El efecto “muerte en el Metro” ya se dejó sentir, esto de acuerdo a lo que puede deducirse de la última encuesta de Massive Caller. En ella, por primera vez después de muchos años, la oposición aparece por encima de Morena en las preferencias electorales para la Jefatura de Gobierno.
La contienda sigue siendo cerrada, pero la oposición asciende y sus posibles candidatos empiezan a perfilarse; Morena vive exactamente lo contrario.
En la última encuesta de la mencionada empresa, aparecen los opositores “preferidos” del electorado: Adrián Ruvalcaba (el alcalde opositor más cercano a Claudia Sheinbaum y sus huestes morenistas) y el panista Santiago Taboada aparecen como principales aspirantes a la candidatura de la alianza opositora.
Del lado morenista, el político que es mejor visto para ocupar la candidatura del partido amlista es el personaje más polémico: Martí Batres (concentraría el 21 por ciento de las opiniones de los electores); va seguido de la iztapalapeña Clara Brugada (una opción del bastión más fuerte del morenismo, pero que quizás no haga click con electores de las alcaldías centrales) y muy por debajo está el que parecía ser la carta fuerte: Omar García Harfuch.
Lo más llamativo en el panorama de Morena es un muy alto índice de indefinición. Hasta 14 por ciento de los electores no saben quién debe ocupar la candidatura morenista para sustituir a Claudia Sheinbaum.
Fuentes consultadas por Crónica en el moresnimo capitalino indican que en caso de que personajes como Martí o Brugada no crezcan en las preferencias (y parecen no hacerlo), sería justamente García Harfuch. Sobre él hay un dilema adicional, de acuerdo a sus amigos de la extinta Policía Federal, García Harfuch debería irse del país luego de cumplir su tarea en la policía capitalina. Su lugar en un organismo de seguridad internacional está garantizado y le permitiría alejarse del entorno en el que ya sufrió un atentado armado. Pero al interior del partido Morena se asegura que el jefe policial ya aceptó ser candidato si esa es la única opción para lograr una victoria en las urnas.
Un factor adicional en Morena-CDMX sigue siendo hasta dónde logrará cohesión la dirección de Sebastián Ramirez, un personaje sin histiorial partidista, amigo de los hijos del presidente y quien aún intenta ganarse a líderes locales de las alcaldías.
Por lo pronto, la contienda se pone más que interesante.