Por: Guillermina Gómora Ordóñez

Ahora resulta que todos los actores políticos mexicanos quieren reunirse con nuestros connacionales que radican en Estados Unidos y cuyas vidas dependen del carácter bipolar del peliteñido mandatario estadounidense, Donald Trump.

Sí, los dirigentes de Morena, Andrés Manuel López Obrador; del PAN, Ricardo Anaya y el del PRI, Enrique Ochoa Reza, se reunirán esta semana con organizaciones de migrantes en Estados Unidos, con el objetivo de establecer una estrategia para enfrentar las amenazas planteadas por el nuevo gobierno de Trump.

En la caravana hacia el norte también preparan sus maletas los senadores integrantes del grupo “Monarca” y de la Comisión de Relaciones Exteriores, América del Norte, quienes, afirman, sostendrán encuentros y reuniones de trabajo con migrantes mexicanos en las ciudades de Phoenix, Arizona, y en Sacramento, California, del 10 al 16 del mes en curso.

El oportunismo político en una más de sus bufas representaciones que sólo buscan la foto.

El añejo problema de nuestros paisanos que emigraron a Estados Unidos al no encontrar alternativas de crecimiento y empleo en México demanda algo más que discursos bravucones y patrioteros. O ¿Acaso llevarán la solución para los más de seis millones de connacionales que pretenden deportar? No creo.

Una vez más, como se registra en los anales de la historia México – Estados Unidos, los mexicanos considerados “ilegales” y en esta ocasión hasta los legales, serán remitidos a suelo azteca. Así sucedió entre 1929 y 1939 cuando fueron deportados 500 mil mexicanos, entonces se les llamaba repatriados.

Luego vendrían otros episodios similares al término de la segunda guerra mundial, la cancelación de los programas Bracero y “Espalda Mojada”, en este último el número de deportados entre 1950 y 1954 alcanzó la cifra de 3 millones 500 mil mexicanos.

Un constante ir y venir de compatriotas que al tratar de alcanzar el “sueño americano” viven la peor de las pesadillas por todos los obstáculos que tienen que sortear desde que salen de sus hogares.

Desde “juntar” los miles de dólares que cobra “el pollero”, luego el trayecto plagado de riesgos, aún en territorio mexicano, hasta saltar la barda metálica y sobrevivir a la montaña, al desierto, al mar o como logre cruzar la frontera. Una odisea digna de encomio y paradójicamente de vergüenza, porque aquí no hubo forma de retenerlos.

Que Donald Trump quiera expulsar a nuestros paisanos no es nuevo, tampoco justificable, sus antecesores también lo hicieron: George W. Bush deportó 2.2 millones; Bill Clinton 870 mil y Barack Obama 2.8 millones de personas.

En la administración Trump, el problema se agrava porque luego de la firma de dos órdenes ejecutivas también se reforzará la vigilancia en las “ciudades santuario”, a las que les cancelaron los recursos federales destinados para apoyar a los migrantes. Así que los mexicanos afectados necesitarán de la ayuda de los 50 consulados repartidos en todo el territorio estadounidense. No de los políticos que buscan la foto.

Datos del Instituto de Políticas Migratorias de Estados Unidos revelan que en las “ciudades santuario”, se encuentran 4.5 millones de migrantes de diferentes nacionalidades, en riesgo de sufrir una deportación. En California uno de cada tres mexicanos que la habitan, son indocumentados.

Historias de superación que se cruzan; la mayoría busca una mejor calidad de vida a través de su trabajo. Muestra de ello es lo que da a conocer un estudio de la plataforma de empleo Apli, basado en datos del gobierno estadounidense donde se expone que 10% de la economía en Estados Unidos depende del trabajo de inmigrantes mexicanos, al generar más de mil 500 millones de dólares anuales.

Así que, de cumplirse la amenaza de deportar a nuestros compatriotas las industrias estadounidenses también resultarían afectadas. Las mayores pérdidas, apunta, se darían en los sectores financieros y de comercio, que representan 32.5% de la economía estadounidense, seguidos por fabricación y servicios, con base en la distribución por sector y la productividad de trabajadores mexicanos en Estados Unidos.

El reporte señala que el sector de la construcción sería el más afectado en la Unión Americana toda vez que de un millón 780 mil trabajadores con los que cuenta, 18 por ciento son de origen mexicano.

La alimentación también depende de los mexicanos, ya que 364 mil connacionales trabajan en la agricultura y pesca estadounidense, aunado a que 20% de los trabajadores dedicados al cultivo son mexicanos; Además, 16% de los trabajadores en restaurantes son mexicanos y 10% labora en los sectores de ocio, hospitalidad, transporte, minería, hidrocarburos, comercio y servicios profesionales.

¿Qué tal un día sin mexicanos? ¿Recuerda?

Vericuentos 

Goya vs. Trump

Bien por el rector de la UNAM, Enrique Graue, quien encabeza un plan de acción para que los alumnos deportados continúen sus estudios en México. La máxima casa de estudios envió una carta a las 39 universidades estadounidenses con las que tiene convenios vigentes, invitándolas a que, en caso de que los estudiantes mexicanos se vean en dificultades para continuar sus estudios, hagan contacto con la UNAM a fin de recibirlos, o bien, para servir de puente con las universidades incorporadas o del interior de la República. ¡Goooya, Goooya!

Serna regresa a GDF

El operador y hombre de las confianzas del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, regresó de tiempo completo. Luis Serna, su secretario particular, se encuentra recuperado de la cirugía que le practicaron hace siete semanas. El escenario para su regreso fue la presentación de la publicación de la Constitución de la Ciudad de México, ahora seguirá con sus habituales tareas de agilizar y desahogar la agenda de su jefe. ¡Bienvenido!

Aaarrancan en Nayarit

A la pelea por la gubernatura en Nayarit, se suma el senador con licencia, el priista Manuel Cota. El líder de la CNC arranca su precampaña como favorito. Pero como él dice “no se debe confiar y hoy por hoy no hay nada para nadie”. Los analistas locales afirman que en el estado se espera una elección con final de fotografía. ¿Será?

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Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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