El siguiente texto es parte de los comentarios radiofónicos de este redactor, expresados en el programa de José Cárdenas. Los reproduzco por escritos para no dejar sitio a malas interpretaciones por error o mala fe.
“…Entonces, el ambiente de violencia asociada con la presencia de los carteles que se disputan la actividad en el Muelle de Veracruz, cuyo gerente fue asesinado entre otros, hace ya tiempo, no es algo nuevo y eso es lo que más nos debería de preocupar, que no es algo que se vaya resolver con un cambio de autoridades, no es una crisis de valores sociales y derechos humanos derivada de la ineptitud de uno o de dos gobernadores.
“Esto es algo que se viene arrastrando hace mucho tiempo en Veracruz y que ha puesto en ebullición todavía más rápido el proceso político en el estado para la sucesión y el cambio de Gobierno.
“Yo creo que lo que dice Luis Ángel Bravo (Fiscal de Veracruz) de que él está pidiendo que venga el Alto Comisionado de las Naciones Unidas es una declaración un poco fanfarrona.
“No se necesita que vengan aquí los expertos de los derechos humanos de las Naciones Unidas, para eso hay una comisión estatal y otra nacional.
“Es más, ojalá que no existieran ni la comisión estatal, ni la comisión nacional, que no fueran necesarias, porque las autoridades nunca violaran los derechos humanos.
“Eso sería lo deseable, que la autoridad fuera tan responsable de sus funciones, que no se excediera, ni se coludiera con las bandas, que no le diera protección a los narcotraficantes, a los abigeos, a los violadores, a los ladrones, a los que cobran el piso; solamente así se configuran las violaciones de derechos humanos.
“Entonces sí se necesitan estas comisiones, no que vengan los de la ONU o la OEA. Si esos vienen es porque éstos no sirvieron, cosa que no debería ocurrir.
“Pero lo que es muy importante, es que no podemos pasar, ya que el fiscal Bravo invoca a los derechos humanos, no podemos pasar por alto que esas cinco desapariciones de Tierra Blanca, y posiblemente, las tres de Papantla ocurren después de la desaparición de los 43 de Iguala.
“Entonces, aquí cobran sentido las palabras del ombudsman nacional, Cuando se supo de este asunto de Tierra Blanca, quiere decir que como país, o al menos como Estado, no aprendimos nada con lo de Iguala.
“Se siguen cometiendo las mismas violaciones, como si fuera un modelo: «Tómense a tres, cuatro, o cinco jóvenes que van saliendo de una cena, de una fiesta, o de donde sea, o de la misa, y entrégaselos a los narcotraficantes que te los reclaman por quién sabe que razón, quien sabe por qué sinrazón».
“Es el mismo mecanismo de entrega que hacen las policías en todo el camino de «La Bestia»: secuestran a los migrantes y se los entregan a los policías para que, entre los policías y los polleros, extorsionen a las familias que se quedaron en Honduras, en El Salvador o Guatemala.
“Si no logra este país una separación entre las fuerzas del orden y los grupos del delito y se siguen mezclando, coludiendo y colaborando, este asunto de la violencia en México nunca va a tener solución, nunca va a tener final.
“Por eso hay tanta violencia en México, por la colusión de los malos servidores públicos con los corruptores eficientes de la delincuencia organizada. Esa es la fórmula perversa que tiene a México en un constante baño de sangra, esa es”.
ZACATECAS
Comienzan a circular las encuestas serias en Zacatecas donde el PRD ha sufrido uno más de sus descalabros en cuanto a la selección de su candidato, a pesar de lo cual va en alianza con Acción Nacional; pero ambos muy atrás del PRI.
Estos son los datos de “Demotecnia, María de las Heras”.
Alejandro Tello, PRI; 40 por ciento. David Monreal, Morena; 24%. Rafael Flores Mendoza, en la coalición PAN-PRD; 24% y muy abajo, con un insignificante 7 por ciento, Magdalena Núñez, del resucitado PT.
Obviamente la alianza PAN-PRD no parece estar dado los resultados previstos para sus promotores. Paradójicamente la alianza los dividió.
CAMPANAZO
Indudablemente el artículo de Harper´s publicado en la corriente edición de abril y citado tanto por Jorge Castañeda como por Héctor Aguilar Camín en sendas colaboraciones en el diario “Milenio”, y en las cuales se revela la naturaleza perversa de la guerra americana contra las drogas, en cuya cauda fuimos arrastrados por la docilidad de nuestros políticos de cualquier partido (todo comenzó con la malhadada “Operación Cóndor”), nos debería llevar a una reconsideración completa de las ya superadas y fallidas estrategias.
Cien mil o 150 mil muertos no podían estar equivocados.
