La Secretaría de la Defensa Nacional informó que este despliegue busca colaborar con las unidades locales y la Guardia Nacional para garantizar la estabilidad y prevenir posibles actos de violencia
En un esfuerzo por garantizar la estabilidad y seguridad en el estado, esta mañana llegaron 200 efectivos de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano a Culiacán. Este despliegue se produce tras la reciente detención de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en un aeropuerto privado de El Paso, Texas.
La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) informó que los efectivos se unieron a las unidades locales y a la Guardia Nacional para fortalecer la estrategia de seguridad en la región. La llegada de estas tropas a la Base Aérea Militar No. 10, situada en la colonia Bachigualato, responde a la necesidad de aumentar la vigilancia y prevenir posibles actos de violencia asociados con el arresto de estos destacados miembros del Cártel de Sinaloa.
La captura de “El Mayo” Zambada, uno de los líderes históricos del cártel, y de su hijo, se suma a una serie de operaciones recientes llevadas a cabo por las fuerzas militares en Sinaloa. En las últimas semanas, se han logrado importantes detenciones y desmantelamientos de laboratorios clandestinos, lo que ha motivado un refuerzo de la presencia militar en la capital estatal.
Pese a la alarma internacional generada por las capturas, las autoridades locales reportan que la situación en Culiacán es de relativa calma. La vigilancia en las calles no ha alcanzado niveles extremos, pero la llegada de los efectivos ha captado la atención de la ciudadanía.
La titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, explicó que el vuelo en el que viajaba Zambada despegó con un solo pasajero y aterrizó en Estados Unidos con tres, destacando la coordinación entre las autoridades federales para asegurar una transición segura de los detenidos.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que el gobierno mexicano no estuvo involucrado en la captura de Zambada, quien enfrentaba cuatro órdenes de aprehensión en México por tráfico de drogas. La DEA había ofrecido una recompensa de 15 millones de pesos por información que condujera a su detención.
Con el objetivo de reforzar la seguridad y garantizar el orden público, las autoridades federales continuarán trabajando en estrecha colaboración con los gobiernos locales y estatales. La presencia de los efectivos del Ejército se enmarca dentro de un esfuerzo continuo para mantener la paz y el estado de derecho en el estado de Sinaloa.