Cifras de la violencia revelan que en el gobierno de López Obrador hay una tasa de homicidios de 25,2 por cada 100.000 habitantes, con un registro en cinco años de administración de 164 mil 300 asesinatos intencionales
Los reportes de cifras a la baja en homicidios dolosos y violencia en México sólo existen con los propios datos del gobierno del populista Andrés Manuel López Obrador, que presume números contrarios a las estadísticas internacionales de organizaciones que monitorean el comportamiento de violencia en el mundo, y en donde revelan que mientras los asesinatos presentan decrecimiento en países con altas tasas de violencia, en México la tendencia aumenta con una tasa de homicidios de 25,2 por cada 100.000 habitantes y con un registro en cinco años de gobierno de la 4T de 164 mil 300 asesinatos intencionales hasta el 25 de agosto de 2023.
Organizaciones como Insightcrime.org, la Biblioteca de la Cámara de los Comunes en el Reino Unido, el Anuario del Fórum Brasileño de Seguridad Pública, la agencia de noticias rusa Sputnik y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) exponen con sus propias estadísticas que en varias regiones del mundo hay una pausa respecto al aumento de actos violentos y en el número de homicidios dolosos, pero apuntan que mientras en algunos países identificados por ser blanco de conflictos e inseguridad se reportan síntomas de decrecimiento, en México los números son contrarios a esta tendencia, con más asesinatos y violencia en ciudades donde se careceré de aplicación de la ley y donde hay reportes alarmantes de mayor presencia del crimen organizado.
Un reporte de la Cepal refiere que el aumento de grupos criminales en sitios donde no había reportes de violencia se debe en parte a la poca o nula respuesta institucional para hacer frente a estos grupos que han comenzado a imponer sus condiciones, principalmente en lugares de mayor pobreza, con mayor desigualdad social, por la falta de oportunidades y, en algunos casos, por la inestabilidad política y la debilidad de los gobiernos para actuar conforme a la ley.
Permitir la presencia de grupos del crimen organizado con políticas donde no existe o se ignora la ley ha permitido que delincuentes de todos los niveles actúen al no haber presencia de autoridad, creado contextos de impunidad en los que los homicidios dolosos proliferan y han marcado tendencias de aumentos alarmantes en espacios públicos y privados.
EUROPA
De acuerdo con una investigación difundida por la Biblioteca de la Cámara de los Comunes, que es uno de los seis departamentos que forman la estructura administrativa de la Cámara baja en el Reino Unido, y en la que compara la situación de esta nación con otros países en niveles de violencia y homicidios intencionales, revela en su análisis que este delito está disminuyendo en todo el mundo, con excepción de México, que, por el contrario, registra una escalada en los indicadores, contrario a lo que indican las autoridades mexicanas.
El reporte destaca que en la Unión Europea (UE) la mayoría de los países miembros muestran una tendencia similar a la británica y cita los casos de Italia y Holanda, que pasaron de registrar 1,2 homicidios por cada 100.000 habitantes a 0,6, respectivamente; Francia pasó del 1,6 a 1,2, y Alemania de 1,1 a 0,9 homicidios intencionales.
En el comparativo con América Latina y en particular con México, este departamento británico revela que mientras el número de asesinatos se ha estancado o van a la baja en Venezuela, Honduras y Colombia, naciones con registros de inseguridad y violencia, en México las cifras van en aumento.
En Venezuela, según reportes de la agencia rusa Sputnik y la Cepal, que se apoyan en cifras del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), señalan que en 2022 las muertes violentas fueron 9.367, un 3% menos que en 2021, es decir, hay 40,4 homicidios por cada 100,000 habitantes.
En el caso de Honduras hay reportes de 35,8 homicidios por cada 100,000 habitantes, y es aún de los países más violento de Centroamérica, sin embargo, la tendencia va en descenso, al grado de que ciudades que estaban en la lista de las de más homicidios dolosos como Tegucigalpa y San Pedro Sula y salieron de la lista al registrar menos crímenes y actos violentos.
En el caso de Brasil, en 2022 se registraron 47,507 homicidios dolosos, lo que representan la cifra más baja de los últimos 11 años y la tendencia va a la baja, dada la presencia y acción de las fuerzas armadas en sitios donde impera la inseguridad y la violencia, según el Anuario del Fórum Brasileño de Seguridad Pública.
MÉXICO
Caso contrario a estas naciones es México, que de acuerdo con las organizaciones internacionales y en una evaluación estadística revelan que el gobierno del populista López Obrador registra un crecimiento en varios delitos, entre ellos los homicidios intencionales.
En junio de 2021 la cifra de asesinatos en México se situó en 2 mil 251, con promedio diario de 75 asesinatos por cada 100,000 habitantes; en junio de 2022 fueron 2 mil 289 homicidios dolosos, con un promedio diario de 76.3 y para junio de 2023 fueron 2 mil 303 asesinatos, con un promedio diario de 76.7, lo que revela que los números no bajan, como asegura el gobierno de la 4T.
La organización i n s i g h t c r i m e . o r g cita como ejemplo del incremento de la violencia en México el estado de Colima, donde queda en evidencia la incapacidad de las autoridades para actuar y donde las fuerzas armadas y policías estatales y municipales son solo observadores de la violencia causada por el crimen organizado.
Colima, uno de los estados más pequeños de México es de las regiones donde más se han concentrado los homicidios en América Latina. Al menos en el 2022, la tasa de homicidios en esta entidad llegó al nivel de 110 por cada 100.000 habitantes, según el monitoreo presentad por el Instituto para la Economía y la Paz. El informe señala que esta fue la tasa de homicidios más alta del estado y superó en más de cuatro veces el promedio nacional de ese año.
CRIMEN ORGANIZADO
Organizaciones internacionales revelan que el deterioro de la tranquilidad en este y otros estados de México ha sido en causa por la nula acción del gobierno para hacer frente a grupos criminales, a los que ha dejado actuar sin ponerles un freno y aplicar la ley.
La violencia en Colima está íntimamente ligada con la presencia de grupos del crimen organizado como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa que disputan territorios por el trasiego y venta de drogas, como la producción y el tráfico de fentanilo y metanfetamina en el país.
En el listado de países más violentos México ocupa el quinto lugar en América Latina, con una tasa de homicidios de 25,2 por cada 100.000 habitantes, por debajo de Venezuela, Honduras, Colombia y Ecuador que tienen una tendencia de estancamiento o a la baja, mientras que en el caso de México los números lo ubican con un repunte alarmante.