Lo encuentro después de varios años de no verlo. Conserva el porte y la rapidez mental. Los ojos brillan con chispas de inteligencia, vivacidad e ironía. Después de unos saludos y una visita a los lugares comunes llenos de nietos y recuerdos, caemos en la inevitable circunstancia actual.
–Yo veo este conflicto post electoral con muy graves consecuencias. Supera, con mucho, al del 2006, le comento.
–¿Por qué lo dices?, me pregunta con tono de sinodal, con la suficiencia de quien ya ha sido tantas cosas, hasta presidente del PRI y no tuviera sospecha de nada.
–Por el origen. Nunca antes en la competencia electoral un candidato había sido objeto de manifestaciones públicas de rechazo, repudio y acoso. Y después, la prolongación leguleya, por un lado y movilizada en las calles por el otro, de un conflicto inflado con recursos de abogado “huizachero”. Esa es una variable novedosa y peligrosa.
–¿Para Peña?, me dice como si estuviera en verdad sorprendido.
–Para Peña y para el ejercicio de la presidencia. No comienza bien la semana para quien ahorcan el lunes. Y en este país, ya lo acabamos de ver, la debilidad del Ejecutivo, es la limitante del país.
–¿Y no te has puesto a pensar que esto se debe a que no ganaron las elecciones?
–¿Entonces tú crees eso de la compra del cargo? Me resultaría difícil creerlo de ti.
–No. No lo digo; pero mira el asunto de esta manera: si a ti te dicen que vas a ganar con un alto porcentaje y un amplio margen, si te aseguran el triunfo en el Congreso, si ya te haces dueño de la mayoría de los diputados y a la hora de la hora te quedas con el 30 por ciento porque el otro 8 te lo da el Verde y no eres mayoría, todo tu esquema se desajusta. Tu variable ya no corresponde la realidad.
–No te cambiaron los planes, te cambiaron la realidad. Ibas a la playa y acabaste en el Polo. Y por lo visto no estabas preparado para eso. Quiero decir, Peña no sabe cómo reaccionar ante la nueva composición de las cosas. Su ADN es del priísmo imperial. Responde a otras circunstancias. Él no vivió la transición ni la alternancia, eso no ha existido en el Estado de México.”
Ya encarrilado, le quiero decir algo y me extiende las manos. “Espérame”.
–Mira, ¿sabes a qué obedeció todo eso? A que se creyeron lo del Nuevo PRI y el fracaso fue precisamente ahí. En Nuevo León, en Zacatecas, en Quintana Roo, en Coahuila, ¿ves? Los jóvenes gobernadores acusan una enorme frivolidad y algunos hasta una notoria incompetencia.
Es quizá la hora de los recuerdos.
–Hace años, dice, el PRI tuvo una generación de gobernadores jóvenes. El mismo Pedro Joaquín, Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones; en fin, muchos. No te los voy a decir todos, todo mundo lo sabe. Pero ellos vivían en el PRI cuya gestión se daba –bien o mal–, dentro de un proyecto de país. Ese proyecto ya no existe, o al menos no vive, sino convive con otros modelos.”
“Entonces –dice—el problema no son las movilizaciones ni los opositores. Ellos están para eso. No te puedes subir al ring y decir, el otro me quiere picar los ojos con el pulgar del guante. Pues sí, y te va a golpear abajo del cinturón, como tú. Eso ya se sabe. Y así se debe superar el asunto. El problema consiste en la transmisión del poder si cuentas ni supervisión.
“Las decisiones virreinales de continuidad han destruido el modelo y la estructura del PRI. Si ese es el nuevo PRI, ya lo estamos viendo en los hechos. La designación de los sucesores por gobernadores cuya habilidad política depende de cuántos recursos movilizan para una campaña, deja hueco al partido. Lo han convertido en una agencia de empleos y negocios”.
–Bueno, pero en todo caso eso es un diagnóstico. Yo te pregunto, ¿cómo vas a controlar a las oposiciones, en especial contra quienes piden la anulación, lo cual es un desconocimiento pleno, como el de hace seis años?
