Urgido como está de lograr congraciarse a como dé lugar con quienes desde Los Pinos lo convirtieron en una figura decorativa, incapaz de aguantar el rapapolvos del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, cuando quiso reclamar el proceder federal en la captura de los alcaldes michoacanos, Leonel Godoy se dispone a colocar el tapete a César Nava, quien podría ser un futuro candidato del PAN para el gobierno michoacano.
La obsequiosidad hacia los funcionarios federales del gabinete legal o ampliado, según sea el caso, es comprensible para un estado de tan alta dependencia presupuestal, pero darle trato de cónsul a César Nava con el pretexto de contar con él como aliado en las gestiones por el dinero para el 2010, es realmente llegar a un extremo de colaboracionismo pocas veces visto en las filas de la “izquierda”.
Si en estos meses se discuten las alianzas propuestas por César Nava para acabar con los señores feudales (el fin de semana Gómez Mont mismo estuvo en el informe de uno de ellos flanqueado por Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones, y ni siquiera hizo muecas), la buena disposición del sonriente Leonel permite suponer una hermosa “concertacesión” con el PRD en favor del PAN.
Finalmente como una consecuencia adicional a los hechos, la prisión de los alcaldes michoacanos y su probada afinidad con el cártel de La Familia y quizá algún otro, no hizo sino desprestigiar de manera indeleble la imagen de los herederos del cardenismo michoacano. La Familia Michoacana desprestigió a los sucesores de La primera familia michoacana.
La información divulgada en Michoacán (La Jornada) dice varios lugares comunes, de esos utilizados siempre por las “fuentes” informativas para dar a conocer la luminosa superficie de los arreglos políricos:
“En una gira por Morelia, César Nava secundó los señalamientos del presidente Felipe Calderón en torno a que México ya está saliendo de la crisis económica. Todas las previsiones indican que el año que entra el país crecerá en 3 por ciento (¡Ajá!).
“Durante su estancia en la capital michoacana, el dirigente panista dictó el viernes una conferencia en la Universidad Vasco de Quiroga e inauguró oficinas de enlace legislativo de la diputación blanquiazul en la entidad. Ayer dialogó con el gobernador Leonel Godoy sobre la situación económica del país y de Michoacán, así como de las gestiones que se realizan (¿dónde y de la mano de quién?) para que esta entidad tenga un presupuesto que le permita ejecutar el mayor numero de proyectos”.
“Ejecutar el mayor número de proyectos”. Vaya nadería.
Pero mientras eso sucede en Michoacán, en Oaxaca los amenazados políticos del PRI, en contra de los cuales se prepara una santa alianza “gay” (mutuamente el PAN y el PRD se señalan y machistas se acusan de “maricas” y “rajones”), se ponen a trabajar en lo más riesgoso para ellos: sacar un candidato sin encender los castillos pirotécnicos de la deslealtad y las traiciones; la imposición y el fraude.
El PRI oaxaqueño divulgó ayer una información interesante en cuanto al método de selección del futuro candidato, según la cual habrá una convención estatal de delegados, lo cual quiere decir mucho y nada al mismo tiempo. La selección, a fin de cuentas, deberá plegarse a la estrategia de Ulises Ruiz, pues si la alianza FAP-PAN llegara a consolidarse, todos serían brujas en la inevitable cacería.
En la reunión del consejo oaxaqueño, por lo pronto, ha quedado firme el “elenco” (“caballada gorda”, les dice Ulises Ruiz con equino optimismo) con el cual se trabajará la candidatura: Jorge Franco Vargas, José Antonio Estefan Garfias, José Antonio Hernández Fraguas, Eviel Pérez Magaña, Adolfo Toledo Infanzón y Martín Vázquez Villanueva.
CANCÚN
Interesantes argumentos de Isabel Turrent en un impecable artículo sobre la “recuperación” de las playas en Cancún y cuyo desenlace final no será otro sino arruinar una zona para remediar temporalmente el desastre de otra. El saqueo de arena en Cozumel para “hacerle el negocio a los bucaneros de Cancún”, es inadmisible a los ojos de la racionalidad. Jugoso negocio ante la mirada de la codicia.
“El segundo mito es que el proyecto de recuperación de playas promueve el “desarrollo sustentable”. Hasta el secretario de Turismo, uno de sus abogados más fervientes (y beneficiarios, diría yo), advirtió que “no hay garantía de que la obra sea definitiva”. La naturaleza tiene la última palabra: “Wilma” demostró ya en 2005 que un huracán puede mandar al fondo del mar la arena de las playas de plástico con que los hoteleros de Cancún han sustituido aquellas que sostenían hace décadas el ecosistema que destruyeron.
“El último mito coloca los intereses de “las mayorías” por encima de cualquier derecho de las minorías: sólo unos cuantos ambientalistas “anárquicos” ––según Gregorio Sánchez, el presidente municipal de Cancún–– se oponen al proyecto. Un argumento doblemente equivocado. Por una parte, porque tienen el apoyo de los habitantes de Cozumel. A ellos se sumaron el viernes, de manera formal, la Junta Coordinadora Empresarial, que agrupa a los empresarios cozumeleños, y la Cámara de Comercio local”.