Equipos de construcción de la empresa que alquila estas boyas gigantes iniciaron el pasado 12 de julio la colocación de este muro, y para ello se apoyan con grúas que sostienen una hilera de las enormes esferas
El amago del gobernador de Texas, Greg Abbott, de montar un muro flotante con boyas gigantes con un revestimiento de púas a lo largo del Río Bravo para frenar el cruce de migrantes procedentes desde México ya comenzó, con la colocación de los 304 metros de estas esferas plásticas en la comunidad de Eagle Pass, exactamente en la frontera con Piedras Negras, en Coahuila, y que es parte de la polémica operación antiinmigrante “Lone Star”.
Equipos de construcción de la empresa encargada de alquilar estas boyas gigantes de casi medio metro de diámetro iniciaron el pasado 12 de julio la colocación de este muro, y para ello se apoyan con grúas que sostienen una hilera de las enormes esferas mientras que personal especializado instala anclas con una red metálica en el fondo del río para sostener la flotación de este muro e impedir que por debajo de éstas alguna persona pueda cruzar.
«El Departamento de Seguridad de Texas sigue disuadiendo y repeliendo los cruces ilegales entre los puertos de entrada patrullando el río, fortificando las brechas a lo largo de éste con alambre de púas, contenedores, agentes y ahora con la colocación de la primera barrera acuática», publicó en su cuenta de Twitter, Chris Olivarez, portavoz de la agencia de seguridad, en donde acompaña el mensaje con un video de la instalación de las barreras acuáticas.
Las boyas sobresalen poco más de medio metro de la superficie del agua del Río y descienden otros 50 centímetros bajo el agua.
Este muro flotante se suma a la alambrada de púas que ya existe en este mismo paso texano del Río Bravo, así como a unos contenedores de barcos de carga que fueron puestos descargados para hacer una barrera física que impida el cruce de indocumentados.