Por: Guillermina Gómora

A casi 8 meses de haber anunciado con bombo y platillo la creación y entrada en vigor de la Fuerza Rural Estatal, el comisionado para la Seguridad y el desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, atestigua el fracaso de la estrategia con la que pretendía controlar a los grupos de autodefensa al servicio de la comunidad y el narco en la entidad.

“Nace la fuerza rural y mueren los autodefensas”, se leía en algunos titulares de los diarios locales el pasado 11 de mayo, un día después de que el enviado del presidente Enrique Peña Nieto proclamará su creación en un vistoso desfile en el municipio de Tepalcatepec, cuna de los civiles armados.

Castillo declaraba entonces: “Desde este sábado ya no existen autodefensas en dos de los municipios fundadores del movimiento en Michoacán: Buenavista y Tepalcatepec”. Rodeado de sus nuevos policías a los que entregaba una arma larga y otra corta y sus nuevos uniformes de color azul marino, afirmaba: «Este lugar es el mejor ejemplo de la confianza, dialogo, apertura y solidaridad que se crean cuando mujeres y hombres creen en el mismo objetivo».

Hoy, los hechos revelan o confirman que los habitantes de Tierra Caliente nunca compartieron los mismos objetivos y que pese a todos los esfuerzos del gobierno federal, continúan las complicidades y peleas por las plazas. De ahí el enfrentamiento entre Hipólito Mora y Luis Antonio Torres, El Americano, que dejó un saldo de 11 muertos.

Pareciera que en Michoacán, nada se ha hecho, el sospechosismo prevalece en cada acción gubernamental. La gente comenta sobre la detención del ex líder de autodefensas de La Ruana, Hipólito Mora y 25 de sus hombres en el penal de Mil Cumbres, para declarar en relación con el enfrentamiento del 16 de diciembre. Mientras que su rival Luis Antonio Torres, El Americano, sigue libre.

Incluso quejándose por haber sido despedido con sus seguidores de “manera injustificada”, el pasado 23 de diciembre, cuando Alfredo Castillo, informó: «El Ejército Mexicano y la Policía Federal asumirán el control total de la seguridad en tres sitios específicos: en el Municipio de Apatzingán, en la comunidad conocida como La Ruana, del Municipio de Buenavista, y en la tenencia de La Mira», dijo. Igual que al principio de 2014, cuando fue designado para el cargo.

Castillo aseguró que no obstante los esfuerzos y acuerdos establecidos durante los últimos meses, “existen aún grupos que no han entendido las nuevas condiciones de estabilidad que requiere Michoacán para su desarrollo disfrazados de autodefensas que pelean el control de Apatzingán”.

Reveló también que: «Otros grupos se disputan, además, el liderazgo de su región para intentar establecer laboratorios de estupefacientes en la región de La Ruana, en Buenavista, o el control del manejo de minerales en la tenencia de La Mira, municipio de Lázaro Cárdenas”. Entonces uno pregunta ¿Si tiene claro el panorama por qué no actúa y aplica la ley sin distingos?

En el estado habrá elecciones el año próximo para renovar, gobernador, alcaldías y congreso local. El escenario no es el más alentador para elegir candidatos y realizar campañas políticas, si se considera que Servando Gómez Martínez, La Tuta, sigue libre e Integrantes de grupos de autodefensa de Michoacán y células de narcotraficantes dieron origen a un nuevo cártel: La Tercera Hermandad o Los H3, según documentos de seguridad nacional.

Un informe de la organización Causa en Común reveló que los estados de Zacatecas, Baja California Sur, Tlaxcala, Nayarit y Michoacán (en este orden) fueron evaluados con “rojo”, es decir, con calificaciones menores a 6, pues los gobiernos de esas entidades “no cumplen con avances mínimos en la implementación de su desarrollo policial”. Precisa que hasta noviembre pasado, sólo han sido evaluados 170 de los 976 policías rurales.

Así las cosas, la situación en Michoacán, está igual que al principio o peor, pues la inversión que ordenara el presidente Enrique Peña, por un monto de 45,500 millones de pesos en créditos empresariales, desarrollo de infraestructura y programas sociales, no se refleja como debiera ser por la inseguridad que se registra en el estado que contribuye con 2.3% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.

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