Las cosas no pueden hacerse más en serio.

La cancelación de tres candidaturas por haberse advertido riesgos de complicidad de aspirantes del PRI con el crimen organizado en Tamaulipas fue una medida dura, necesaria y ejemplar.

¿Cuántos partidos podrán hacer lo mismo? La respuesta les corresponde  a quienes les venga el saco.

Pero también es una actitud contra la hipocresía de quienes han solicitado la intervención de la PGR en la lupa de la historia personal de los miembros de los partidos.

La inquisición no resuelve nada. Pedir auxilio externo es casi como decir: aun cuando yo sepa negruras y malas conductas, si le puedo adjudicar la responsabilidad de su controla  otro, entonces me cubro hacia dentro y hacia fuera. Pura farsa.

Si un partido no sabe quién es quién en sus filas, ¿cómo pudo elegirlo entonces? La respuesta es sencilla. O disimuló o se complicó. Ignorancia (imperdonable) o complicidad (más grave aún).

–¿Acaso no sabia el PRD la historia de Abarca y su esposa, sus cuñados y su suegra? Eso lo sabían hasta los vendedores de tamarindos igualtecos en Caleta-Caletilla.

Pero este cese colectivo de los candidatos es –además– una respuesta a la actitud del Partido Acción Nacional y sus acusaciones. Leamos cómo declaró en días pasados Ricardo Anaya, presidente de Acción Nacional:

“ (MVS).- El líder del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, advirtió que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no puede ofrecer un cambio ni hablar de honestidad en Tamaulipas, cuando los gobiernos a su cargo han entregado al estado al crimen organizado.

 

“Tras aseverar que no se han podido comprobar las acusaciones por presuntos vínculos con la delincuencia organizada, lanzadas contra el candidato de su partido, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Anaya Cortés aseguró que los únicos responsables de la crisis de inseguridad y violencia en Tamaulipas (sic) es completa responsabilidad del PRI, que siempre ha gobernado dicha entidad”.

 

Contra las acusaciones de haberle entregado el estado al narco, se podrían alzar muchas voces. Una de ellas la de la familia de Egidio Torre Cantú; cuyo hermano, Rodolfo,  fue asesinado en plena campaña por el gobierno de Tamaulipas.

 

Si hubieran entregado “la plaza”  no habrían asesinado a quien centraba su campaña en la recuperación de la paz y la legalidad en el estado.

 

Dijo Beltrones al “tumbar” a los tres sospechosos a las alcaldías de Hidalgo, Mainero y Villagrán:

 

“…A los tres candidatos que fueron amenazados o comprados por el crimen en Tamaulipas y que hemos decidido expulsar, apoyan abiertamente al PAN. El PRI no se prestará para dar votos a quienes ceden o están coludidos con el crimen.

 

“Actuaremos igual en cualquier caso que se presente en todos los estados… preferimos no tener candidatos en ninguno de esos tres municipios a concederles un voto de legitimidad a los ‘malos’ que están atrás de ellos… no queremos tener ningún contubernio con la delincuencia”.

 

Y en cuanto a los señalamientos contra Cabeza de Vaca, revisemos (Proceso):

 

“Preso en Texas por robo de armas, acusado de nexos con el Cártel del Golfo, socio de los hijos de Marta Sahagún y personero de Felipe Calderón, el senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca será el candidato del Partido Acción Nacional (PAN) al gobierno de Tamaulipas”.

 

“El comunicado de Acción Nacional (al anunciar la candidatura de unidad) indica:

 

“Tras un minucioso análisis y extenso diálogo entre la dirigencia y los aspirantes se determinó cerrar filas en torno a la candidatura de Francisco Javier Cabeza de Vaca y construir una propuesta fuerte, que convenga a la gente y capaz de terminar con las más de ocho décadas de malos gobiernos priistas, que han permitido terribles niveles de violencia e inseguridad en la entidad”.

 

Según esta información don Francisco Javier no solo es Cabeza de Vaca sino también, pájaro de cuenta.

 

CHAPO

 

–¿A dónde me llevan?, preguntó en tono de angustia “El Chapo” cuando lo esposaron para salir de Almoloya como parte de un programa de rotación de penales para disminuir la firmeza de los nexos entre delincuentes.

 

–Usted cállese, no puede hablar.

 

Subió al helicóptero de la Policía Federal. Voló hasta el hangar de la PF en el aeropuerto de la Ciudad de México y ahí abordó un avión, también de la Policía Federal en el cual estaban Renato Sales, comisionado nacional de seguridad y Enrique Galindo, jefe policiaco. Nadie más sabía bien a bien la naturaleza del traslado, ni los horarios ni la fecha exacta.

 

Esa fue la única certeza en todo el vuelo hasta Chihuahua.

 

–Necesito mi medicina.

 

–Cállese, y le dieron su medicamento. No se sabe si también un tecito de tila.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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