–No me lo preguntes a mí; pregúntaselo a Peña. Yo les ofrecería concesiones de TV a algunas asociaciones como el #|132 cuya insistencia en los medios es principal en sus quejas; llevaría al gabinete a dos de los nombrados por López, no sé. Son ideas al aire, pero Peña necesita legitimarse.
–Pues Calderón se vistió de soldado…
–Entonces que se vista de marinero, pero que haga algo. Si no, tendrá que resignarse con los efectos de su 30 por ciento. No tuvo más. Y con eso, no alcanza para gobernar.
–Tampoco alcanzaba el 0.5 y ya ves…
–Pues ya ves tú, perdieron el poder y se fueron al tercer lugar.
PIRATA
Cuando las empresas automotrices Renault y Nissan decidieron aliarse de una manera muy extraña (con la única finalidad de abrirle a los franceses el mercado estadunidense), muy pocos supusieron aquí la inminencia de una guerra franco-japonesa en territorio mexicano, en la cual iban a resultar perdidosos trabajadores mexicanos, concesionarios mexicanos, empleados mexicanos y hasta un publicista nacional.
Cuando los franceses declararon la guerra a todo cuanto oliera a “sashimi” y en memoria de la Toma de la Bastilla emprendieron la “Toma” de Aguascalientes y lugares cercanos. Clemente Cámara, dueño de la agencia CC&A, responsable de la imagen de esa marca en los últimos 18 años, había terminado una campaña publicitaria destinada a recuperar algunos segmentos del mercado y ganar otros.
Eran los días de una masiva entrada de marcas al mercado mexicano.
Confirmada la alianza, el nuevo director de la firma japonesa, Carlos Ghosn, le quitó la “cuenta” a Clemente. Eso quiere decir, simplemente, lo devolvió al mundo de los angustiados. Pero Cámara había dejado terminada la campaña.
Regresó por ella y cuando se dio cuenta ya se la habían birlado sin importar su registro ante las autoridades del IMPI (de la propiedad intelectual). Los nuevos ejecutivos de Nissan ya usaban aquello de “A tí qué te mueve” y frases similares. Los piratas franceses honraban la memoria de Jean Laffite, el célebre pirata galo sepultado en Quintana Roo a quien se atribuye la leyenda de haber financiado con doblones de asalto e incendio, al Manifiesto Comunista de Marx y Engels. Pero esa es otra historia.
Confiado en las autoridades mexicanas Cámara emprendió una interminable batalla legal en la cual lleva todas las de perder, no obstante (o quizá por eso), haber ganado tres veces las sentencias respectivas y haber logrado de un tribunal un resarcimiento del 40 por ciento de las ventas de Nissan en los últimos trimestres de los años 2009, 2010 y 2011, por la nada despreciable suma de 2 mil 600 millones de dólares.
Y Cámara lleva las de perder sólo por haber resultado favorecido por la justicia en tres ocasiones. Y eso en México equivale a la nada. Quienes ganan, pierden. Quienes pierden, ganan. A eso se le llama justicia.
Por eso y ante el suave descenso del “Curiosity” en el suelo marciano, por cómo se ha movido, pues a lo ancho del espacio sideral, Cámara le llevará esa misma campaña, modificada, a la NASA.
No importa si la ley se la ha permitido a otro. Las leyes mexicanas no tienen valor en Marte. Tampoco en México.
TABASCO
Mientras la izquierda en su conjunto borda en el vacío de las quejas, querellas, pendencias, animosidades y estímulos a la disidencia, Arturo Núñez se toma en serio eso de ser gobernador de Tabasco y prepara una reforma política de intención conciliadora e incluyente.
Se pretende –dice–, un cambio político de hondura para lo cual se requiere de todas las fuerzas políticas, aseveró durante un encuentro amistoso con Jorge Ávalos Ramón, dirigente estatal del Partido Acción Nacional (PAN).
En ese sentido, Arturo Núñez ofreció promover un diálogo permanente y fructífero con todas las fuerzas políticas tabasqueñas (mientras no lo estorbe el Mesías).