón y su deporte favorito: jugar a las contras.

Un dato importante a considerar en esta rebelión panista es saber quiénes o quién negociará con los coordinadores de las otras fracciones en la Cámara alta. Pues los corderistas-calderonistas se han constituido como el G-24 y aseguran que no obedecerán a José Luis Preciado, el nuevo coordinador, que se queda con 13 no muy convencidos de su liderazgo. En el PRD, en el PRI y las otras bancadas se mira con preocupación lo que pasa en el PAN y en corto advierten que las negociaciones de las próximas reformas serán complicadas. Primero por la falta de experiencia del nuevo jefe blanquiazul, y segundo por el trueque que buscarán establecer los del G-24 por su o sus votos.

Sin duda, aprendieron rápido las malas mañas y buscan sacar ventaja para obtener el control del PAN con la asesoría del ex presidente. Quedó claro que por más que lo empuje, Cordero carece de experiencia legislativa y del partido. También intentarán establecer su canal de comunicación con el gobierno federal; aunque lo nieguen, saben que de este acercamiento depende su margen de operación y los recursos que maneja la bancada. Además, claro, el destino de los panistas afines, involucrados en escándalos, léase César Nava o el mismo Calderón, cuya gestión fue de claroscuros.

Así las cosas, aún faltan por escribirse muchas páginas de esta rebelión en la granja azul, que no obedece a fines democráticos, sino al interés por retomar el control del partido, el Congreso y sobre todo los dineros asignados. Nadie quiere vivir fuera del presupuesto, pero sobre todo de los reflectores.

Los postulados humanistas se guardaron en el baúl de los recuerdos. La intención de impulsar y establecer la ética en la actuación política y en la administración pública no es compatible con la ambición por el poder, ese gran afrodisiaco al que se refirió Winston Churchill, quien también dijo lo siguiente: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Frase que cobra relevancia por los dichos de otro calderonista, el senador Roberto Gil Zuarth, al hacer responsable de los resultados electorales del PAN, el próximo 7 de julio, al líder nacional Gustavo Madero. El G-24 considera que el voto ciudadano les será adverso y, en lugar de buscar soluciones, sólo generan más problemas. Vaya clase política.

Vericuentos

René Avilés, bodas de oro

Felicidades al maestro René Avilés Fabila por su exitosa trayectoria, que será reconocida con diversos homenajes que inician el próximo jueves 30 de mayo, en la UAM Xochimilco. Durante 50 años ha escrito más de 35 libros y durante estas jornadas presentará dos obras más tituladas La Cantante desafinada y Es difícil ser amante, una muestra más de su vitalidad y compromiso con las letras que mantiene a través de la Revista electrónica El Búho y del Museo del Escritor. ¡Que sigan los éxitos, Maese!

Jalón de orejas a Barbosa

Otro rebelde en el Senado es Miguel Barbosa, coordinador de la bancada del PRD. Siguiendo los pasos de Cordero, se sumó a la iniciativa de reforma política que buscan sacar con los legisladores del PT el próximo 2 de julio, fuera de la que se presentó en el Pacto por México. El perredista no será removido de su cargo, pues fue electo por sus compañeros, sin embargo, ya recibió jalón de orejas de su líder Jesús Zambrano, quien lo exhortó a mantener la disciplina. Ojalá y entienda que hoy está ante la gran oportunidad de hacer gala de su habilidad y prudencia en las negociaciones por México y que las diferencias personales llevadas al terreno de la política sólo contaminan los procesos.

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