El Papa emérito Benedicto XVI murió este sábado 31 de diciembre de 2022 a los 95 años, informó la Santa Sede en un comunicado, lo que fue confirmado por el Director de la oficina de Prensa vaticana.
“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, refirió la Santa Sede.
Hasta hace unas semanas, quienes habían visto a Benedicto afirmaban que su cuerpo estaba muy frágil, pero su mente seguía siendo aguda.
Una de las últimas fotografías que se conocen de Joseph Aloisius Ratzinger, nombre de nacimiento Benedicto XVI fue tomada el pasado 1 de diciembre, cuando se reunió con los ganadores de un premio para teólogos que lleva su nombre. Estaba sentado y parecía excepcionalmente débil.
El 28 de diciembre, el Papa Francisco, su sucesor, pidió a la Iglesia que rezara por él.
“Quisiera pedirles a todos una oración especial por el Papa emérito Benedicto, que, en silencio, sostiene a la Iglesia”, dijo Francisco en su sorpresivo anuncio en italiano al final de su audiencia general semanal.
“Acordémonos de él. Está muy enfermo, pidiendo al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final”, dijo el religioso argentino, hablando en italiano.
Desde su renuncia, Benedicto XVI vivió en un antiguo convento dentro de los jardines del Vaticano, con su secretario, el arzobispo Georg Ganswein, y algunos otros ayudantes y personal médico.
Benedicto XVI dimitió a su cargo de pontífice el 11 de febrero de 2013, luego de ocho años de pontificado, y se convirtió en el primer Papa en 600 años en dar ese paso en lugar de gobernar de por vida.
La dimisión de Joseph Aloisius Ratzinger surgió en medio de acusaciones por encubrimiento por abuso sexual infantil que surgieron en muchos países.
El aviso de renuncia se dio en medio de una conferencia de prensa para hablar sobre el pontificado, ninguno de los reporteros o periodistas que se encontraban en ese lugar imaginaban que en realidad era un aviso de renuncia, mismo que Benedicto realizó en Latín, lo que provocó la tardanza entre los periodistas para conocer que se trataba de la renuncia del entonces Papa.
“Tras haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, dada mi avanzada edad, ya no se corresponden con las de un adecuado ejercicio del ministerio petrino. Por esta razón, y muy consciente de la gravedad de este acto, con plena libertad declaro que renuncio al ministerio de obispo de Roma, sucesor de san Pedro. Queridos hermanos, les agradezco muy sinceramente todo el amor y el trabajo con el que me apoyaron en mi ministerio y les pido perdón por todos mis defectos”, dijo aquel 11 de febrero Benedicto XVI.
El próximo 5 de enero, en la Plaza de San Pedro se llevará a cabo una ceremonia inédita en toda historia de los Papados: el Papa Francisco presidirá los funerales de su antecesor en el cargo, el recién fallecido Benedicto XVI, ya que nunca antes un pontífice en funciones había presidido los funerales de un Papa emérito.
Imagen: Tomada de video