La fuerza parlamentaria que un día conservó el morenista como mediador en el Senado frente a las bancadas de oposición se esfumaron el pasado 28 de abril, cuando en una “jugarreta” bien armada simuló un acuerdo con la bancada de la 4T para designar a los comisionados del INAI

Además de haber perdido jerarquía y credibilidad como mediador parlamentario de Morena, el titular de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Senado de la República, Ricardo Monreal finalmente se dobló ante las presiones que ha ejercido contra él el populista presidente Andrés Manuel López Obrador, al aceptar que prefiere bajarse de la contienda para buscar ser el abanderado del partido guinda para las presidenciales del 2024 y no ser nada ni participar en nada antes de traicionar al mandatario.

La fuerza parlamentaria que aún conservaba Monreal como mediador morenistas frente a las bancadas de la oposición quedaron borradas el pasado 28 de abril, cuando en una “jugarreta”, como lo ha calificado la oposición, supo envolver la poca confianza que había de senadores opuestos a la 4T y a quienes prometió que había logrado un acuerdo con el rebaño del partido guinda para designar a por lo menos uno de los comisionados del INAI, lo que al final fue una simulación presuntamente ordenada desde Palacio Nacional para ganar tiempo y montar el show de la 4T para aprobar al vapor 20 reformas enviadas por López Obrador.

Este jueves Ricardo Monreal en una conferencia descubrió el velo de su apego con López Obrador y el temor que tiene a alguna represalia del huésped de Palacio Nacional, quien cuando tiene oportunidad les recuerda a sus huestes que no “estar con él es estar contra el pueblo”, por lo que se dijo feliz de haberse reencontrado con el Presidente, como si hubiera recibido algún perdón por alguna afrenta del pasado.

“Estoy muy contento por el reencuentro con el presidente de la República, me trató muy bien, con deferencia, con amabilidad y compañerismo. Me interesaba mucho cerrar el expediente con él, porque tengo 26 años trabajando en el proyecto que hemos construido y no podía terminar de otra manera. Nunca voy a traicionar al Presidente, prefiero no ser nada, no participar en nada antes de traicionar al Presidente de la República”, señaló.

Monreal, quien se ha convertido en la “corcholata” menos favorecida al no tener el apoyo del mandatario ni de la militancia morenista que ya lo hacia candidato de algún partido opositor, refirió que nunca ha recibido ofertas de algún partido de oposición o de alguna coalición para ser el abanderado rumbo al 2024

“Tengo respeto por ellos. Ellos tienen bastantes aspirantes a la Presidencia de la República que pueden cubrir sus expectativas, era difícil para mí cualquier otro escenario. Ni me ofrecieron, ni toque puertas, ni ellos tocaron las mías”, indicó.

Ya como premio de consolación al haber dado cumplimiento a las órdenes giradas en Palacio Nacional, Monreal ahora apunta más bajo en sus aspiraciones y ve alguna posibilidad para buscar la Jefatura de la Ciudad de México.