“Hoy venimos a ocupar respetuosamente y temporalmente la Plaza de la constitución”, expuso José Ramón Cossio Díaz, “su proyecto político implica ponerse fuera del orden jurídico que sustenta el propio cargo que ahora ocupa, ¡así de simple, así de claro!”
Una cantidad impresionante de personas se dieron cita este domingo en el Zócalo capitalino (medio millón, dirían los organizadores), no importó la temperatura de 27 grados, la marea blanca y rosa de manifestantes aguantó los rayos del sol. Lo importante era gritar a todo pulmón “El INE no se toca”, ya que rechazan la reforma electoral, mejor conocida como “Plan B”, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde las 9:00 horas, la Plaza de la constitución se empezó a llenar. Por Bellas Artes se veía la llegada de personas que después caminarían sobre la calle de Tacuba, misma que los sacaría al Zócalo capitalino, lugar en donde ya los esperaba el exministro de la Suprema Corte de Justicia, José Ramón Cossío, uno de los oradores de la segunda marcha “El INE no se toca”.
A las 11:28 tomó palabra el ministro en retiro, 15 minutos le bastaron para señalar que “a las leyes electorales quieren controlar, hoy venimos a ocupar respetuosamente y temporalmente la Plaza de la constitución, este es un espacio físico que alude a la estructura jurídica, que reconoce nuestra pluralidad política y nuestra composición pluriétnica”.
Cossío aludió que “conforme a ese texto supremo delegamos parte de nuestro poder soberano (…) él puede creer que su proyecto de gobierno, puede sernos impuesto sin importar lo que pensemos, su proyecto político implica ponerse fuera del orden jurídico que sustenta el propio cargo que ahora ocupa, ¡así de simple, así de claro! El gobierno y sus legisladores generaron un plan b un mero eufemismo con las mismas intenciones, aprobado de mala manera, los propios legisladores del gobierno identificaron múltiples violaciones en los procedimientos legislativos y en los contenidos de las iniciativas, sin embargo, se negaron a dialogar con sus pares y con nosotros los ciudadanos”.
Beatriz Pagés, quien también tomó la palabra, enfatizó que “el INE, no se toca, nuestro voto no se roba, estamos listos para impedir un golpe a nuestra constitución y a nuestras libertades, ni el Zócalo, ni el país es de un solo hombre, México es de todos, el Plan B de la reforma electoral es la crónica de un fraude anunciado.
A la par que ambos presentadores hablaban los manifestantes gritaban “no pasará, no pasará”; “si el INE desaparece, la dictadura aparece”; “AMLO está loco”; “INE es patrimonio ciudadano”, acompañadas las frases con pancartas y banderas rosas.
Al término del discurso de los oradores la Plaza de la constitución retumbó con el himno nacional, momento más emotivo para los manifestantes.
“La fiesta de la democracia” fue dirigida por el experredista y ahora alineado con el PAN, Fernando Belaunzarán, quien pedía a los asistentes “denme una I, denme una N, denme una E, qué dice INE”.
En entrevista con Crónica comentó que se lo que se vivió hoyen 110 ciudades es impresionante; “ver como los ciudadanos defienden su democracia, y defender el legado de muchas generaciones, el Plan B es inconstitucional es un atentado a la democracia”.
Para cerrar la marcha los manifestantes celebraron con baile en la calle 16 de septiembre, la marea blanca y rosa que ya se iba desintegrando en las calles aledañas al Zócalo se unieron al son de la música.