La camioneta que trasportaba al populista presidente en su visita por Salina Cruz sufrió una falla en su batería y en el motor, lo que causó risas y desató bromas entre lugareños

La suerte le jugó una mala tarde al populista presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que en su visita al Puerto de Salina Cruz, en Oaxaca, donde reiteró que por la ola de calor que azota al país no habrá apagones, ahora le toco un “apagón”, pero en la camioneta Suburban que lo traslado, misma que se quedó sin batería y pese a que le pasaron corriente desde otro vehículo la unidad de quedó varada.

La situación derivó en risas y bromas por parte de lugareños que comentaban, “no que no habría apagones”, lo que no agradó al personal que acompaña al mandatario y que con miradas “endiabladas” querían comerse a los bromistas.

Después de varios intentos infructuosos, la camioneta que trasladó al mandatario quedó estacionada frente al hotel donde se hospedó el líder de la 4T, a quien sin preguntar lo ocurrido le informaron que solicitaron el servicio de una grúa para llevarla a revisión a un taller de la zona, ya que por una falla en el motor la unidad ya no quiso encender.

Para salir del apuro, López Obrador tuvo que abordar la camioneta que utilizan sus escoltas. Lo que desató algunas risas fue el apurado traslado de documentos y portafolios de una camioneta a otra, como si se tratara de una mudanza de casa.