El populista mandatario culpa al pasado al señalar que el Ejército de ahora es leal al pueblo y quienes cometieron esa masacre fueron miembros del desaparecido Estado Mayor Presidencial

En el marco del 55 aniversario de la Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, donde quedó probada la masacre y barbarie cometida por el Ejército Mexicano contra estudiantes y sociedad civil, este lunes el populista presidente Andrés Manuel López Obrador desde el púlpito de Palacio Nacional, justificó la participación de los militares al señalar que tenían “órdenes del comandante supremo de las Fuerzas Armadas, en ese entonces era el presidente Gustavo Díaz Ordaz”.

Como es costumbre en sus discursos para tratar de minimizar problemas o actos trágicos que han marcado la historia del país, López Obrador volvió al culpar al pasado al señalar que el Ejército de ahora es una institución leal al pueblo y quienes cometieron esa masacre fueron miembros del desaparecido Estado Mayor Presidencial, órgano técnico del Ejército que tenía como misión proteger al presidente.

“Era un cuerpo de élite que se sentía más que los elementos de la Secretaría de la Defensa, porque supuestamente el jefe del Estado Mayor estaba más cerca del presidente y tenía más influencia”, señaló el populista mandatario para tratar de limpiar la imagen de la Sedena por aquel acto de barbarie que a más de cinco décadas de distancia sigue pesando en la memoria del pueblo, que no olvida y ve en el Ejército al culpable de esa masacre.

López Obrador insistió en que el Ejército actual es “leal, sobre todo al pueblo, a las instituciones” y señaló que cumplen varias misiones, la principal de ellas la seguridad de la nación.

El mandatario no quiso profundizar para no ser cuestionado de por qué se le ha dado mayor fuerza al Ejército, al que se le han entregado controles de obras y proyectos como aeropuertos, tren maya y tener a miles de soldados como albañiles para las obras del gobierno.

Insistió en que no debe mancharse el nombre de esta institución por los errores de algunos elementos, esto en alusión al caso de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa el 26 de septiembre del 2014, o por las agresiones contra jóvenes y ciudadanos por parte de elementos del Ejército en Sinaloa, Tamaulipas, Chiapas, Michoacán, entre otros sitios, donde hay denuncias por violación a los derechos humanos, mientras el jefe supremo del Ejército se ha mostrado indiferente y defiende el actuar de “supuestos malos elementos”.

“En vez de que se les juzgara por lo que hace uno, dos, tres, 10, 20 elementos de la institución contraria a la legalidad y de manera injusta, no tiene por qué manchar a una institución, (Aquí) no se oculta nada el que comete un error es castigado”, apuntó.