Hay cosas frente a las cuales ya no cabe ni siquiera la indignación. Cuando mucho la cautela.
¿Y esto por qué? Pues verá usted:
Como es tan deprimente el pantano moral y funcional de Morena (hasta el Señor Presidente les ha advertido su desapego si no corrigen el rumbo), a veces es mejor alzarse de hombros y esperar el anhelado milagro por cuya posibilidad salgamos de esta horrenda Guatepeor, involución rústica de la Guatemala de los años y sexenios anteriores.
Se debe tener el cutis muy duro, como para decretar, así nomás, con el debido acompañamiento de los acólitos inmóviles, quienes tienen en este país, derecho de hablar y quien no y a quien se le deben permitir sus palabras y a quien se le deben impedir sus ideas.
La presidenta temporal de Morena, la señora YP o CI, cuya incapacidad hasta para organizar las asambleas de su partido ha quedado exhibida en las últimas semanas, como se quiera, ha dejado para la historia del ridículo nacional la más abierta censura a la libertad de expresión jamás pronunciada por dirigente alguno de un partido en el poder. Al menos en México.
En Venezuela y otros lugares, esta actitud antidemocrática, ha sido recurso frecuente.
Instalada en su eterna capacidad de lagoteo, recurso inmutable de los tristes políticos mexicanos hacia el jefe; diestra en el elogio zalamero y lambiscón (lambiscón viene de “lamber” o lamer), la señora — contribuyente fifí, a diferencia del común de sus correligionarios–, se ha tirado este rollo. Y no sólo eso, lo ha divulgado. Y todavía más, se ha sentido orgullosa de hacerlo. Lo hizo como consecuencia del fiasco “culichi”.
“…No tienen derecho a opinar. No pueden criticar el que un hombre haga las cosas bien, cuando ustedes lo hicieron todo mal…”
Sin embargo, se le debe reconocer un ápice de razón a esta ideológicamente avanzada señora: no se debe criticar a un hombre cuando hace bien las cosas. Pero, ¿y cuando las hace mal, como es el caso?, ¿O va a venir ahora con la fantochada del éxito sinaloense? Pero eso no es todo.
Tan grave como su censura es su amenaza:
“…Y nosotros (¿quiénes?, ¿Ella y su jefe, o es cosa de su mayestático estilo?) no se los vamos a permitir…”
¿De veras?
Quizá saquen a las calles a sus escuadrones de anarquistas o a los golpeadores de sus fallidas asambleas en el grotesco proceso de sucesión. ¿O le van a pedir a la contralora Sandoval, más apremios contra cualquiera, trabaje o no en el gobierno, como ya lo han hecho?
Muy pronto la cifra mortal de periodistas e informadores de este gobierno, aumentará. ¿Cuando eso suceda podremos recordar la amenaza de YP como un indicio o una pista a seguir en las investigaciones ciegas, pues nunca llegan a ninguna parte?
En fin, esta mujer cada día está peor…
Pero mientras ella se descosía por los cuatro costados, hasta reventar las costuras del chaleco, en Oaxaca ocurrían cosas mejores.
El Tlaxiaco terminó la inspección presidencial de los 80 hospitales IMSS-Bienestar (9 de ellos en esta entidad), cuya atención cubre a los más pobres de México.
“Hoy –dijo el gobernador Alejandro Murat–, Oaxaca cierra filas con su Gobierno en favor de las únicas causas que nos mueven que son las familias de Oaxaca y de todo México. Siempre estaremos listos y coordinados para enfrentar a aquellos que no representan los valores y los principios de los mexicanos”.
La información recabada y procesada durante estas visitas presidenciales, ha aportado elementos para el inminente Plan de Salud Nacional.
“… Hoy concluyen los recorridos por todos los hospitales de IMSS-Bienestar, pero empieza –dijo AM–, la gran oportunidad de seguir trabajando por una de las cosas que más les importa a las familias oaxaqueñas y mexicanas que es la salud”, dijo.
Este hospital de Tlaxiaco, tiene 39 años de operación y atiende a 131 mil personas de 47 municipios de alta y muy alta marginación, especialmente a la población mixteca y triqui, mediante una red formada por 61 unidades médicas rurales, dos brigadas de salud y un Centro de Atención Rural Obstétrica.
Para 2020 este ya será un hospital de especialidades.
“Queremos tener un hospital modelo de especialidades en Tlaxiaco. Tenemos que empezar este mismo año a equiparlo y conseguir los especialistas”, ofreció el gobernador.
El señor Presidente se comprometió a garantizar el abastecimiento de medicinas, colocar médicos especialistas, fortalecer la infraestructura de salud y la basificación de los trabajadores.