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Sería un exceso decirlo así, pero valga como forma rápida de analizar: de la noche a la mañana el Partido Acción Nacional se encontró con once millones ochocientos mil sesenta y dos mexicanos más sobre los cuales gobernar localmente (eso suman los habitantes de Oaxaca, Puebla y Sinaloa). Pugnará el neosistema, obviamente, por aumentar su número de gobernados cuando dirima los pleitos judiciales en Veracruz, Hidalgo, Durango y todos cuanto la estrategia de demolición del PRI le obligue a realizar.

Sin embargo además de las nuevas realidades demográfico-políticas derivadas de las elecciones del pasado domingo, el PAN ha permitido un realismo alejado de sus exigencias fundacionales: nada importa excepto el poder ni es posible en su búsqueda detenerse en “tiquis miquis” ideológicos o de valoración axiológica. Nada, el poder por el poder. Y eso sin contar con los congresos ni los municipios. No todo el gobierno es del gobernador.

Esta conducta tiene ventajas y riesgos. Aliarse con quienes se han tenido antagonismos y descalificaciones históricas y recientes, implica por ambas partes claudicaciones e hipocresías. Las primeras generan remordimientos y a veces sentimientos de culpa; las segundas, peligros e inevitablemente traiciones.

¿Quién será el primero en apuñalar al otro? ¿O van a vivir con los ojos en la espalda para cuidar los movimientos de sus aliados coyunturales? Solo el tiempo lo dirá.

Pero por lo pronto, la fórmula aplicada desde hace años por Luis Felipe Bravo Mena, (el primero en llevar la coalición con la izquierda a Gabino Cué en Oaxaca con la oposición de Germán Martínez, por cierto) ha probado su eficacia.

Sí es posible derrotar al PRI mediante el amontonamiento de adversarios quienes tienen en esa única coincidencia razones suficientes para la cohabitación. En estas condiciones es posible vivir bajo el mismo techo, pero nadie sabe por cuánto tiempo antes de ver como se derrumba el tejado.

Sin embargo no se le pide eternidad a esta fórmula. Nada más debe durar un año. Con eso será posible aplicarla en el Estado de México cuya dimensión geográfica, poblacional, económica y política, es el indispensable objetivo inmediato antes de saltar por la candidatura federal y prolongar el panismo en la Presidencia con el imaginario beneplácito de una izquierda montonera.

Con el riesgo de toda afirmación sentenciosa, podemos decir, no importa si ganaron tres de doce o dos de doce o como haya sido numéricamente. Lo importante reside en el dicho de Juan Ignacio Zavala en una mesa redonda por TV la noche de las elecciones: “probamos que el PRI puede perder”.

Esa afirmación en boca del cuñado del Presidente de la República, quien le ganó la elección presidencial al PRI y no es ajeno a esta forma de sostenerse en el poder hasta lograr conservarlo para su partido, suena boba e innecesaria, pero no lo es.

Como habría explicado Pero Grullo: se le puede ganar la siguiente; no las anteriores. Y esa es la estrategia final.

Muchas veces lo dijeron muchos: si las alianzas logran derrumbar al PRI en Oaxaca con ese sólo éxito ya habrán tenido significado y validez. Ya Puebla y Sinaloa fueron el delirio. También otros dijeron, tener a López Obrador como condómino, resulta, además de incómodo, peligroso.

Porque a estas alturas se debe repetir, ¿fue el PAN el ganador en todo este proceso o fueron sus aliados? Temporalmente fueron ambos pero debido a la indivisible condición del poder, alguien deberá hacer a un lado al otro y tanto Gabino como Moreno Valle, en Puebla, tienen patrón por encima de los colores azules.

No habrá de pasar mucho tiempo para verlo, pero si todo esto se sostiene dentro de una conveniente tolerancia entre quienes en el fondo se odian y desprecian; sin perder de vista el objetivo de largo plazo (cerrarle las puertas del futuro al PRI), el principal damnificado de todo este terremoto de dobles embestidas, será Enrique Peña Nieto y todo cuanto su nombre significa.

LAVADO

Concluyó exitosamente la segunda convención de la Federación Mexicana de Desarrollo A.C., que preside la licenciada Patricia Jurado Maycotte, con un tema importante en la economía de Oaxaca, Guerrero y Michoacán, debido a los dólares de las remesas.

La regulación del mercado de dólares, ha afectado las actividades del sector no bancario de México integrado por sociedades populares, cooperativas de ahorro y préstamo, sociedades financieras de objeto múltiples, entre otros sectores, cuya operación es interés y materia de la dicha Federación.

Obviamente el tema del lavado de dinero, desde luego tan interesante para frenar las actividades ilícitas especialmente fue un tema central.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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