Por Guillermina Gómora

Tiempos de cambio vive el país. Los desafíos del gobierno de Enrique Peña Nieto son enormes y exigen la participación de todos los actores políticos y ciudadanos. Por esta razón, los operadores del Presidente tejen fino con los líderes tribales del PRD, luego de la mediocridad exhibida por las izquierdas para lograr la firma del Pacto por México y que envía señales de riesgo para futuros acuerdos en el Congreso y con la nueva administración.

El concepto de unidad en la izquierda está sujeto a la prebenda y así es como opera la Comisión Nacional del PRD, que desconoció el compromiso suscrito por su líder nacional, Jesús Zambrano, al firmar el pacto negociado con el PRI y el PAN. Este órgano interno del sol azteca lo integran 15 personas, 8 representan las tribus que manda René Bejarano y las 7 restantes a Los Chuchos. ¡Ahí está el detalle!, con su mayoría el maestro y seguidores aprietan a Los Chuchos para reventar los convenios con otros grupos y evidenciar que no tienen el control del partido.

Las diferencias tribales que hoy los ubican en el paroxismo surgieron durante el reparto de los cargos en el Congreso y el partido. Resulta que Héctor Bautista, líder de Alternativa Democrática Nacional (ADN), acusa a Los Chuchos de haberlos relegado en la repartición y ahora se pasó del lado de René Bejarano, de Izquierda Democrática Nacional (IDN), restándole poder a Jesús Zambrano y a Jesús Ortega, de Nueva Izquierda (NI), quienes tienen la presidencia del PRD hasta el 2014.

El debate celebrado en días pasados, entre los perredistas inconformes por la firma del Pacto por México, alcanzó niveles de amago. Se planteó quitarle la vocería a Zambrano y facultar a Héctor Bautista para hablar a nombre del PRD. Los representantes de las tribus alegan que no pueden estar sujetos a una agenda impuesta por el PRI y el PAN. Ahora analizan en la Comisión Política si Jesús Zambrano violó los estatutos. De confirmarse que procedió incorrectamente llevarán el caso para su revisión al Consejo Nacional, integrado por 300 personas, o directamente al Congreso Nacional del partido, que se realizará del 14 al 16 de diciembre. Lo cierto es que más de uno desea ver rodar la cabeza de su presidente.

Al respecto, el sensei de Zambrano, Jesús Ortega, ha declarado que: “hay que sobreponer el interés nacional sobre intereses mezquinos». Y encaró a sus rivales internos, al afirmar que las acciones de René Bejarano y Dolores Padierna no representan la generalidad del partido y llamó a dejar atrás “los pequeños acuerdos miserables, de reparto de posiciones” al tiempo que reiteró: «nosotros sí vamos a ver por México». Así las cosas, Zambrano se armó de valor y emplazó a quienes en el interior del PRD se han opuesto a la firma del Acuerdo Nacional a “discutir los contenidos, y no las formas”, en los órganos de dirección, en el Consejo y el Congreso Nacional “para tener claro por dónde debemos caminar”, pues aseveró que México requiere de un PRD fuerte.

En efecto, el país necesita de una oposición sólida y seria. Sin embargo, la situación que priva en las izquierdas es lamentable y con la salida de AMLO las divisiones se agudizaron aún más. Por ello, los operadores del nuevo gobierno cabildean por separado desde hace tiempo con los líderes de las tribus más representativas. Jesús Ortega reconoce que desde agosto pasado se encontró con Luis Videgaray en casa del ex gobernador de Oaxaca, José Murat. Mientras que Manlio Fabio Beltrones y Miguel Osorio Chong han conversado con René Bejarano. Ni hablar, en esto de la política hay que sentarse a negociar con Dios y con el diablo. Sin duda la gran guerra en el PRD es por ver quién logra la interlocución con el gobierno de Enrique Peña Nieto, y les lleva delantera el maestro.

Ahora bien, esto aún no termina. Del 14 al 16 de diciembre se llevará a cabo el Congreso Nacional del PRD, cuyo tema fundamental es, o era, la refundación del partido luego de la salida de AMLO, pero ahora se impone el del diálogo con la nueva administración y la permanencia o defenestración de Jesús Zambrano. Seguramente las tribus pelearán por el derecho de picaporte con su acérrimo enemigo, el PRI, para sacarle el mayor provecho dentro y fuera del partido. Sobre todo en la negociación de las reformas estructurales y con miras a las elecciones intermedias del 2013 y 2015. No hay que olvidar que representan a cerca de 16 millones de mexicanos que les dieron su voto y los ubicó como segunda fuerza política en el Congreso.

Lo cierto es que la política de grito y sombrerazo a nadie sirve y beneficia. México cambio de rumbo y el poder se negocia todos los días con argumentos.

Vericuentos

MEC VS AMLO

Primer round. Marcelo Ebrard no se las perdonó y mandó a la cárcel a los vándalos del Peje, agrupados en el 132. Los monstruos creados para desestabilizar la pasada elección se salieron de control. Ahora el “doctor en derecho”, Ricardo Monreal, los defiende. Claro, después de matar y revivir a uno de ellos. ¡Vaya numerito! Para redondear la senadora Layda Sansores convoca a plantón afuera del Reclusorio Norte y el Penal Femenil de Santa Martha, y azuza a familiares y seguidores a tomar instalaciones para liberar a detenidos, tope donde tope. Ante estos amagos, ya se dio la orden de reforzar la seguridad en estos lugares. Bueno, amenazan incluso con armar zacapela el día de la toma de protesta de Miguel Ángel Mancera como jefe de gobierno. Al procurador capitalino, Jesús Rodríguez, se la tienen jurada, por haberlos consignado. ¡Uf! Vamos a ver si el GDF aguanta la presión de Morena. Porque de otra forma no se explica tanto interés por defender a sus víctimas de la represión. En la marcha del lunes la mezcla era TNT: militantes del 132, de la Universidad de Chapingo, de la APPO y la UACM. Ahora sí que como dice el refrán: “cuando la perra es brava hasta a los de la casa muerde”.

Libre Tránsito

Cambio de estrategia en la logística del Estado Mayor Presidencial. Durante la entrega al premio a la Mujer del Año en el Museo de Antropología, la orden fue la de no colocar las vallas que impiden el paso de autos y personas en calles cercanas. Sólo las necesarias para resguardar el acceso del presidente, Enrique Peña Nieto. Tiempos de cambio.

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