Claudia Sheinbau no sabe lo que pasa en su ciudad. Lo nutrido de la marcha en defensa del INE muestra hasta dónde la capital ya se le fue de las manos mientras su fijación se mantiene en esferas nacionales. Otro dato confirmado ayer: aquello de entregar la plaza del Edomex desde la oficina del gobernador (como pasó en Hidalgo), está completamente descartado.

Esas dos entidades vivieron jornadas de manifestaciones históricas, con componentes amplios, sectores que evidentemente están en riesgo bajo la conducción de Andrés Manuel López Obrador que minimizaron la presencia partidista.

Una vez más, como en la elección de 2021, el rechazo al disparate amlista y el castigo a la mansedumbre de Sheinbaum estuvo allí. Eso se traduce, en que no importa el candidato de la oposición (miestras no hagan un disparate): la ciudad está perdida para Morena.

En cuanto al Estado de México, la semana pasada se realizaron los últimos amarres para lo que será una candidatura de unidad (de facto, más que formal) Alejandra del Moral. Acción Nacional está conforme, impulsando el acuerdo desde la estructura estatal del partido, pero también con el beneplácito de la estructura nacional debido a los enroques que esto permite en la elección de la Ciudad de México y la de Presidencia en 2024.

Y así fue en la marcha dominical: uno de los pocos contingentes organizados «tradicionalmente», con autobuses de por medio, fue el contingente del Edomex que prefirió venir a la Ciudad de México en lugar de sumarse a la también multitudinaria movilización en Toluca.

La suerte está echada y, por primera vez en años, no pinta bien para AMLO.

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