A unas horas para los comicios y por causa de amenazas del narco, más de 100 casillas no se instalarán en los municipios de Chicomuselo y Pantelhó, en Chiapas; la violencia electoral ha cobrado 36 vidas de candidatos
Todo está listo para que este 2 de junio más de 98 millones de potenciales electores acudan a las urnas en las que por primera vez se elegirá a una mujer como presidenta del país. Sin embargo, estos comicios no estarán en paz ni en calma como presume el populista presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que desde que inició el proceso en octubre del 2023, han estado marcadas por la violencia, secuestros, amenazas y asesinatos de 36 candidatos, lo que el huésped de Palacio Nacional se niega a ver e incuso señala que son cosas de amarillismo.
Como muestra de este turbulento proceso electoral, más de 100 casillas no se instalarán en Chiapas, donde el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) suspendió este fin semana los comicios en los municipios de Chicomuselo y Pantelhó.
La violencia no ha dado respiro, ya que el viernes en plena veda electoral fue asesinado Jorge Huerta, candidato del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a regidor en el municipio de Izúcar de Matamoros, en Puebla.
No hay más ciego que el que no ve, reza el refrán que bien aplica para López Obrador, quien se aferra a no aceptar que su gobierno ha fallado en todos los compromisos que adquirió y prometió resolver, uno de ellos la seguridad.
El Gobierno de la 4T solo reconoce el asesinato de 22 candidatos, contrario a los expuesto por organizaciones independientes que registran más, como 31 reportados por Data Cívica; 32 por Causa en Común y 34 por la consultora Integralia, que sube la cifra a cerca de 250 homicidios políticos que incluyen a candidatos, asesores, funcionarios, familiares y víctimas colaterales.
La Secretaría de Marina (Semar) informó el pasado martes que desplegará 27,245 elementos de las Fuerzas Armadas para el operativo de seguridad de las elecciones, que se sumarán a los 233,543 que ya realizan tareas de seguridad pública.
Estos serán los mayores comicios de la historia de México porque más de 98 millones de personas están llamadas a acudir a cerca de 170,000 casillas para renovar más de 20,000 cargos, como la presidencia, los 500 diputados, los 128 senadores y 9 gobiernos estatales, incluyendo Ciudad de México.